Cuando logras hacer que tus hormonas estallen , no hay vuelta atras, solo quieres seguir el ritmo que te marca tu cuerpo y es ahí donde tenemos que estar preparada para no cometer errores...
Todo comienza porque tengo una hermana menor la cual tiene 20 años pero muchos dice que se ve más grande por lo que llegan a pensar que es mayor que yo, además de que físicamente así lo demuestra.
Mi cuñado volvió al living queriéndome explicar algo y cuando vio semejante escena me miro , lo miré y cerré los ojos con una guiñada como para darle el ok de todo lo que estaba pasando.
Fuimos a un bosque muy oscuro un poco alejado del centro de la ciudad donde se suele ir a pasar gratos momentos, nunca mejor apodado aquí como "Villa Cariño".-
Paso el tiempo y a medida que iba creciendo me volví adicto a las revistas y las películas porno y empecé a usar ropa femenina, sobre todo medias veladas, me exita mucho ponerme medias veladas y sentir esa sensación tan rica y suave, mirando mis piernas torneadas con esos colores y esa licra que me hace ver las piernas mas bonitas que las de muchas mujeres.
Estando en una ciudad costera con mi novia y mi cuñada asistimos a una de esas típicas veladas de noches de hotel que suelen ser tan cutres, en ésta la estrella invitada era un hipnotizador de tres al cuarto, que pidió voluntarios para su show y les durmió para que hiciesen el ridículo un rato.
Pase la mano por mi coñito, la llene toda y me comí los liquiditos, me encanta hacerlo, deje mi coñito sin nada, levante de nuevo las piernas y me saque el desodorante, lo metí un poco y lo metí fuerte de una vez, me folle el culo como una loca lo sacaba y lo metía con fuerza todo dentro.
Un día habíamos salido a hacer ejercicio corriendo por la playa yo la miraba, ella estaba divina con sus pantaloncitos y su tanguita por encima y uffff me tenia loquita, yo me puse unos short pequeñitos y una camiseta que dejaba ver mi ombligo pienso que estábamos muy sexy, después de terminar de hacer ejercicio llegamos a casa.
Noté que se corría porque un líquido pegajoso salió de sus piernecitas y me mojó los huevos, así que la saqué antes de correrme yo, y con rapidez la cogí por la cintura para voltearla y colocarla dócilmente a cuatro patas sobre la cama, con la tripita encima de las almohadas.
Jey se puso coloradísimo y me tapo la boca enseguida tenía miedo que alguien nos oyera y nos viera, yo le saqué la mano y le di un beso para demostrarle cuanto había disfrutado esa cogida. Escuchamos la voz de la guía llamando a los turistas y nos acomodamos la ropa.
Dos noches después, nos encontrábamos en la habitación que se nos asigno a mi amiga y a mi, discutiendo y analizando la información de las actividades del día y una vez que concluimos el reporte, Ricardo propuso que jugáramos a la botella, le dijimos que eso estaba bien para jóvenes, pero que nosotros debíamos intentar algo diferente
Un dia que ella acababa de ducharse se fue a la habitación, dejó la puerta mal cerrada, pasé por allí, me asomé un poquito y vi como la muy viciosa estaba abierta de piernas con dos dedos metidos en su coño, su cara mostraba gran placer, eso me puso a 100 y fui al lavabo a pajearme.
Comencé a desnudarme y de repente entraron dos amigos suyos en la habitación, intente taparme pero se me echaron encima enseguida, estaba aterrada, se reían de mi diciendo q vaya putita habían conseguido, que cuando acabaran no iba a poder ni caminar...
Pasé por su brazo mis tetas y él se puso como una moto, la mano que tenía en su pierna fue deslizándose hasta su bulto... el me miro con cara de prohibición pero ya era demasiado tarde mi mano ya estaba acariciando su polla ya erecta desde hacía un rato.
Estando apoyada sobre sus pies comenzó un lento subir y bajar sobre mi miembro erecto y jugoso, yo la tomaba de sus manos para que no perdiera el equilibrio (tal vez, mejor dicho, para que no cesaran esas penetraciones que me estaban volviendo loco.
Me puso boca arriba y comenzó a masajearme mis pechos, primero lo hizo suavemente, pero poco a poco se torno brusco y me los apretaba violentamente, me abrió la blusa y comenzó a chuparme los pezones fuertemente; el terror estaba cambiando a placer, nadie me había tocado de esa manera, y el saber que me encontraba a su merced lo hacia mas excitante.
Sentí que me llegaba un orgasmo e intensifique mis mamadas, sentí su verga hincharse más y pronto depositó en mi boca un chorro de leche, la cual me bebí toda y sentí como me llegaban mi turno y sentí como mi panochita se contraía y soltaba la miel.
No cumplía con mis tareas y trabajos extraescolares, el maestro, Martín, envió un recado a mi casa y tuve una llamada de atención durísima: cero dinero para gastos, cero permisos para jugar o ver T.V., total, empecé a cumplir y Martín, mi maestro, me empezó a tratar muy bien. Algo había en él que me agradaba, yo tenía 14 años y él unos 20, era gordito, tipo oso pero lampiño, para mi gusto guapísimo...
Introduje un dedo allí para palpar la situación y vi como esa vagina es estrecha en su entrada y luego se agranda por dentro, recordé una vez que me había metido un dedo en el culito mio, entonces la lubrique un poco con saliva aunque no chupe nada porque estaba con algo de sangrecilla, y luego pude meter ese miembro dentro pero solo pude hasta la parte donde se agranda porque fue imposible introducir semejante bulbo en la pequeña entrada.
Luego lo agarro y se subió encima de mi sentándose suavemente sobre mi pené sintiendo que le entraba lo más profundo empezó a moverse rápidamente me agarraba con fuerza las manos, y moviéndose tan rico que volvió a irse le agarre sus pechos con tanta fuerza que era tanta la excitación y placer que no sentía los apretones que le daba en ese momento, aún no había descargado todo mi semen así que le dije que se me pusiera de torito.
Portaba también una faldita de esas de pliegues de color gris debajo de la cual llevaba unas braguitas blancas con unos diminutos dibujos de conejitos, tenía un culito pequeñito pero prieto y ligeramente respingón y un chochito muy peludo (aunque estaba pensando depilárselo aunque solo fuese un poco).
No tardamos mas de diez minutos hasta que nos vimos las caras mientras nos corríamos, ella no paraba de jadear y temblar como una hoja, yo empujaba tan fuerte que creía que iba a meterme yo dentro de ella enterito.
Un joven intenta consolar a una amiga que ha tenido una discusión con su novio. Ella, repentinamente, se ofrece a él y ambos tienen una deliciosa tarde de sexo.