El círculo de amigos y cómplices sexuales se amplía con otro joven, también discapacitado.
Los dos amigos acuden a una reunión de discapacitados en diverso grado. En ella nuestro protagonista tiene ocasión de mantener un miembro de hombre en su mano y excitarse muchísimo con ello, lo que hará las delicias de su compañero cuando se encuentran a solas.
Nuestros amigos se consolidan como pareja sexual, con el morbo añadido de la discapacidad de uno de ellos. Y disfrutan sus encuentros y sus fines de semana juntos, en perfecta armonía sexual y de amistad.
Un hombre conoce a otro que por su condición física debe llevar un aparato ortopédico en una de sus piernas. Tras bailar juntos van a su piso y allí se entregan al amor y al placer, con el morbo añadido de la prótesis.
El hombre entra en el local de ambiente gay y es observado desde la barra por un muchacho. Después de un inequívoco contacto, primero visual y después muy físico, ambos caen en una cama...
Un mundo de culos, pollas e inyecciones de semen.
El nuevo vecino de la urbanización se pone a cien al ver cada día a un joven albañil. Terminarán masturbándose y haciéndole una maravillosa mamada.
Nuestro protagonista quiere animar su vida sexual y desea ardientemente probar relaciones gays, consiguiendo una cita en un bar de ambiente. Su amante, una mujer madura, le anima a llamar a su iniciador.
Una particular academia recibe a los candidatos. Uno de ellos es seleccionado como pasivo y probará vergas y semen hasta quedar saciado y casi insconsciente.