Enfrente al quincho había una pileta y yo me bañaba y nadaba. Como sé que caliento a las mujeres aprovechaba tener el torso desnudo para pasearme delante de ella. Iba por el jardín hasta donde estaba y me secaba cerca suyo para que me viera acariciándome la espalda lentamente y los músculos de los brazos. Me gusta ser lindo y saber que las tías se calientan conmigo. Una vez, en la pileta, me excite solo y cuando salí del agua estaba con mi polla dura y se levantaba todo el traje de baño.
En ese momento se acercó a la mesa un tipo, que mi amigo saludó y me presentó como Guillermo, el pesquisa que Beto había contratado; se sentó a la mesa, pedimos otra ronda completa de café y nos quedamos en silencio a la expectativa de lo que tenía para decirnos.
Quise darle una sorpresa a mi mujer pero, la sorpresa me la llevé yo.
Voy a hacer una mención de Marcelo, amigo íntimo de Roque, a quien también conocí en esos días, y con quien de alguna manera establecí también una amistad. Nunca me pareció atractivo, al menos no de mi tipo de hombre, de cabellos rizados, oscuros, como sus ojos, bastante musculoso, grandote, de labios gruesos, creo que su mejor cualidad era su simpatía, al menos lo más me llamó la atención de él.
Roberto y yo continuamos nuestra relación, encontrándonos en las tardes tres o cuatro veces por semana. Eventualmente él alquiló un departamentito que tenemos lleno de sábanas de seda, juguetes sexuales, disfraces y otras cositas. Roberto también arregla los viajes de negocios y las conferencias y compartimos la habitación tantas veces como nos es posible.
Yo esperaba en la toalla haciéndome el dormido y viéndolo todo, ella salió del agua y la noté los pezones muy duros a través del bañador, se tumbó boca abajo y me habló pero no contesté haciéndome el dormido.
Nunca se habían fijado el uno en el otro como objetivo sexual, porque se llevaban bastante bien, pero se llevarían aún mejor cuando por motivos de trabajo hicieron juntos un viaje.
Cuando regresaba de mis viajes, Elena me contaba con lujos de detalles esos encuentros, estos relatos mejoraron por mucho nuestra vida amorosa y sexual, descubriendo con ellos nuevas formas de preámbulos y nuevos juegos eróticos.
Cuando lo hacía con su amante tenía miedo ha ser descubierta por su prometido, pero el morbo del peligro y la posibilidad de ser descubierta, la excitaba aun más.
Un día me contó de su fantasía de una doble penetración, así que le traje mi funda para que hiciera de segundo hombre, de modo que no me la puse en la polla sino que la coloqué sobre un tubo plástico para darle firmeza y se la metí en el coño mientras yo gozaba de su culo.
Más tarde vuelve a bajar su boca por mis testículos mientras me agarra firme la polla y me da pequeñas mordidas en el escroto y me mete la lengua y hasta un dedo en el culo que previamente moja en su boca o en la mía.
Dianet y yo coincidimos en un curso en el mismo hospital, ella era ya una especialista formada y estaba haciendo un diplomado, yo estaba apenas en el último año de mi especialización.
A mis treinta y seis años tenía dos amantes además de mi esposa, Liz. Me quería comer el mundo y pasaba todo el tiempo pensando en follarme a mis tres mujeres.
Cómo les decía Jude tiene un pequeño coño depilado y produce un manantial de rico fluido transparente que empapa mi pubis, mi boca, mis manos, es un olor agridulce muy agradable y muy difícil de quitar, más aún porque ni siquiera me baño antes de llegar a casa.
Mi objetivo era provocarle un orgasmo por el culo, a ella que siempre me lo había negado. ¡Y claro que lo logré! Me movía como un poseso, no solo de atrás a delante sino también en círculos, su culo, al principio apretado, se dilataba enormemente.
Volví a besarle hasta que sus brazos que intentaban rechazarme, se enroscaron en mi cuello y su lengua comenzó a devolver las caricias de la mía, juntó su cuerpo al mío y ahí me di cuenta de que el tamaño de mi verga no sería impedimento para cumplir mi capricho.
Se la metió en la boca hasta conseguir que la entrase toda hasta el final. La sacaba y la metía. Después de tamaña sesión de sexo y de lo que llevaba conteniéndome, yo no pude aguantar más y realicé otra descarga mayor que la anterior. Se tragó gran parte del semen que despidió mi polla, y otra parte la extendió por su cara y sus pechos.
Mientras su novio está examinando unos restos arqueológicos, el dueño del local, un cine para más señas, toma en silencio y con contundencia a la novia del alelado muchacho que se deja hacer con delectación.
Estábamos como siempre tomando algo toda la pandilla, y llevábamos muchas copas de más, y a mi novio le dio llorona porque ese día habíamos discutido por una tontería. Total que le lleve a su casa y yo me volví con ellos a tomar la última. Me encanta hablar con Marcos y nos sentamos juntos en una terraza. Yo siempre le tomo el pelo con sus escarceos sentimentales que nunca llegan a nada...
Su encuentro con una antigua novia, fue muy apasionado. Le confesó que no le había podido olvidar y como su matrimonio no iba bien, le propuso una noche de placer juntos.