Mi bella suegra es un cañón de mujer: sexy, atractiva, provocadora; 48 años, unas curvas peligrosas (gasta una talla 105 de pecho), rubia de labios carnosos y unas piernas de adolescente.
Estaba temerosa pero tan poco así nada quería ver hasta donde llegaba la audacia de mi tía Imelda para tocarme tan impunemente, me miro y sonrió nuevamente ahora paso su mano por detrás y rodeaba mis hombros al tomarme por el hombro contrario a ella, hizo que me acercara y con su otra mano, tomo nuevamente mi rodilla empezó a subir mi falda.
Mientras mamá bajaba a la cocina a preparar una estimulante bebida para apaciguar mi dolor yo me hacia a la idea de que tenia que contarle todo, era la única manera que yo tenía para sentirme aliviado, no pasaron muchos mitos hasta que mamá llego con las copas.
Cuando esta completamente desnuda, se recuesta sobre la cama boca arriba y se hace la dormida, yo me desnudo a velocidad supersónica y dudo un momento: en la cocina, a menos de 20 metros, se encuentran sus papas, mis papas, todos nuestros tíos y hasta los abuelos, pero solo dudo un segundo antes de comenzar a besarle los pechos, ella comienza a empujar mi cabeza hacia abajo, hasta llegar a la entrada de su vagina y enseguida comienzo a comérmela.
Cierto que me hizo avanzar muchísimo, al tenerlo cerca me desinhibía al punto que adoptaba por completo la iniciativa; mis manos cobraban vida propia y recorrían, palpaban y acariciaban por completo su delgado pero firme cuerpo, haciendo malabares para meterse por debajo de sus odiosos jeans, de modo tal que no fuéramos descubiertos por las otras parejas o los mirones que rondan los pastizales.
Apenas me subí al taxi, la primera vez, me llamo la atención, mas bajo que yo, media 1.70, yo mido un 1.83, el de ojos verdes tez blanca, un tipo interesante, bueno el hecho que estábamos rumbo a su domicilio, llegamos, resulto que vivimos muy cerca, entramos a su casa, pasamos a su dormitorio, y me dijo sin mas.
Esa tarde él estaba con su novia en su habitación, mientras, yo leía en mi cuarto, podía oírles un poco, Cesar le pedía tener relaciones, pero ella le decía que no, que se tenia que ir, oía a mi hermano excitado y frustrado, pero ella no cedía y al final mi hermano se quedó con las ganas pues ella se fue, oí como la acompañaba hacia la puerta, y entonces pensé que esa sería mi oportunidad, mi hermano estaba caliente
Todavía no había terminado de hablar y ya se había introducido la polla de Arnol en la boca empezó a chupársela de tal manera que Arnol tardo mas bien poco en correrse Sandy con carita de viciosa lo miraba mientras de deleitaba con el placer que le daba tragarse todo el semen de su amado.
Después de ese fracaso como ya tenia edad para alquilar videos, iba a la tienda y de un momento a otro me dispuse a alquilar una película pornográfica, de ahí aprendí muchas cosas, y es la verdad, y no sabia que estaría por poner en prueba todas mis conocimientos muy pronto.
Al entrar, rápidamente me di la media vuelta y quedé dándole la espalda y con la fuerza del empujón inicial, prácticamente caí en el, sentí como mi trasero golpeó contra su vientre bajo y por acto reflejo, se movió hacia atras un poco, pero al cerrarse las puertas, adoptó una posición más cómoda, ligeramente rozándome.
¿Acaso pensaba que se quedaría a vivir conmigo o que? Igual estaba confundido, como yo. Pero no me lo creí. Él no estaba confuso, Santi era mayor que yo y yo ni siquiera tenía los 18. ¿Porqué tendría que quedarse conmigo?
Esa delicia carnosa y juvenil. Eufórico levanté a Tania de mí y me puse a lamerle el coño a la rusa. Y Mónica se puso a hacer lo mismo. Que gozo me produjo ver a la puta sonriendo por el placer que le estábamos dando con nuestras lenguas al mismo tiempo.
Estuvimos durante un largo rato besándonos, hasta que ella se apartó de mi, y poco a poco se fue desnudando, hasta quedar solo, con un diminuto tanga de bikini. Luego se acercó hasta mi, y empezó a desnudarme, mientras besaba cada parte de mi piel que quedaba al descubierto.
Se paro y me hinco desnuda. Se podían ver mis tetas grandes, como melones, me seguí sintiendo muy confundida, no sabia si podía seguir resistiendo, o acceder libremente a sus deseos. Comenzaron a desnudarse y a murmurar entre ellos. El chaparro se acerco desnudo a mi y puso su pene en mi boca bruscamente.
