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La sangre

La sangre

La historia que les quiero contar sucedió hace 10 años atrás.

Por aquel entonces estaba cumpliendo 29 abriles y mi prima recién había terminado, con sus flamantes 17 años la escuela secundaria.

Ella era la mayor de su familia y sus padres y hermanos habían emigrado de la Argentina buscando nuevos horizontes, esta vez en Australia.

Ella prefirió quedarse, lo que le provocó a su familia y a ella un gran disgusto, puesto que era la primera vez que su familia se separaba.

Marisol quería estudiar en la Argentina, aunque le costara quedarse virtualmente sola. Marisol estaba decididamente cansada de emigrar de país en país, cada 3 o 4 años siguiendo las decisiones familiares y fundamentalmente quería hacer raíces en algún lado para siempre.

Mi tío no estaba demasiado conforme con la situación y en una de las tantas charlas que tuvimos, me encargó que de tanto en tanto, me ocupara de ver que Marisol estuviera a gusto.

En lo que a mí respecta, me encantaba la idea de cuidar a Marisol.

La había visto nacer y no había tenido muchas oportunidades de compartir algún tiempo con ella, puesto que la veía esporádicamente cada vez que su familia estaba en Argentina.

A Marisol la había visto nacer en su Tucumán natal, recién volví a verla, cuando tenia 3 o 4 años y regresaban de Portugal.

Era cómico escucharla falar el Portugués en idioma de bebé.

El siguiente encuentro que tuve con ella y su familia, fue hace años y luego nada hasta que el destino nos encontró nuevamente a sus 17.

Marisol era una chica muy vital. Alegre, radiante, fresca.

No era una yegua.

Era muy flaca, un metro 60 centímetros de estatura, no estoy seguro que los alcanzara, algo menos de seguro.

Sus medidas, a la vista, eran balanceadas, no era alta, no tenía unas tetas de campeonato, para nada: Tetitas. Su culito era también pequeñito.

Me atrevería a decir que se podría la catalogar de “Lolita”, mas aún si Uds. vieran su carita de angelito. Por su carita era hermosa.

Por mi parte, siempre viví en Buenos Aires, llevaba 4 años de feliz matrimonio cuando nuestros destinos se cruzaron para siempre, 1,78 cm, delgado pero con una pequeña mochila matrimonial que estaba tratando de extirparme corriendo 4 Km. diarios. Pelirrojo con el cabello cortado bien corto tipo militar.

He aquí que empecé a visitar a Marisol una vez por semana, tratando de que ella sintiera contención familiar y no sufriera tanto el alejamiento de sus papis.

Dejaba el trabajo y antes de llegar a casa, le daba una visita a la primita, tomábamos unos mates y charlábamos de sus cosas.

Tanto, que se me convirtió en una hábito. Además ella también frecuentaba mi casa. Cenaba con nosotros algunas veces, en fin.

La afinidad de Marisol con Julia, mi esposa, jamás fue buena, pero en cuestiones familiares siempre impongo lo que decido, así que Julia, aceptaba que Marisol nos visitara y obviamente sabia que yo la visitaba todos los miércoles.

Mas de una vez me montó alguna escenita de celos, que yo di por tierra inmediatamente, diciéndole que no fuera tan tonta, que era mi primita, que me necesitaba, que me acompañara si tenia dudas.

A mí me encantaba lo que estaba viviendo, las anécdotas de Marisol me hacían revivir mi adolescencia, la facultad, los años cuando era soltero y correteaba a todas las chicas que se me cruzaban.

La afinidad con Marisol, se hacia mas y más fuerte cada vez y podría decirse que me había ganado toda su confianza.

Siempre había temas que uno le cuestan mas hablar y notaba que Marisol se ruborizaba cuando mencionaba alguna salida con algún chico. Cosas normales.

Mientras tanto como les decía nuestra confianza era tal que me permití decirle que podía consultarme de cualquier tema, inclusive los tabúes: sexo y drogas.

A este punto, debo confesar que me excitaba sobremanera los encuentros con ella en su departamento, me estaba gustando mi primita.

Un día, no se porque motivo, empecé a forzar la situación y empecé a preguntarle si había tenido alguna experiencia con drogas.

