Capítulo 12
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
La cogí del pelo, y tirando de ella con fuerza la lleve a la ducha, no se me paso por alto la cara de Gema y de Mimi, la metí en la ducha y la obligue de muy mala manera a ponerse de rodillas, entre y ordenándole que me mirara, me mee en ella, sin importarme nada, conforme termine, la volví a coger del pelo, la obligue a ponerse de pie y arrastrándola hasta la puerta la eche de un empujón, dándose de bruces con…
Así terminó el capítulo anterior…
…su consuegra que acaba de llegar al hotel de comer con su cuñada, marido y por supuesto el cornudo de su hijo. No le pasó desapercibido el estado en el que salió de la habitación y que yo estaba desnudo, el enfado me había hecho descuidar un poco la seguridad.
Cerré rápidamente la puerta, sabiendo que me había visto muy bien y que probablemente se iba a liar. Si algo bueno tengo es que en situaciones así, soy bastante frío. Tanto Mimi como Gema me miraban alucinadas por cómo había tratado a Isa, sin ser conscientes de lo que acababa de pasar.
-Creo que se va a liar PERRAS, nos acaba de ver la consuegra de Isa, muy tonta tiene que ser para que no se dé cuenta de cómo ha salido de la habitación, además de que me ha visto totalmente desnudo.
Mientras Mimi ponía cara de no entender nada, Gema si hablo.
-Gema. -Lo mismo no es para tanto SEÑOR, Juani -consuegra- e Isa se llevan muy bien desde hace muchos años, seguro que sabrá salir bien.
-No estoy preocupado por mí, me preocupa Susana, no quiero estropear su boda, la verdad que lo que le pase a Isa se lo tiene ganado, no me gusta que me desobedezcan y en lo que respecta a ella con más motivo.
Iba a contestarme cuando sonó un aviso de whatsApp en mi móvil.
“Todo bien SEÑOR, Juani tiene porque callar, tanto o más que yo, ya le contaré cuando nos veamos, ahora estamos en mi habitación, voy a ducharme y cambiarme.”
Al final mis planes de descansar se iban a ir al garate, mi perversidad es superior a mi necesidad de descansar…
-Gema por hoy hemos terminado, puedes irte, nos veremos mañana en la boda, y gracias por todo, me has sorprendido gratamente.
-Gema. -Gracias a usted SEÑOR, por aceptar a esta PERRA VIEJA.
No voy a mentir, me gusto, me acerque y la bese con suavidad, notando como se le saltaban las lágrimas y chocaban con mis labios.
-Tú vete a tu habitación, descansa y espera mi llamada.
-Mimi. -Como usted diga AMO, aquí le dejo también la tarjeta de la puerta, por si quiere aparecer.
-Está bien PERRA, déjala en la mesita.
Todo fue muy rápido, mientras una se medio arreglo, en ningún momento hizo intención de ir a la ducha, cosa que me gusto, la otra solo tuvo que ponerse el tres cuartos, me puse un pantalón corto y una camiseta, saliendo los tres de la habitación. Mimi me miraba con cara de no entender al verme salir con ellas, sin embargo Gema sabía perfectamente donde iba, porque me miro, sonrió y me guiño. Mientras subían al ascensor, llame a la puerta de la habitación de Isa. Abrió la puerta Juani, Isa seguía en el baño.
-Juani. -Hola Raúl, ¿Por qué supongo que eres Raúl? -Me sorprendió su pregunta porque nos había presentado esa misma mañana Isa, y aún más su tranquilidad- Isabel ya me ha hablado de ti, aunque sabía que estaba con alguien, no la veía capaz de traerte a la boda de nuestros hijos.
Me vino muy bien, y me dio a entender que sabía que Isa no era una santa y que no sabía mucho más.
-Pues sí, soy Raúl, ¿Cómo que sabes tanto?
Se puso un poco roja…
-Juani. -Digamos que a veces he sido su coartada…
No la deje terminar.
-Eso será porque ella también será la tuya ¿No?
-Juani. -Digamos que sí, pero no como piensas…
-Me da igual, por lo que sea…
En eso apareció Isa que no se percató de mi presencia hasta que salió del baño.
-Isa. -Hola AMO, no lo esperaba.
