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Le confieso a mi sacerdote que he follado con mi novio y me pone como penitencia repetirlo con él

Yo hacía lo imposible por contener mi eyaculación cuando ella platicó que, para no hacerlo enojar, accedió a las caricias de rigor el besito en la boca, las caricias con las manos, pero que cada vez eran más atrevida, pues comenzó a pasar sus labios y lengua por el cuello y nuca, mientras sus manos lo mismo le daban ligeros apretones a sus pezones, que le masajeaba las nalgas y le hacía sentir su entrepierna, con un paquete bastante duro.

Kate y Linn

Los disparos apenas resonaron, amortiguados por el silenciador de la pistola. Del otro lado de la habitación, la figura ágil y hermosa de una mujer se deslizó tras un sillón buscando resguardo al tiempo que se llevaba la mano al hombro izquierdo que empezó a manar sangre.

Mi exnovia Sabrina

Era una chica muy linda de cara, medio petisa y pelo bien lacio, tenía unas tetas tremendas y era lo que más se le notaba, su culo no era tan bueno pero por lo menos se defendía.

Vannesa entre dos volcanes: fuego sexual

Portaba también una faldita de esas de pliegues de color gris debajo de la cual llevaba unas braguitas blancas con unos diminutos dibujos de conejitos, tenía un culito pequeñito pero prieto y ligeramente respingón y un chochito muy peludo (aunque estaba pensando depilárselo aunque solo fuese un poco).