Marisol contestó que conocía que existían, que algunos de sus amigos las usaban.

Le explique que había probado algunas y le contaba las experiencias que había tenido con cada una de ellas, lo que me habían causado, como me habían alocado.

Le dije que no era un experto pero al menos era mas de lo que mi padre me había enseñado al respecto, puesto que él, jamás había probado nada.

Mi relato de drogas derivó en el alcohol y empezamos a hablar del tema.

Marisol me confesó que un chico que conocía la puso a tono con alcohol y le había metido mano, que ella se había dado cuenta de la situación pero que lo había dejado hacer.

No podía creer que me estaba contando sus experiencias sexuales.

Esa charla se estaba poniendo caliente y yo la había provocado.

Por nada del mundo quería que terminara, quería saber que tanto sabia ella de sexo, pero temía que se asustara si iba muy aprisa.

La deje que relatara.

Y tú sabes como son los chicos, siempre quieren ir a más. Me decía

Estaba un poco alegre por las copas que había tomado y él empezó a besarme

Y a ti te gustaba el chico?

Y era lindo… lo conocía del grupo de la facultad, él estaba también bastante borracho, me besaba y de pronto empezó a bajar sus besos por mi cuello.

Estábamos en el boliche, en un lugar reservado, los dos sentados y el se abalanzaba encima, ahí empecé a sentir que sus manos se dirigían a mis pechos.

Y que pasó, cuéntame

Bueno él siguió acariciándome los pechos y deslizo una de sus manos por debajo de mi blusa y me siguió acariciando sobre mi corpiño hasta que me metió mano por debajo.

Por debajo del corpiño?

Por debajo, tú sabes. Señalando con su mirada a su falda.

Y que pasó?

Bueno sentí una sensación extraña y me separe de él abruptamente

Marisol?

Sí?

Te sentiste cómoda hablando conmigo?

Sí claro

Te molestaría que te hiciera una pregunta?

No

Has tenido relaciones sexuales?

Bueno No

Y que tan lejos has ido? Si te da vergüenza no me contestes, no importa.

Me da un poco de vergüenza

Bueno otro día quizás sigamos con la charla.

Me fui a casa acelerando a fondo porque se me había hecho muy tarde, Julia ya estaría por darme lata, si no me apuraba a llegar a casa y por suerte que llegué antes que ella.

Quería asearme porque la excitación que traía había derramado algo de liquido seminal en mis calzoncillos y no quería que Julia lo notara.

Estaba feliz, excitadísimo, Marisol se estaba abriendo conmigo y me contaba sus cosas intimas.

Pero tenia que volver a tener oportunidad de hablar de sexo con ella, las cosas no podían quedar así, no quería.

Mi cabeza daba vueltas rondando mis fantasías con Marisol y tenía pánico de hablar dormido porque soñaba con ella.

Flor de quilombo se me iba a armar en casa si mi mujer me escuchaba hablar de ella.

Ese fin de semana hice lo imposible para que Marisol no venga a casa, me daba cuenta que no podría evitar que Julia se diera cuenta, si ella compartía la comida con nosotros. Hablé con ella y quedamos en vernos el Miércoles como siempre, en su departamento.

El Miércoles no llegaba nunca, los días y horas se hacían interminables. No podía dejar de pensar en ella y la imaginaba, desnuda, con cosas en la boca, su carita de ángel… era una imagen constante en mi cabeza.

Llegó el tan ansiado día. Mi trabajo fue absolutamente descuidado, no podía dejar de pensar una estrategia para continuar la charla de la semana anterior.

Llegué a su departamento y cuando me anuncié en el portero eléctrico, mi voz salió entrecortada de los nervios que estaba soportando.

Subí al ascensor y traté de serenarme, de relajarme un poco, de lo contrario mis nervios me iban a delatar.

Marisol, me recibió con una gran sonrisa en su carita de ángel y me hizo pasar. Estaba vestida con una camisa blanca de mangas cortas, una faldita normal por arriba de las rodillas, no llegaba a ser minifalda. El cabello recogido en una sola colita atrás.

Hola, Gus, te extrañé este finde.

De verdad me dices?

Sí claro tonto.