Al saludarme así, di por entendido que Juani sabía el tipo de relación que manteníamos. Me volví a fijar en Juani, seguía vestida con la misma ropa que esa mañana en el desayuno, vestido negro de seda, medias o pantys negros, pero lo que más me llamaba la atención eran sus zapatos rojos, porque era una persona gruesa, sin exagerar, y los zapatos eran de un tacón muy fino y de unos diez centímetros. Todo esto había hecho que me empalmara, es algo que no puedo evitar, estas situaciones así me excitan mucho.
-Como tu amiga sabe muy bien quién eres, de rodillas PERRA y chúpamela, mira cómo me has puesto.
-Juani. -Yo me voy, te espero en mi habitación Isabel.
-No, tú te quedas, no voy a tardar mucho y ya os dejo tranquilas.
Fue un tiro al aire, para ver su reacción, pero no se movió. Me puse a su lado con toda la intención, lo que obligó a Isa, que se le había puesto una cara de lo que es, una PERRA, a andar a cuatro patas hasta donde estábamos. Se puso de rodillas, bajo el pantalón y como ya estaba dura y tiesa, llevó sus manos atrás y empezó a chupar y lamer. No aparte la mirada en ningún momento de Juani, que no podía apartar la mirada de cómo su amiga y consuegra me comía la polla.
Noté su respiración agitada y no queriendo perder más tiempo, no iba a tardar mucho en correrme, lleve mi mano derecha a uno de sus pechos, por encima del vestido y lo apreté con ganas, que le hizo dar un paso atrás y por primera vez desde que su amiga estaba de rodillas comiéndome la polla me miró, entre sorprendida y asustada, pero su excitación la traicionó o pudo más que su voluntad, porque sin decirle nada, volvió a acercarse. Volví a llevar mi mano a sus pechos, pasando de uno a otro, mientras se le iban escapando gemidos que trataba de ocultar a su amiga.
Cuando me iba a correr, la cogí del pelo y la acerque a mí, dándole un morreo en toda regla, que aceptó de muy buen grado. Me vacíe en la boca de Isa, sin dejar de besar a Juani. No quería parar, no quería que se le fuera la excitación.
Me separé de Isa y sin dejar de besarla la fui empujando hacia la cama, una vez la tenía donde quería la empuje fuerte y si dejarla reaccionar, metí mi cabeza entre su vestido y sus gordas piernas, viendo que lo que llevaba eran pantys, pero la muy guarra no llevaba bragas.
-Ufffff, GUARRA, estas chorreando…
Me costó, porque entre el vestido, su gordura y los pantys, metí mis manos y rasgué los pantys, llevando mi lengua a su coño, no le había dado dos lengüetazos, cuando sentí sus manos en mi cabeza.
-Juani. -Me corroooo uffffffffffff, me corroooo.
No quise seguir, porque mi objetivo era ese, que se corriese. Me puse de pie, mientras Isa seguía de rodillas, con una mano en su coño y la otra en sus pechos.
-Isa. – ¿Puedo correrme AMO?
-Hazlo PERRA.
Vaya si lo hizo, fue intenso y de los más largos que le había visto, y ya llevábamos unos años juntos. Mientras Isa se recuperaba, Juani se había levantado de la cama, se le notaba avergonzada y estaba roja como un tomate.
– ¿Todo bien Juani?
-Juani. -No tendría que haber pasado, nunca he engañado a mi marido, ya le dije que mi situación no era la misma que la de ella…
-No quiero saberlo aún, ya tendremos tiempo, si lo deseas claro, ahora dime que no has disfrutado, que no te ha gustado.
-Juani. -Eso no lo puedo negar, llevaba mucho tiempo sin saber lo que es un orgasmo, ya ves que mi cuerpo no es muy apetecible, y la última vez que tuve sexo con mi marido, que ya hace meses, ni me corrí, la verdad es que con él me he corrido muy pocas veces, él llega se desfoga y se duerme.
-Y tú te tienes que masturbar.
-Juani. -Así es Raúl, pero ni eso hago.
Me apetecía seguir conociendo más sobre Juani, pero tampoco sabía si tenían algo que hacer o las estaban esperando.
– ¿Qué vais a hacer ahora?
-Juani. -Ufffff, se nos ha ido el santo al cielo, mi cuñada ya nos estará esperando.
Entre tanto Isa había ido vistiéndose…
-Isa. -Es verdad AMO, nuestros maridos se han ido a tomar algo y a cenar con unos amigos suyos, nuestros hijos también han quedado a cenar con unas parejas amigas suyas. Al final hemos comido las dos familias juntas, pero Esther tenía un compromiso y no ha podido venir.
– ¿Y vosotras?
