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Nunca supe quien fué

Empecé a acariciarle la verga y fui bajando hasta ponerme entre sus piernas como lo hago siempre porque se que a él lo enloquece y me la metí casi toda en la boca, dejando mi culo y mi conchita paraditos apuntando para fuera de la cama como si estuviera esperando algo.

Inocente a los 18 VI

Vuelvo a ver aquel hombre y me enseña su lengua moviéndola rápidamente, me cambio de silla de modo que quede a la vista de el, lo miro y abro mis piernas y el abre los ojos y los clava en el movimiento que estoy haciendo, volteo a ver a Clara y Luis si no me ven, ellos están metidos bailando, busco a Pepe y no se ve, dirijo nuevamente la mirada al regordete, me sigue viendo, me toco mi chocho y dirijo mis dedos a mi boca, el regordete cierra los ojos y se chupa los labios

Tiro por la culata

Pensó que el tipo podía llegar a hacerle daño dado la situación en que se encontraba, así que por favor le pidió una vez más que la dejara ir, que no lo hiciera, que la respetara como mujer y pensara con qué cara podría mirar luego a su marido a quien quería tanto.

Verdad… consecuencia

Con el segundo, el joven de 30, se entretuvo más tiempo (la muy pícara se dio cuenta lo que tenía entre manos, mejor dicho en la boca, y supongo que por las dimensiones se dio cuenta que yo no era, pero se la chupó por un buen rato ante la mirada molesta de su joven esposa y los celos que me estaban atacando por la situación). También respondió negativamente.

No sentí remordimientos

Tras quitarme el abrigo retiró de mis hombros las frágiles cintas que sostenían mi vestido, dejando al descubierto mis tetas, ya que no llevaba corpiño puesto, las que listas y anhelantes por sentir el roce de sus manos, se erguían en su punta haciendo innegable mi extremo estado de deseo.

Cuatro décadas

Esa tarde de invierno aparentaba ser una tarde más de su rutinaria vida, sus chicos con el padre y ella caminando un rato por la costanera, recordó con una sonrisa, cuando le robó un beso al marido de una amiga de la escuela, sonrío más fuerte al ver que otra amiga se había dado cuenta de todo eso en la casa de el, la costanera con los arboles sin hojas, flanqueaban el marrón río que bajaba presuroso como la vida que ella quería y no encontraba.

Mi amiga Laura

Un día habíamos salido a hacer ejercicio corriendo por la playa yo la miraba, ella estaba divina con sus pantaloncitos y su tanguita por encima y uffff me tenia loquita, yo me puse unos short pequeñitos y una camiseta que dejaba ver mi ombligo pienso que estábamos muy sexy, después de terminar de hacer ejercicio llegamos a casa.

Cristian

Caminaba con dos de mis amigas por una calle alejada del centro del pueblo al encuentro de los chicos, habíamos quedado con ellos. Unos metros antes de llegar hasta ellos pudimos ver que estaban sentados sobre sus motos. Uno de ellos encendió el motor y llegó hasta nosotras.

Affaire con el joven abogado

Cuando arribaron a Mendoza se alojaron en un hotel cuatro estrellas en dos habitaciones (en una las mujeres y en la otra los hombres), porque no había disponible en ese momento 4 singles, como habían pensado antes de la partida, ya que se desarrollaba un importe evento en la capital de la provincia y la capacidad de todos los hoteles estaba colmada.

Hogar dulce hogar V

Sé que te perderé algún día, que desaparecerás y que yo volveré otra vez a la tristeza de siempre, al sinsentido de mi vida, porque gracias a ti le he encontrado sentido a todo esto que antes no lo tenía, gracias a tu dominio me siento en paz, tengo equilibrio emocional y soy feliz.

Lo que mas quiero I

A las 11:30 llegaron, el abrió la puerta del auto, y se dirigió hacia la de ella, abrió la puerta como todo un caballero, y ella salió deslumbrante, el cerró la puerta y la abrazó por la cintura, ella cruzo sus brazos sobre su cuello y se besaron, yo mientras miraba por la ventana sentía ganas de salir para matarlo, estaba dispuesto a matarlo. Cuando se despidieron, y ella caminaba hacia la puerta, baje corriendo hacia la sala para esperarla.

Andrei el rumano II

Hacía unos días que, al salir del bingo de 4 caminos, en la ciudad de La Coruña, ciudad donde vivo, al irme para casa tuve que parar justo debajo del viaducto a causa de la tromba de agua que ese día estaba cayendo. Estando esperando a que amainara un poco la lluvia, había salido de un monovolumen que había allí aparcado, un joven rumano, Andrei, se llamaba, con el que había estado follando; bueno más bien me había dado por el culo, y por cierto que me había dejado bien satisfecho.

Menage a trois

Le propuse mirar por el agujero de la cerradura para ver que pasaba adentro y cuando ella se agachó para espiar su corta pollerita me dejó ver su culito redondo y, como es delgada, la bombacha se le encaja en medio de la concha dando la sensación de que es puro tajo.

Me gustó pasar la prueba

Les grité a los visitantes que se marcharan, que eran unos degenerados al igual que mi marido y no que era una puta dispuesta a hacerles favores. Me puse a lagrimear y les pregunté por qué me hacían esto a mí e indirectamente a sus esposas que eran mis amigas. Por qué me humillaban de esa manera si nunca les había dado motivos para ello.