Pero no me jodas Marita, bien que habrás salido a divertirte como loca.

No, no hice nada de nada.

Nada?

Alquile unos videos y me quede en casa repasando las materias.

No te puedo creer. Porque no me lo dijiste cuando me llamaste?

Es que tú me dijiste que no podías…

Pero nadie de tus amiguitos te invito a salir?

Si, me invitaron pero no tenia ganas.

Ni siquiera con el chico del boliche del otro día?

Quien?

Aquel que me contabas que te acariciaba…

No, tampoco con él.

Gus?

Sí, Marita que pasa?

Piensas que soy una puta por lo que te conté el otro día?

Por que dices eso Marisol, estas loca?

Es que después que te fuiste me quede pensando en lo que pensarías de mí

No te gustó la charla que tuvimos acaso?

Si, pero… no quiero que pienses que soy una cualquiera

Marisol, porque debería pensar eso de ti? Lo que hiciste con ese chico lo hizo hasta tu madre.

Tú crees?

Si, no tengo dudas

Yo en cambio, tengo miles

Y cuales son tus dudas cuéntame

Y… no se es eso que tú sabes

Que cosa?

El sexo.

Mi amor, pregúntame, haré todo lo posible. ( Vamos Gustavo carajo)

Bueno yo nunca lo hice, no sé que se debe sentir.

Justamente no puedo contestarte esa pregunta por que no se puede describir. Pero es una sensación muy placentera, como pocas o te diría que tener un buen orgasmo es lo más grande que hay. No hay nada igual.

Un orgasmo?

Si, no me vengas que no sabes que es un orgasmo. Acaso nunca te tocaste un poquito.

Hay Gus que dices?

Si quieres hablamos de otra cosa, pero estamos hablando de sexo y la masturbación a tu edad debe ser protagonista.

Marisol se ruborizaba, pero demostraba un gran interés en saber y seguía adelante.

Gus, vas a pensar que soy una putita, pero a veces no puedo aguantarme y tengo que tocarme, me entiendes?

Como no voy a entenderte corazón. Y que más sabes del sexo: Me dijiste que eres virgen, ok, pero no jugaste con ningún chico?

No

Nunca viste un pene?

No.

No estaría bien si te muestro el mío, pero se me ocurre una idea… Espérame que vuelvo en 30 minutos, prepara la cena.

Salí como loco, con una terrible erección, tome mi celular y avise a Julia que el Sr. Gómez nos estaba visitando y tenia que atenderlo que llegaría a casa tarde.

Luego me subí al auto y fui hasta el vídeo club más cercano y alquile una película XXX.

Marita ya he vuelto

Estoy acá en la cocina preparando algo para comer. Que es lo que trajiste?

Un vídeo porno que me va a servir para explicarte y mostrarte todo lo que quieras saber. Cuando estés lista lo vemos.

Sirvió una cena fría, con Gancia y tomamos un poquito, cuando terminamos de cenar, nos dispusimos para ver la película.

Nos sentamos uno al lado del otro y puse play.

Marisol, se había soltado el cabello y jugaba con él, como haciendo bucles

Me miraba de reojo y los colores de su rostro estaban en su máxima expresión.

Era una escena donde la partenaire le practicaba una felación al caballero que la acompañaba y tras ello se montaba en la pija del tipo mirando a cámara de espaldas a él y para arriba y abajo.

Marisol estaba “ida” de la calentura que tenía, me miraba cada tanto disimuladamente para ver si yo me había dado cuenta que se tocaba las tetas cada vez que podía y acariciaba su faldita, como hacen las chicas cuando les da frío, juntando ambas manos y recibiéndolas entre las piernas.

Pero Marisol, no tenía frío, sino una excitación bárbara, aunque le daba un poco de vergüenza mostrarlo.

Yo tenía que explotar esa situación e irla llevando para que mi prima me entregara lo que yo deseaba desde hacía tiempo. Su sexo. Su boca. Sus tetas. Marisol tenia que ser mía.

Empecé a deslizar comentarios para cortar un poco el ambiente y que mi prima se fuera animando.

Que pedazo de pija tiene ese tipo, te das cuenta que injusticia?