-Isa. -Pues nosotros hemos quedado abajo con mi Amiga Ana, que a la vez es su cuñada AMO, ella ha ido a cambiarse y nosotras íbamos a hacer lo mismo, pero me he adelantado, deseaba verlo, pero ya sé que ha sido un error.
Me hice el loco cuando hablaron de Ana, pero mi descanso se fue al garate.
-Como has terminado de vestirte bájate tú y dile a su cuñada que ella bajara más tarde, invéntate lo que quieras.
-Isa. -Voy AMO, aunque hoy está muy rara conmigo, ya la he pillado varias veces mirándome y riéndose.
-Juani. -Mi cuñada es que es muy rara, no te entretengas que ya sabes cómo se pone cuando alguien llega tarde, es inaguantable.
Sabía perfectamente porque se reía al ver a Isa, pero también descubrí que las dos cuñadas no se llevaban muy bien.
-Juani. -Voy a mi habitación a lavarme un poco y cambiarme, no tardo mucho.
-Voy contigo.
-Juani. -No por favor, dejémoslo aquí, no soy como Isa, no necesito…
-No te he preguntado si puedo ir, he dicho que voy.
Agacho la cabeza, no sabía su secreto, ya tendría tiempo de averiguarlo, pero sí que era lo suficientemente importante, como para obedecer, aun sabiendo lo de Isa. Entramos en su habitación, que era en la que vi esa mañana a Yolanda.
-Juani. -Voy al baño a lavarme y cambiarme Raúl.
-De eso nada, de lavarte nada y cámbiate aquí delante de mí, quiero verte.
Fue más una orden que una petición. Llevo sus manos a la espalda, desabrocho el vestido y lo dejó caer a sus pies. Estaba gorda, pero de esas que llaman gordibuenas, tenía unas tetas enormes y eso que las llevaba enfundadas en un sujetador precioso negro, los pantys les llegaban por encima de la cintura a través de los que se le divisaba un coño brillante y depilado. No se les notaba que estaban rotos, sus propias carnes lo tapaban.
-Para, no te quites nada más, quédate así, ponte algo y ya nos podemos ir.
No hablo fue al armario y cogió un vestido azul, no tardando nada en enfundárselo…
-Juani. – ¿Puedo cambiarme los zapatos?
Me gustó mucho que preguntara.
-Si hazlo.
Cogió unos zapatos casi idénticos a los que llevaba pero de color azul, a juego con el vestido.
– ¿Te gustan mucho los zapatos de tacón?
-Juani. -Si, digamos que es un vicio, un fetiche.
Iba tomado nota mentalmente de sus palabras, me parecía que era alguien que debido a su peso no dejaba salir su verdadera personalidad.
-Me ha gustado lo que he visto, ahora vete, ya seguiremos con nuestra charla.
Me acerqué y la volví a morrear, al principio se quedó parada, pero al momento respondió al morreo con ganas. Fui a mi habitación y me metí directamente en la ducha, mis planes habían cambiado totalmente. Me vestí y sabiendo la cara de sorpresa que iban a poner más de una, entre en la cafetería del hotel, no tardando en dar con las tres. Me acerque…
-Buenas tardes Isabel y compañía.
Menos Ana, cosa que me sorprendió y gusto, las otras dos se pusieron rojas y nerviosas.
-Isa. Hola S…, Raúl, ¿ya has terminado con Julio?, ya conoces a mi consuegra Juani y esta es mi amiga Ana, también es cuñada de Juani.
Acercándome a Ana le di la mano y dos besos.
-Ana. -Si estás solo siéntate con nosotras, estamos haciendo tiempo para cenar.
-Si no os importa lo haré y si aceptáis un acompañante más para la cena, me hacéis un favor y no lo hago solo.
-Ana. -Por supuesto que aceptamos.
Estaba seguro de que Ana lo hacía por Isa, en ningún momento sospechó que su cuñada también estaba en el juego. Tuvimos un rato tranquilo y distendido, lo que llevó tanto a Isa como a Juani a tranquilizarse, mientras que a Ana de vez en cuando se le escapa una mirada pícara hacia mí, solo hablábamos de la boda y de todo el ajetreo que llevaban ya a cuestas. Cuando estábamos terminando de cenar y como el vino había circulado bastante…
-Vamos a mi habitación a tomar una copa, así nos quitamos de en medio y dejamos a esta gente que recoja.
