Nos encontramos a una joven pareja en un un lugar de intercambio de parejas, mi esposa iba radiante, con un vestido muy sensual cortísimo, y escotado, con zapatillas de tacon de plataforma; ellos no eran mal parecidas, y ella era una chica muy joven de senos muy prominentes, blanca, hermosa, sensual como mi mujer; estuvimos platicando un rato, sobre cosas superficiales, y luego sobre nuestros gustos sexuales, las cosas se calentaban pronto al descubrir afinidades...
Mi esposa siempre fue muy caliente, pero a la vez celosa, ese dia me sorprendio.
Una vez hablando con Carlos de sexo, nos explicamos las cosas que les gustaban a nuestras respectivas parejas: a Judith, solo que le acariciaras un poco los pechos, ya empezaba a gemir y se ponía muy caliente: a partir de ese momento era tuya y podías hacer con ella lo que quieras.
Como fue mi primer intercambio a traves de una aventura con el mejor amigo de mi marido una vez que nos fue a visitar a casa.
Eso era lo que mas quería de todo el mundo. Como cinco empujones mas fue todo lo que necesité para alcanzar la cima. Empecé a eyacular incontrolablemente mientras mi esperma fluía de mis bolas a través de mi estaca a las profundidades de Teresa. Mi clímax accionó el de ella.
Yo estaba en el séptimo cielo con los ojos cerrados y temblando con cada caricia suya cuando note un calor en mi polla, no era posible, abrí los ojos y vi y sentí como Meli me estaba chupando la polla, era alucinante, yo me deje hacer saboreando cada una de sus embestidas, ella cada vez mas rozaba su coño en mi pierna mientras me llenaba de saliba la polla y me la meneaba muy despacio
Mientras Ingrid recogía algunas cosas que debías guardarse en el frigo, me senté en un sillón y con los ojos entornados miraba, unas veces el cuerpo desnudo y deseable de Ingrid y, otras, a la pareja que bailaba; tan juntos que en la semioscuridad parecía uno solo.
Cuando llegamos al hotel, mi mujer estaba con su camisa desabrochada totalmente, su ceñida pollera estaba totalmente subida, con una mano que paseaba desde su concha chorreante hasta su culo, con otra mano que masajeaba sus tetas, y con una pija en su boca.
Una cuidadora de niños que era de lo más caliente que se podía encontrar por el barrio, los padres incluso madres, siempre quedaban satisfechos.
Carlos, se agachó a nuestras espaldas y nos levantó el vestido hasta la cintura a las dos. Elena no llevaba bragas pero yo sí, aunque eso no fue un impedimento, puesto que mis braguitas rojas fueron quitadas de inmediato con mi ayuda.
Desde hacia tiempo queríamos repetir la experiencia de compartir una noche de placer en trío formado por nosotros dos y otro caballero, sin embargo diversas circunstancias no nos lo había permitido e igualmente no habíamos logrado contactar la persona idónea.
Cuando abrí la puerta el sábado, me quedé asombrada, Elena llevaba un vestido súper ajustado que marcaba su figura y hacía que sus pechos aparecieran aún más grandes de lo que son y para rematarlo su escote era tan grande que casi podía verse su ombligo.
La historia que voy a contar sucedió un Sábado por la noche que decidimos salir a dar una vuelta, pero no nos apetecía ir a la ciudad y nos acercamos a una discoteca cercana donde suelen tener música de baile de salón y aunque no sabemos bailar, nos entretenemos mucho viendo a la gente bailar mientras tomamos unas copas...
Al poco tiempo ya estaba mi esposo sacando mis pechos del sostén y al rato estaba yo con el vestido completamente abierto mostrándome en sostén y bragas, y mi esposo quitándome el sostén para que viera la caída del seno, en este momento yo estaba completamente mojada y al agarrarme mi esposo e iniciar sus masajes en mis senos quede a sus ordenes, hasta que sentí que mientras mi esposo me besaba y acariciaba mis tetas Luis estaba bajándome las bragas
Desde ya hace algún tiempo, descubrí que me excita muchísimo imaginar que mi esposa tiene una relación sexual con otro hombre y las primeras veces que le comenté mi fantasía, me dijo que estaba loco - que ¿cómo le podía proponer eso?
Giova me dio unas chupaditas y luego la inserto en la vagina de mi Ana. Durante 5 años había gozado de aquella conchita, pero esta tarde la sentía mas mía que nunca, cada metida me excitaba como nunca antes.
Me les acerque y como un balde de agua fría, por la sorpresa, le comencé a chupar su coño a mi mejor, quien en primera instancia se quedó sorprendida, pero el hecho de tener un pene en su boca y una lengua en su coño continuo sin disimulo sus momentos de placer.
Pronto un vaivén frenético, acompañado de gemidos y gritos por parte de ellas que obligo a Carlos y Juan a entrar en el dormitorio y cerrar la puerta. Allí estaban sus mujeres siendo folladas por el culo delante de ellos.
Mientras espera la llegada de su mujer, se pone a ver unas fotos de ella mientras se masturba... al rato llega su mujer, y con una amiga.
Me coloco sobre ella, con tacto, suavidad y sin obstáculos ni quejas se la voy clavando suavemente mientras le susurro al oído lo hermosa que es y lo lindo y rico que resulta follarla hasta que se la tengo bien clavada hasta las pelotas, me quedo quieto pero ella levanta las caderas demandando movimiento y pidiéndome que la embista.