Y así decía cosas, la mayoría de ellas barbaridades como esa. Una escena de doble penetración donde dos tipos penetraban a la protagonista por el orto y por la concha yo le dije: – Faltaría uno que se la dé en la boca porque se nota que está incomoda porque le falta algo no? Marisol se reía, con la risa cortada, pero mis comentarios, que no eran de lo más fino, estaban surgiendo el efecto deseado.

La siguiente escena donde el supuesto jefe llama a la secretaria para que fuera a su despacho urgente, la cámara muestra al tipo detrás del escritorio y cuando la chica avanza hacia él, tiene la pija en la mano totalmente parada, la chica le dice que entendía la urgencia y sin mas se levanta la pollera y se sienta de una de espaldas al tipo y se clava integra de un solo movimiento toda la magnitud de la poronga del tipo y Marisol con los ojos redondos y salidos de las órbitas: Ehhhh!!!! Venías preparada, turra ( porque la mina no tenia puesta la bombacha)Y mientras seguía transcurriendo la película mi prima se iba animando mas y mas a decir cochinadas hasta que llegó la película a su fin.

Bueno primita, no te podes quejar hoy aprendiste un montón de cosas nuevas.

Si primito pero también me doy cuenta que a ti también te gustó. Y señalaba con la vista el bulto inescondible de mi pantalón.

Mira Marisol, yo no soy de goma y creo que vos tampoco y que si vemos tu cotorrita estará mojadita. Marisol se sonrojó pero su mirada me hacía enloquecer entre ángel y demonio mirando su falda.

Si así la siento, estoy como mojada eso es malo?

Claro que no, es natural que te excites y te mojes. Tus fluidos lubrican tu vagina para que la penetración sea más placentera.

Como?

Tu vagina al lubricarse por tus flujos hace que el pene se deslice en ella y no te raspe, de lo contrario no sería tan placentero.

Gus, me quedé pensando lo que me dijiste que el sexo es lo mejor que hay…

Y que hay con eso?

Pues es que yo no sé nada, esta película, muestra todo pero yo sigo teniendo muchas dudas.

Que dudas tienes Marisol?

Por empezar algunas amigas me comentaron que les había dolido mucho la primera vez. A mí, me va a doler?

Bueno, si eres virgen, sería lindo que quien te inicie, te trate con mucho amor, que te vaya llevando poco a poco… Pero cuando tu himen se rompa, vas a sentir un ardor o dolor y si tu excitación es muy grande pasara rápidamente y luego experimentaras el placer mismo de la penetración.

Lástima que tengas que irte pronto, dijo Marisol.

Todo lo que había preparado estaba dando resultado, Marisol totalmente excitada pidiéndome que me quede. Ya era casi mía…

No tengo irme de momento y hoy no tengo que volver a casa sino atender algo del trabajo, pero puedo cancelarlo si quieres que me quede.

Puedes hacerlo? Genial, quiero que te quedes.

Llamé a un amigo y le explique que me era imposible asistir a la reunión y que lo posponíamos para otro día. Mi amigo me decía cualquier cosa por teléfono mientras le hablaba, Hijo de puta en que andarás, quien será la víctima hoy. No puedo darle detalles señor Gómez ahora en la semana le pasaré el informe tal como me lo pidió.

Gus, me da vergüenza las cosas que se me ocurren, pero quisiera preguntar.

Pregunta si quieres, dale pregunta, no seas tonta.

Es que todas estas mujeres siempre están chupando el pene, existe placer en eso?

Tienes que saber que un buen amante disfruta todos y cada uno de los momentos. Es muy excitante los momentos previos al coito, acariciarse, besarse eso aumenta la excitación de la pareja. Para los hombres que nos besen la pija es muy placentero y tenía algunas amigas que le gustaba mucho hacerlo, efectivamente lo disfrutaban, tanto como los hombres disfrutamos besar la cotorrita de las chicas. Claro a tu edad, yo me excitaba con el paso de una mosca cerca y vivía teniendo erecciones en cualquier lugar.

Se echó a reír

No me imagino a mi primito erecto en cualquier lado

Ya lo comprobaste, ahora mismo tengo una erección enorme

Es por la película?