No era tarde, pues acababan de dar las diez de la noche, y estábamos solos en el restaurante y solo nos prestaban atención a nosotros, lo que me cortaba, no era cuestión de levantar la liebre ante quien nos iban a atender al día siguiente.
-Ana. -Yo tendría que irme Raúl, no es tarde, pero no debo de beber más, tengo que conducir.
Intentando no quedarse a solas con Isa y conmigo, sin saber dónde se iba a meter…
-Juani. -Quédate un rato Ana, tu hermano no tardará en llegar, de todas formas ya tendrías que irte en un taxi, y cuando él llegue te vas, ya sabes lo mal pensado que es, y si estas tú no dirá nada.
-No es una obligación, solo era una idea y si queréis vamos a la habitacion de Isa, no quiero provocar una pelea por una copa.
-Isa. -No va a pasar nada, vamos a mi habitación y si Ana se quiere ir no la obligues.
Cada una con sus intenciones presionaban a Ana, Isa pensando en que si estaba Ana no iba a disfrutar de su AMO, y Juani quería que se quedara para que no pasara nada, que ilusas eran las dos. Estratégicamente me situé tras Isa y Juani, por lo que la única que me veía era Ana, así que mirándola, asentí con mi cabeza
-Ana. -Me tomo una y me voy, de todas maneras voy a dejar aquí el coche.
-Perfecto, id subiendo que voy a pedir hielo y copas de cristal, ¿Me ayudas Ana?
Me quería quedar a solas con ella y era la excusa perfecta. Isa y Juani se fueron para el ascensor, Isa iba un poco enfadada y a Juani se la veía relajada.
-Ana. -No sabía que hacer SEÑOR…
-Por eso te he asentido con la cabeza, y también me he querido quedar a solas contigo, ¿confías en mí?
-Ana. -Soy suya, no creo que haga falta decirle más.
-Vamos.
Cogimos el hielo y las copas de cristal que nos dieron y subimos a la habitación. Dentro del ascensor, me acerque y la bese, la morree, quería que entrara excitada a la habitación. En la habitación, Isa estaba sentada en la cama y Juani se había sentado en el pequeño sofá de la habitación, quedando libre dos butacas, tenían que haber estado discutiendo, se las notaba algo agitadas, aunque Juani al ver aparecer a su cuñada se tranquilizó.
-Aquí estamos con las copas, Isa mira ver que quieren tus amigas y a mí me pones lo de siempre, si falta algo, me acerco a mi habitación.
Al ser una mini suite tirando a suite, estaba bien servida. Ninguna se sorprendió al oír como se lo pedí, porque sonó más a orden que a favor, claro está que las dos desconocían que tanto una como la otra, sabían de la condición de Isa. No quería alargarlo más, estaba muy excitado y con ganas de probar a Juani.
-Vamos a dejar las cosas claras PERRAS…
Juani y Ana, se pusieron tensas…
-Las tres estáis excitadas como PERRAS.
-Juani. – ¿Qué estás diciendo?, ¿Qué te crees?, no estoy nada excitada, al revés, y no me gusta que nos faltes al respeto a mí y a mi cuñada, si Isa lo acepta allá ella.
Ana miraba a su cuñada, no esperaba esa respuesta, o no de esa forma, y como me reconoció después, eso la hizo ver que su cuñada sabía más de la cuenta o que ya había participado, que fue lo que la llevo a responder como lo hizo a mi pregunta.
– ¿Confías en mí?
-Ana. -Siempre SEÑOR.
Me gusto la cara que puso Juani, entre indignación y vergüenza, pero lo que más me gusto fue la cara de estupor de Isa.
-Está bien, si no estas excitada, ahí tienes la puerta, pero Ana se queda.
Se levantó pero no hizo por irse…
-Vosotras desnudaros, quedaros solo en lencería, ¡¡¡ya!!!
-Isa. – ¡Ana! ¿tú?, ¿cuándo?, ¿cómo?
-Ya te enteraras PERRA, te he dicho que te desnudes ¡¡¡ya!!!
Pego un salto de la cama, sabiendo que había vuelto a meter la pata. Ana muy tranquila, se deshizo del vestido, quedándose con un conjunto rosa palo de sujetador y braga, medias negras y sus zapatos de tacón, mientras que Isa iba todo de negro.
-Juani. -Ana no entiendo…
-Ana. -No tienes que entender nada, ni tú ni la ZORRA de Isa, de las tres soy la única que no tiene que dar explicaciones.
