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Madre puta I

Madre puta I

El testimonio que voy a contar es real, y aconteció conmigo, tengo 22 años, soy hijo único, estudiante universitario, y vivo solo con mi madre Claudia en un departamento, porque mis padres se divorciaron cuando yo tenia 16 años.

Mi madre tiene 43 años, trabaja como profesora de matemáticas en una escuela primaria, y a pesar de la edad continua siendo un tesoro de mujer; ella tiene una linda cara, piel clara, pelo castaño ondulado, ojos verdes, tetas grandes y un cuerpo bárbaro.

Todo comenzó cuando mi madre se divorcio de mi padre, el se fue de casa; continué viviendo con mi madre porque ellos decidieron que seria mejor para mi educación y para mi futuro.

La separación de ellos fue muy difícil para mí y me deprimo bastante.

Mi madre por el contrario, parecía no importarle mucho lo acontecido, porque al mes ya estaba saliendo con un chico de 24 años, casi mi edad… Aquello me dejo mas perturbado y no podía hacer nada al respecto.

Después de un tiempo conversamos sobre el tema y como no podía hacer mas nada tuve que aceptar, pero decidimos que ella no lo llevaría para nuestra casa jamas.

Así continuamos nuestras vidas normalmente, hasta que un día un amigo me invito a una fiesta en un boliche, avisé a mi mamá antes de salir, y le dije que como el boliche quedaba lejos de la ciudad, más que seguro me iba a quedar a dormir en la casa de mi amigo, ella me dijo que saldría con su novio y que no tenia problemas en que me quede a dormir afuera.

Esa noche antes de salir vi que mi madre estaba vestida para el infarto; vestía un vestido largo, con una abertura en la pierna, el vestido era tan ajustado que se le marcaban las tetas y se podían apreciar los pezones bien duros y parados, junto a la tanguita bien cavada que llevaba, tenía tacos altos, el pelo humedecido con gel, su boca y uñas pintadas de rojo y la cara maquillada como una gata.

Nos despedimos y me fui para mi fiesta; como en la fiesta había tomado demasiado tequila y cerveza, me sentía un poco mareado y con sueño, me despedí de mis amigos y me fui para mi casa, cuando llegué estaba solo ya que mi mama dijo que llegaría tarde, me saque la ropa, apague las luces y me fui para mi cuarto.

Como a las 03.00 hs. de la madrugada escucho ruido de gente en la sala, oía voces de hombres y la voz de mi madre ya que hablaban muy alto y parecían estar muy descontrolados.

Decidí salir para ver que estaba pasando, mire escondido por el vidrio de la baranda del departamento que conduce a los dos cuartos.

Para mi sorpresa mi mamá estaba con las tetas al aire, el novio y con un hombre que parecía amigo de él, bebiendo y escuchando música.

Cuando estaba dispuesto a bajar para acabar con la joda, el amigo del novio saca a mi madre a bailar bien pegados, yo estaba sin saber que hacer, decidí quedarme ahí espiando.

Estaban todos muy borrachos, al rato el novio de mi mamá se levantó para bailar con ellos, dejando a mi madre como sándwich entre los dos hombres, se aprovechaban de la borrachera mi madre tocando la concha de ella por sobre el vestido y haciendo otros tipos de manoseos, a ella parecía gustarle ya que le refregaba el culo al tipo que tenía atrás.

Nunca había tenido pensamientos impuros con mi madre, pero a medida que ella se chuponeaba con las dos caras, me dejaba muy caliente y medio culpable; saqué mi pija que estaba al palo y comencé a pajearme viendo aquella escena.

Las dos bocas bajaban, besando y chupando el cuello y la boca a mi mamá, después sacaron sus pijas que por lo que yo veía una eran grandes, el amigo del novio le sacó el vestido y corrió la tanga para meterle la poronga en la concha, ahí en el medio de la sala, el novio también estaba loco por ponérsela y se la metió en la boca de ella.

Mi madre gritaba de gozo mientras cabalgaba y hacia una linda mamada, uno de ellos intentó meterle en el culo su pija, y cuando tenía la cabeza del choto en la puerta, ella le gritó que no le gustaba por ahí.

Ellos estaban haciendo una hermosa orgía y mi mamá cogía como si fuese una gran puta, queriendo chupar las dos pijas al mismo tiempo, hasta que no aguantaron más y le tiraron toda la leche en la cara y ella chupaba y tragaba con gusto toda la guasca.

Mi madre es una puta y yo no lo sabia. Después de la joda los tipos se vistieron y se fueron, yo a esa altura ya había manchado todo el vidrio de la escalera con la leche de mi paja, y cuando lo iba a limpiar mi madre subía a su dormitorio, así que me fui rápido a encerrarme en mi cuarto y hacerme el dormido.

Al día siguiente cuando me desperté me acorde de la guasca en el vidrio y fui a limpiarla, para mi sorpresa ya estaba limpio, mi mamá lo había limpiado antes de ir a la escuela donde trabaja.

Al llegar de la escuela mi madre me pregunto si había dormido en casa la noche pasada, le dije que si, que llegue tarde y me fui a dormir, que en cuanto me llegue, ella ya estaba dormida.

Después de esa noche en que vi como la gozaban, siento mucha calentura por ella, paso a ser mi fetiche y por más que evito pensar en eso, es inútil, vivo pajeándome pensando en ella y no dejo de espiarla, muchas veces le digo que me voy por un par de días y a las horas regreso para ver que hace.

Continúa la serie Madre puta II >>

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