Si y un poco también porque sé que también estas excitada como yo

En serio yo puedo excitarte?

Soy tu primo, pero soy un hombre y cualquier hombre se excitaría sabiendo que la mujer que esta a su lado mojó la bombachita.

Gus, tú disfrutaste tu primera vez?

Uy sí, que manera de trabajar con esa chica

Te animas a contarme?

No tengo ningún problema, pero si te aburro me lo dices. Ok?

Dale cuenta

Tenía una noviecita, se llamaba Cristina. Estábamos en la secundaria. Era tiempo de vacaciones y todas las tardes las pasábamos juntos. Después íbamos a su casa, su mamá se iba a dormir y nos pasábamos dos horas besándonos apasionadamente, hasta que su mamá desde el dormitorio decía: Gustavo, querido ya despídanse y te veo mañana. Me iba a mi casa en el colectivo con una mancha húmeda en mi pantalón que trataba de disimular sacando mi remera fuera del pantalón. En esos días buscaba las remeras más grandes que tuviera para usar.

Jajaja, que divertido.

No te rías de mí, guacha.

No me río de ti, primo, pero me imagino la situación. Y te excitaba mucho?

Nunca pude tener una excitación como esa nuevamente, eran tan pero tan placenteras sus caricias y sus besos que yo casi siempre mojaba mis pantalones.

Marisol se había acomodado para escuchar mi relato, sobre el sillón. Su excitación iba en aumento a cada palabra mía y por encima de su blusa se podían divisar los botones de sus pezones que explotaban. Con sus dos manos unidas, entre sus piernas. Disimulaba, pero en realidad se rozaba de tanto en tanto su cotorrita, igual que lo había echo viendo la porno.

Y que pasó, sigue contando

Un día después de una semana con esas sesiones de caricias y besos, su mamá tuvo que irse dos días a visitar unos parientes al interior y cuando se fue se imaginó que es lo que iba a suceder, así que nos dijo: chicos dispongan de la casa, cuídenla y cuídense, especialmente esto CUÍDENSE, me entendieron bien, SI MAMA

Fuimos a despedirla. Se tomó un micro. Acompañé a Cristina a su casa, los dos sabíamos perfectamente lo que deseábamos, pero nadie hablaba de eso, había miradas y comentarios con doble sentido que hoy no recuerdo. Llegamos a su casa y me hice que me despedía en la puerta del departamento de ella.

Pero como Gus, es temprano, no quiero estar sola, quédate un rato, te hago unos matecitos y después preparo algo de comer. Que te parece?

Bueno respondí y subimos a su departamento. Una vez allí, ella me condujo a su habitación y empezamos a besarnos, caímos en la cama, las caricias fueron subiendo de tono, primero acaricie sus pechos y ella el mío, lentamente fui desabotonando su blusa y empecé la caricia sobre su brasiere. Hasta acá era todo el repertorio permitido para la sala cuando su madre estaba en la casa, pero ese día el repertorio se agrandó.

Que le hiciste, dale Gus, cuéntame

Bueno como eran cosas nuevas le pedí de ir a la sala porque quería que hagamos el amor ahí, por todas las noches que pase en el sillón con ella. Fuimos al sillón y se quito la blusa que ya traía colgando y me quito mi remera. Ya los acomodados en el sillón me concentre en vencer mi segundo obstáculo, el corpiño. Mientras la besaba trataba de desprendérselo de atrás, como simulando sapiencia en la materia pero te diré que estuve un buen rato tironeando de él hasta que ella tocó algo y se desprendió. Sus tetas eran el premio a tanto esfuerzo, preciosas, de un tamaño como de 90 para Cristina tan flaquita que era, eran dos pelotas así (mientras hacia el gesto con las manos) Cuando las tuve afuera mi primer impulso fue comerlas, pero frené y me puse a contemplarlas un segundo. Eran maravillosas tetas, fíjate al día de hoy no encontrado unas tetas tan bien formadas como las de Cristina en ninguna otra chica, redondas perfectas, paradas en su justo punto y sus pezones eran algo magnifico, pequeñitos y puntudos.

Que hiciste con sus tetas Gus? Dijo Marisol ya fuera de sí por la excitación que le estaba produciendo mi relato y otro poco por la ansiedad de conocer mas de mi primera experiencia, me pegaba con una revista en el brazo.