Saque la llave de mi habitación y dándosela a Isa…
-Ve a mi habitación y tráeme la bolsa PERRA.
Ni pregunto si se podía poner algo, agacho la cabeza y salió de la habitación a por la bolsa. Si de algo estoy seguro, es que esa situación de peligro, de exhibición, le excita mucho, que le vamos a hacer, a pesar de todo la quiero.
-No te lo voy a repetir, aun estas a tiempo de irte.
Me acerqué y llevando una vez más una de mis manos a sus inmensos pechos, no sé si por bloqueo o por excitación, el caso es que no me lo impidió, por lo que la otra mano la introduje bajo su vestido, lo que la obligó a abrir las piernas, hasta llegar a unos pantys muy húmedos y no sin trabajo conseguí llegar con mis dedos a un coño que era puro agua. Quería llevarla a un punto de no retorno, no iba a dejar que se corriera, quería obligarla a pedirlo.
-Isa. -Aquí tiene la bolsa, he metido lo que había encima de la cama AMO, espero haber acertado.
No conteste, estaba centrado en Juani, y en notar como su respiración era cada vez más agitada, a la vez que sentía como no podía evitar que se le escapasen gemidos.
-Juani. -No, por favor, uhmmmm, no sigas, nunca le he sido infiel a mi marido, por favor pareee, uhmmmm aggggg.
Pare, pero no por lo que me dijo, sino porque no quería que se corriera. Deje los casi buenos modales, saque mi mano de su coño y con brusquedad la puse de espaldas a mí, a la vez que me iba girando, para dejarla frente a Isa y Ana, que estaban ambas de pie sin perder detalle, baje la cremallera del vestido, pero como aun así iba a costar, metí ambas manos y se lo rasgue, iba a follármela, tiré de lo que quedaba del vestido, haciéndolo caer al suelo, quedándose medio desnuda frente a mis dos PERRAS, sin trabajo pude quitarle el sujetador, dejándolo caer al suelo junto al vestido, dejando aparecer unas enormes tetas, que debido al peso y tamaño le llegaban al ombligo, porque a pesar de estar gorda, no tenía barriga. Apreté sus pezones y se los fui pellizcando mientras la llevaba a la cama.
-Te voy a soltar GUARRA, te voy a dar la última oportunidad, te subes a la cama y te abres de piernas para mí, o recoges tu ropa y te vas.
Agacho la cabeza, para no mirar a su amiga y a su cuñada y dando dos pasos se subió a la cama, se tumbó boca arriba y se abrió de piernas, que no se notaba mucho debido a sus gordos muslos.
Me gusto ver la cara de las otras dos, cara de PERRAS, deseando que las dejara participar, y sabiendo que no podían ni tocarse sin mi consentimiento.
Tiré de ella hacia el filo de la cama, me desabroche los pantalones, me saque la polla, apoye sus piernas en mis hombros, metí mis manos entre sus piernas, para romperle aún más los pantys, unos pantys chorreantes de sus jugos y la penetre con fuerza, con ganas. No me dio tiempo ni a entrar en su coño…
-Juani. -Me corroooooooo, agggggg, ufffff, sigueeee, no paresssss cabronnnnn.
-Uffff, que estrecho GUARRA, que sepas que me acabas de insultar, lo vas a pagar…
No hable más, me concentre en intentar aguantar, mi excitación era mucha, era un coño casi virgen, muy estrecho. Cuando empezó otra vez a jadear y a decir que se corría, me vacié dentro, llegando al orgasmo juntos. Me retire, dejando caer sus piernas de golpe al suelo, dejándola con medio cuerpo en la cama y el otro medio fuera, sentándome en una de las butacas.
-Desnudadme PERRAS -Las dos se pusieron rápidamente de rodillas, mientras Juani seguía recuperándose de los dos intensos orgasmos que había tenido. Entre las dos me desnudaron-Quitad a esa GUARRA de la cama, quiero que saborees el coño de Isa, y con el culo ofrecido PERRA.
No me esperaba esa brusquedad por parte de Ana, que empujo a su cuñada de mala manera, haciéndola caer de la cama, y esta solo se acurruco, quedándose en el suelo, sin mover, sin hablar. Isa se tumbó, se apartó la braga, invitando a Ana con su mirada de PERRA excitada. Me levanté y sacando una pala con pinchos de mi bolsa, me puse tras el culo de Ana.