Que tonterías dices, seguro que es un chico estupendo. Mi amor, estoy tan orgullosa de ti. Deja que te peine el flequillo. Estás radiante. Y voy a casarme dentro de 4 días con el hombre más maravilloso del mundo. Jamás he sentido algo así por nadie, lo sabes ¿verdad?
Como si hubiera adivinado las intenciones de Junior, nos dijo que nos esperaría en la habitación y que no tardáramos. Nosotros optamos por quedarnos un poco más en la sala. Nuestra intención era que ella se impacientara lo que haría que, cuando estuviésemos a su lado, sintiera más las ganas de poseernos. Pero hay que admitirlo, los impacientes éramos nosotros.
Fue entonces que dirigió su mano hacia la entrepierna de Carlos, le bajó el cierre del pantalón y le sacó el miembro, que a esta altura estaba casi por estallar. Lo empezó a acariciar suavemente subiendo y bajando su mano con lo que provocaba que la piel se deslizara de arriba a abajo, dejando al descubierto la rojiza cabeza y excitaba sobremanera al hombre.
Era 23 de diciembre cuando fui a su casa para darle la noticia, salía de viaje al día siguiente; se puso triste, pero enseguida cambio de actitud, me dijo que la esperara a que se arreglara para que saliéramos aprovechando el ultimo día que iba a estar en la ciudad.
Fue en uno de esos tantos viajes a la zona de baile cuando motivada por una canción muy sensual llevo uno de sus dedos a mis labios apenas me dio tiempo a reaccionar ya que cuando la conciencia me volvía a mi apenas no me dio tiempo a disfrutarla porque me sumergí en los jugos de su boca que alimentaban la sed que todo el calor de la sala, sus movimientos y todo aquello se veía acumulada en mi cuerpo sudoroso.
El día después de aquello mi esposa me confesó que realmente fue el mejor sexo que había tenido, que no me ofendiera pero que realmente no creía que pudiera volver a gozar otra vez como ese día, que había fantaseado con ello pero nunca se había atrevido a contármelo pero estaba feliz porque lo había concretado y compartido conmigo.
Después de un cigarrillo me dijo que no sabía cuántas veces había acabado mientras acariciaba con ternura mi pija. Resultó que era multiorgásmica, pero que hasta ese momento no lo sabía. Realmente estaba obsesionada con mi pija. La miraba, la acariciaba, me decía que era grandecita, suavecita...
Durante unos segundos dudé, y luego cerrando los ojos asentí con la cabeza e instintivamente mis manos fueron resbalando sobre los muslos de aquellos jóvenes, y una vez allí no tardé en encontrar unos enormes y alargados bultos que palpitaban bajo la cremallera de cada uno de los pantalones.
Le confesé que escribo relatos eróticos para publicar en Internet, y se rió muchísimo, entonces le ofrecí pasar a mi habitación, donde estaba la PC, para que leyera alguno si así lo deseaba.
El viernes te llamé y no te conseguí. Hablé con Greg. Es una lástima que no estuvieras, pues la razón por la que te llamaba era que estaba caliente y me estaba masturbando y quería que me escucharas cuando me viniera.
Le pedí que se acostara en el piso y al hacerlo me imaginé la figura de un velero con su poderoso mástil. Me senté sobre él y de a poco, tratando de vivir cada tramo de esa caliente carne, me deslicé hacia abajo y eso me ponía más loca.
Sin decirse palabra alguna caminaron abrazadas hacia el cuarto de dormir de la dueña de casa para estar más tranquilas y fuera del alcance de miradas indiscretas, se desnudaron totalmente y ya sobre la cama se acariciaron por todo el cuerpo terminando cada una con su cabeza hundida en la entrepierna de la otra en un 69 interminable.
Ese fin de semana, cuando ya estaban trabajando los hombres, tuvimos mucho sexo a manera de despedida. Como yo soy bastante ruidosa al hacerlo, cuando bajamos de la habitación después de haber pasado buena parte de la tarde cogiendo, los albañiles nos miraban con curiosidad y sobre todo a mí.
Cuando mi madre notó mi primera convulsión también gritó, sus uñas se clavaron en mi espalda y mordió con fuerza mi hombro para intentar sofocar su chillido de placer. Me dolía ,pero el gusto era tan intenso, notando el enorme cuerpo de mi madre abrazado al mío, sintiendo como ella se convulsionaba por su orgasmo, como yo su hijo la estaba haciendo correrse de gusto, que el dolor se convirtió en una sensación alucinante.
Empezó a acariciarme la verga y fue bajando hasta ponerse entre mis piernas como lo hace siempre metiéndosela casi toda en su boca y dejando su culo y su conchita paraditos apuntando para fuera de la cama como si estuviera esperando algo.
Cuando estaba a punto de correrme, se la saco de la boca y me tumbo en la cama quedando mi pija completamente levantada, entonces la puso entre sus dos enormes tetas y me la comenzó a menear así, chupando el cabezón cuando asomaba entre ellas.