Primero te dije que las admiré, luego pasé la puntita de mi lengua alrededor de sus pezones, primero con uno, luego con el otro.

Los pechos de Marisol estaban que explotaban, los pezones totalmente parados se delineaban a través de su corpiño y de la blusa. Ella los apretaba cada tanto disimuladamente entre sus dos brazos estirados se frotaba los pechos entre los brazos y la cotorrita con las dos manos que mantenía entre las piernas.

Y ella?

Ella gemía, jadeaba, se colapsaba con el contacto de mi lengua en su delicada piel, arqueaba su espalda como entregada al placer supremo. Comencé a comerle sus pezones, se los chupaba y le daba también pequeñas mordidas, ella temblaba en mis brazos y pedía que continuara. Empecé a bajar mis besos por su vientre plano y bese por un momento su ombligo perfecto, mientras que con una de mis manos había iniciado el camino sin retorno de acariciar su entre pierna. De allí manaba un calor especial, una humedad que se notaba al contacto a través de la tela de su jean que desprendía lentamente. Deje su ombligo y me concentre en mi tercer obstáculo, su jean: Termine de desprenderlo y tire un poco para abajo. Lo tenia muy ajustado y había que vencer un culo erguido, parado. Marisol: su culo era una manzana perfecta, no me fue fácil quitarle el pantalón, tuve que mover de un lado y el otro hasta que lo logre, quite sus zapatillas y termine de sacarle el pantalón para encontrar su tanguita blanca como la tuya y también empapada.

Cómo sabes que la mía es blanca? Me viste acaso?

No, pero juraría que es blanca, me equivoco?

Sí, te equivocas

Uhmmmm, me estas mintiendo, levántate un poco la pollera que quiero ver el color de tu tanguita

No

Vamos que estoy seguro que la tienes blanca y quiero ver cuan mojada esta, que digo mojada empapada

Puede ser, pero no quisiera que me veas chorreando mis flujos

Marisol, pero que eres tonta, dale. Bueno si quieres me voy, quizás te esté incomodando..

No quédate, quiero que me sigas contando

No sin ver tu tanguita blanca

Bueno pero será solo un instante

Marisol se levantó la falda y pude sentir su olorcito de mujer. Un aroma estupendo, a cotorrita nueva.

Blanca como supuse, después veremos la humedad

Vamos seguí contando

Con el pantalón en el suelo su tanga duró muy poco puesta, se la saque despacio y sus olores me invadieron, como hace un momento con los tuyos.

Marisol de todos colores me dijo

Huelo mal no?

Al contrario me fascina tu olor, le dije mientras señalaba mi erección con la mirada.

Necesito otra dosis. Lentamente me acerque y puse mi cabeza entre sus piernas, tome con mis manos su pollera, la levante ligeramente e inhale su olor nuevamente. Ella estaba quieta, pero su mirada decía que quería mas, seguí mi relato: – Decía que había bajado lentamente su bombachita. Y empecé a bajar lentamente la tanguita de Marisol. – Olí todo su perfume. Hice lo mismo con Marisol.

Le besé su cotorrita, desde arriba hacia abajo, Y empecé a besar la conchita de mi prima que ya me había abierto las piernas y me daba las llaves del reino.

Lentamente bese sus labios vaginales así ves?

Ahhhh, como le habrá gustado, ahhhh que liiiindo que le hiciste

Me concentre en besar su clítoris para hacerla gozar así ves?

Siiiiiii, que suerte que tuvo que la besaste ahiiiiiiiiiiiii, ahhhhh mmmmmm, asiiiii, maasss, aaaahhhhhhhhhhhhh

No tardo en acabar en mi boca, sentí los movimientos de su cuerpo, un tremendo escalofrío recorrió todo su cuerpito que le puso todos los pelitos de punta y sus deliciosos flujos fueron más abundantes. Marisol tenia una empanadita chiquita, abultadita y pocos pelitos que se afeitaba prolijamente en un triangulito perfecto. Luego de su primer orgasmo, hice una pequeña pausa, bese sus pies y sus muslos y cuando la sentí preparada volví a la carga con mi lengua por toda su conchita. Se resistió un poquito la segunda vez por que el primer orgasmo la había dejado sensible y mi lengua se hizo arder cuando volví a lamer su conchita. Pero enseguida me volvió a dar entrada, abriendo las piernas y acariciándome ahora la cabeza con las dos manos hasta que su segundo orgasmo llegó nuevamente con todos sus pelitos de gallina.

