Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Desde el primer día que se fue a vivir con ellas le hicieron sentir como en su hogar sin imaginar lo excitante que sería su estancia allí

No pude dormir, pasé la noche pensando. Consideré que lo más conveniente sería no ir a la universidad (aun sabiendo que tenía examen) y me quedaría en casa teniendo sexo con ella mientras su mamá trabajaba. En la mañana, a la hora de los aeróbicos fui a la sala y la tomé por la cintura, lo extraño fue que me miro ofendida, me pegó una cachetada, me insultó y me preguntó que qué me pasaba.

Mi primera vez con una señora llamada Amelia I

Me desaflojó la correa, bajo el cierre de mi pantalón y eso me comenzó a gustar, al sentir sus cálidas manos en mi pene me hizo sentir más rico todavía. Lo tenía bien erecto y ella se puso a mirar, me tocaba con sus dedos el glande y quiso remangarlo hasta abajo, pero la mitad de mi prepucio estaba pegado todavía a la piel, la parte del frenillo la tenía intacta y pegada al glande.