-Vas a recibir veinte azotes, por la falta de respeto que ha tenido la GUARRA de tu cuñada hacía tu AMO, a partir de hoy será tu obligación educarla, como lo hagas es cosa tuya, ¿lo has entendido?
-Ana. -Si AMO, lo hare, aunque tenga que despellejarla a correazos.
-Cómele el coño a tu amiga, y no pares hasta que acabe de azotarte.
Sabiendo su vena masoquista, no me extraño que al segundo azote se corriera, no sé cuántas veces lo hicieron, tanto Isa como Ana no pararon de gemir y correrse hasta que termine de darle los 20 azotes, que los fui dando cada vez más fuertes y espaciados.
Al terminar Ana fue subiendo su cuerpo hasta dejarlo emparejado con el de Isa, abrazándose a ella y empezando a besarla, a compartir sus jugos. Me volví a sentar, esta vez en el sofá, comprobando que Juani estaba sentada sobre su culo en el suelo, pero una de sus manos estaba entre sus gordos muslos.
-Ven aquí GUARRA GORDA.
Quería ver su reacción a mi insulto, no dijo nada, solo hizo intención de levantarse, pero no le dio tiempo, aun no sé cómo lo hizo, porque ni me di cuenta de que Ana estaba junto a ella.
-Ana. – ¿Qué haces GORDA? -Le soltó un bofetón que le dejo su pequeña mano totalmente marcada en la cara- Andado como lo que eres, una CERDA, mi AMO me ha encargado tu educación y te juro que lo voy a cumplir.
Gateando se acercó…
-De rodillas VIEJA GORDA.
Seguía seria, pero no había derramado ni una lagrima y su respiración aun delataba su excitación.
-Ahora recoges tu ropa y te vas a tu habitación a esperar al cornudo de tu marido, porque ahora si lo es.
-Juani. – ¿Y ya está?
-Nada de lo que ha pasado aquí ha sido obligado, en todo momento te he dado la oportunidad de irte. Ahora espero que seas discreta, que esto que ha pasado se quede aquí, no sé qué sabe de ti MI PERRA, pero supongo que debe ser lo suficientemente grave o importante como para que tú le hayas guardado la espalda y hasta proporcionado coartadas, así que si se te ocurre hablar o tomar alguna represalia contra Isa y sobre todo con tu cuñada, tú también caerás, ¿lo has entendido?
-Juani. -Podéis estar tranquilos, además que como me dijo antes Ana, es la única que no tiene que darle cuentas a un marido o una pareja.
-Eso espero, puedes irte, pero no se te ocurra vestirte.
Agacho la cabeza, se levantó, recogió su ropa, y cuando estaba junto a la puerta, se giró…
-Juani. – ¿Y si quisiera seguir?
-Ya me has oído antes, Ana te pondría al día de tus obligaciones, tendrás que obedecerla en todo y cuando digo en todo es todo, con una sola queja que me dé de ti, nunca estarías conmigo.
-Juani. – ¿Hasta cuándo me lo puedo pensar?
-Tienes hasta mañana antes de la boda, le deberás mandar un video a Ana masturbándote, totalmente desnuda, donde se te vea bien y aceptándola como tutora.
No dijo ni adiós, abrió la puerta, miro a ambos lados y salió de la habitación.
-Tú tendrás que irte, que mañana va a ser un día ajetreado.
-Ana. -Si, tengo a las nueve la peluquería SEÑOR.
-Vístete, y deja el coche aquí, Isa llama a recepción y que pidan un taxi. Me voy a mi habitación a dormir y ahora sí que espero no veros a ninguna hasta mañana en la boda.
Al entrar en mi habitación me encontré a Lu, se había quedado dormida encima de la cama, ni me había acordado de ella, al cerrar la puerta se despertó.
-Lu. -Hola AMO, me he quedado dormida. Cuando hemos llegado mi hermana y yo, lo hemos visto cenando y como había una señora que no conocíamos no lo hemos querido poner en un compromiso y luego Mimi no has contado más o menos lo que ha pasado esta tarde.
-Mañana te cuento, ahora necesito dormir.
Me volví a desnudar y me metí en la cama, mientras observaba a Lu desnudarse, quedándose solo con la medias, ufffff, me estaba volviendo a excitar, pero tenía que descansar, el sábado iba a ser un día largo e intenso. Se estaba metiendo en la cama, cuando sonó un aviso de whatsApp en mi móvil…
-Acércamelo Lu.
Me lo dio, y al abrirlo vi que era de Ana…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener y someter a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
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