Una noche de pedo con mis vecinos contando fantasías.
Luis seguía bailando conmigo acercándose a mi, arrimando su paquete a mi culo mientras bailaba, de hecho algunas compañeras me dijeron si me iba a volver a liar con él, les dije que no que ya no me interesaba, pero que tenía una buena polla y era divertido.
Todo empezó con la llamada de Sara el sábado por la tarde, me dijo que hacía mucho que no quedábamos todos y que ella que era su cumpleaños le hacía ilusión que nos viéramos por los viejos tiempos.
Un día en la biblioteca y un chico que estudiaba, la cosa fue mas alla de los libros.
Una noche de aburrimiento salgo conel coche a pasear, lo que empieza con una carrera con dos chicos acaba con una c...
Estoy tumbada en la cama, hoy es uno de eso días que no sabes que hacer, abro las ventanas y dejo que entre el aire, oigo la ducha es un chico que conocí la noche pasada en una discoteca.
Ese día yo iba con un mono vaquero abierto muy escotado y debido a mis formas destacaba bastante y los chicos nos miraban, uno de ellos me lanzó un beso yo le miré lascivamente y sin apartar la vista saque el pene de mi novio de su pantalón me agaché y le di un lametón, los chicos se quedaron con los ojos como platos luego me incorporé le devolví el beso y nos fuimos.
El caso es que hace unos días quedé con una amiga para jugar al pádel, yo nunca había jugado y la verdad no tenía ni idea pero mi amiga estaba dando clases y lo cierto es que esta muy entusiasmada, así que acepté ir a jugar con ella, aunque hiciera el ridículo.
Me quite la ropa que llevaba, una camiseta con escote de pico hasta el ombligo que me sentaba genial y que había causado sensación esa noche y una minifalda blanca, observe mi cuerpo ante el espejo.
Supe que había conseguido mi propósito cuando pasé por delante de la portería y en efecto el portero no me quitó ojo además llevaba un tanga lo cual hacía que se notase un poco por lo ajustado del mono. En la puerta de mi casa estaban mis amigas, nos subimos al coche y salimos a quemar la noche.
La razón para ir así era muy fácil, tenía nombre se llamaba Oscar, Oscar era un chico deportista de mi edad al que mas que a ninguno le encantaba ir en chándal cosa que por cierto a nosotras nos venía de perlas, ya que solía llevar unos pantalones de chándal de los que parecen un pijama