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El hijo del arquitecto

El arquitecto en cuestión es un hombrón de 52 años, alto, moreno, muy velludo y de cabello ensortijado, boca grande, nariz recta, ancha espalda y piernas largas, usa un bigote que invita a besarlo, un poco por este perfil decidí acercarme a tratar mi asunto.

Zeks XII

Una risita de alivio y de calentura brotó de los labios del amigo. Empezó a sonar una música lenta, pero sensual. Unas manos me cogieron de la cintura y me llevaron unos pasos adelante. Hizo que tocara el sofá.

Cambio en el portal

A principio del verano vino un nuevo vecino a nuestro portal, era un chico que había heredado el piso de su abuela, doña Consuelo, una mujer mayor bendecida por la fortuna de la lotería y que había decidido, con muy buen criterio, disfrutar de sus últimos años de vida conociendo los lugares que soñó desde sus libros de viajes.

Casi una realidad

Mide como 1.85 y tiene buena contextura sus labios carnosos y sus ojos vivaces, con los cabellos cortados a raz y esa sonrisa coqueta, me engolosinaba viendo ese espectáculo de aquel chico trigueño oscuro de unos 23 años.

Culiada inolvidable en Cali Club

Yo había llegado hacia buen rato a un sauna con amanecida que al en el sur de Cali y estaba en el patio de atrás en el jardín pegándole una mamada a un negro lindo cundo en esas llegan allí al jardín dos pelaos bien sardinos que después me dijeron que venían de Manizales

La nueva modalidad

Como andaba rayado, y como lo caliente no mira ni distingue orientaciones, le pagué la cuota y le pedí que reprodujera una película de orgías privadas. Me pidió que me metiera a la sala uno mientras reproducía la video y cerraba la tienda.

Mi mejor sábado

El sábado pasado me levanté temprano, sali a dejar a mis papas a la oficina por que saldrían de viaje ese día y regresarían el domingo en la tarde, yo ya tenia todo planeado, para estar con mi pareja (Gustavo), ya que el saldría de trabajar a las 2:00 pm

Un padre enseñando a su hijo

Siempre sentí una gran admiración por mi padre, en realidad por los hombres maduros de entre 35 y 45 años, sin ser gay (o sin saber que lo era), desde pequeño me gustaba observar a todos esos señores mayores, podría decirse que me atraían sus físicos fuertes, peludos y dominantes