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Mi primera ama I

Llame a su puerta y me abrió ella, ella es una mujer madura de algo mas de 40 años, de complexión normal un poco ancha de cadera , con pelo morena medio largo rizado, ella estaba vestida con una falda negra, una camisa también negra y medias negras con unas sandalias de estar por casa. Me dijo que entrara, yo entre , no sabía que íbamos a hacer primero si hablaríamos un rato o tomaríamos algo, pero no fue así ella desde un principio mostró su severidad y dominancia.

Una mamá para cuatro II

Los otros que se habían corrido aprovechando que mi esposa estaba a cuatro patas y sus pechos colgaban como los de vaca, se situaron cada uno de ellos dos, en cada pecho de mi mujer y comenzaron a ordeñarle literalmente la leche de sus colgantes tetas, cayendo literalmente de sus pezones a sus bocas abiertas.

En el gimnasio

Por razones de trabajo solo podía ir o a primera hora de la tarde o a última hora, así que el primer dia decidi ir a primera hora de la tarde pues estaba casi vacío, siempre había un número entre tres y cuatro hombres, eran en su mayoría culturistas, totalmente depilados y con grandes pectorales, aquel día habíamos más que de costumbre, a la misma hora llegamos, tres, más los tres que había siempre, fuimos al vestuario a ponernos la ropa adecuada y a iniciar los ejercicios habituales.

El reconocimiento

Tenía los cachetes del culo al rojo debido a los azotes que le habíamos dado. La doctora me dijo que siguiera empujando mientras el cuerpo de Pilar se contorneaba cada vez que recibía un centímetro más de polla, había dejado de gritar pero sin duda lo estaba pasando mal.

Noche triste… triste?

La agarraron de un tirón y la apoyaron sobre mis piernas, yo estaba sentado en el sillón y ella estaba en posición perrito con la cabeza sobre mis piernas a 15 centímetros de mi pija, ella me miro a los ojos y no podía evitar ver mi pija, pues estaba enorme y muy cerca de ella, sus ojos estaban llenos de lagrimas, rojos, comenzaron a cogerla entre los 3, pasaban 1 minuto cada uno aproximadamente, la cogían con fuerza

Dos a un tiempo

De pronto empecé a sentirme inundada por una riada de caliente semen que con la fuerza de un grifo empezó a golpearme en lo más profundo de mí, lo que disparó en mi interior el más brutal orgasmo que jamás había sentido y que seguro nunca sentiré.

Iniciación zoofílica V

Ató un perro en cada argolla y yo fui llevada por toda la estancia con la correa, caminando a cuatro patas al lado de mi ama dándome tirones de vez en cuando para ir corrigiendo mi posición, un paso por detrás de mi ama pero no mas, siguiendo su ritmo de marcha, unas veces lento, otras más rápido, parándonos y enseñándome a sentarme con la cabeza alta y el culo a ras de suelo, era algo humillante

Liria VII: y Daniel

De inmediato dejó el garrote, se inclinó sobre él y lo embistió con su boca hasta que le tocó la profundidad de la garganta. Apretó los labios entre el glande y el prepucio comenzando a pajear a Boris moviendo su cabeza en lentos vaivenes. El chico se desesperaba, gemía.

El robo I

De pie miré como se recuperaba. Poco a poco su respiración se normalizó y nuevamente cubrió sus pechos con una mano mientras con la otra cubría su cara. Tenía mucho tiempo por delante. La agarre por el pelo y la levante del piso.

Chateaba buscando amigos I

El que en todo momento me había complacido, se levanto, me acomodo boca arriba y separo mis piernas y empezó una deliciosa sesión de lamidas en mi ano, que bueno ya estaba bastante lubricado y distendido, sin embargo me hizo elevar mi excitación todavía mas, luego puso mis piernas en sus hombros y apunto su cabeza a mi centro de placer

Despecho

Llego yo llevaba puesto un short blanco de deportes, de esos que se transparentan, y una playera sin mangas, él llega con una bermuda de gabardina azul, y le digo que paso Daniel, lo note demasiado nervioso no mejor no te digo nada, porque no somos amigos confía en mi, de hecho confiaba mas que en hermana y su cuñado

La mujer del paralítico

Hice que su bata cayera en el suelo pasando mis manos sobre sus hombros, hasta que solo se quedo vestida con una braguita blanca, bajé mi cabeza hasta sus senos y ella echo su cabeza hacia atrás mientras chupaba como un lactante con una fruición que dejaban escapar gemidos de su boca.