Cuando se repuso de sus dos orgasmos quedó con las piernas semi abiertas y desplomada en el sillón. Me pregunto:

Y después de besarla a Cristina que hiciste?

Quieres saberlo?

No me lo perdería por nada del mundo, dijo con su mirada perdida en la mayor de las lujurias

Después de besar a Cristina y que se viniera 2 veces, fue ella la que entró en acción. Tomo mi cinturón con un rápido movimiento y me lo desprendió

Marisol me miraba todavía volando por los dos polvazos que se había echado mientras que yo repetí alzando la voz

TOMO MI CINTURÓN CON UN RÁPIDO MOVIMIENTO Y ME LO DESPRENDIÓ!!!!

Marisol se despertó, entendió el juego enseguida. Se puso entre mis piernas arrodillada de frente al sillón donde estaba sentado, tomó mi cinturón y empezó a seguir las instrucciones que yo le daba con mi relato.

Desprendió el botón del pantalón, lentamente bajó la cremallera, quito mis zapatillas y deslizo mis pantalones hacia fuera. Luego metió su mano bajo mi calzoncillo y empezó a palpar mi pene, como a imaginarlo con las manos, acarició mis huevos con la otra mano, mientras que me miraba con la misma cara de gusto que tú me estas mirando ahora y cuando no pudo aguantar más me quitó mis calzones. Mi pene estaba mojado con liquido seminal que degusto lentamente pasando su lengua repetidas veces alrededor de mi glande. Una vez limpito, abrió bien su boquita estrecha, para dejar entrar mi pija y comenzó a chuparla, primero el grande y luego el tronco, suavemente. Su boquita ahora estaba totalmente llena por mi miembro, de a poco fue experimentando sus chupadas, arriba y abajo que yo acompañaba con un leve movimiento de caderas adentro y afuera. Su boca era tan estrecha como la tuya y mi pija es bien gruesa como podes ver

A ha mmgh, me contesto con toda su boca abierta y tragándose mi espada como mejor podía

Lo chupo arriba y abajo, subiendo y bajando hasta la garganta, hasta que paladeo mi semen cuando me vine ahhhhhhh aaaasii, que bueno es.

Estallé dándole a mi primita varios chorros de semen caliente. Cuando tuvo mis líquidos en su boca, Marisol los paladeó, experimentado el sabor que tenían y me preguntó con la boca llena aun de mis jugos:

Cadolina se dragó du lechita, bguimito?

No dejo ni una gotita

Marisol se había desatado y tendría que calmarla. Y le había prometido a mi tío que le daría todo mi apoyo, tenia que cumplir con mi palabra.

Estas bien, linda? Le pregunté

Si, me siento muy bien.

Me tomó la nuca y me besó excitada. Su lengüita exploraba mi boca apasionadamente y yo la dejaba hacer. Devolví sus besos y mi lengua también recorrió su boquita tierna, mientras que ella me acariciaba con las manos mi cara, apasionada y seguía acariciándome la cabeza, el pecho, la espalda. En un momento su mano se posó en mi miembro y lo tomó. Me proporcionaba movimientos de abajo a arriba. Mi prima sabía hacerme la paja. Yo la estaba desvistiendo mientras la besaba, le había sacado la blusa y le besaba descaradamente su blancas tetas mientras se las apretaba con las manos. Los dos gemíamos de placer. Ella movía sus caderas al mismo tiempo que sostenía la pija de su primo en la longitud de su conchita, ahora se pajeaba ella con mi pija, estoy toda mojada de mis flujos y de tus jugos y si no tengo tu pija pronto dentro, se me va a quemar la cotorrita.

Mi pija es tuya mi amor

Pónmela…dale, no seas malo, quiero ser tu mujer

Pego un salto cuando la sitió adentro y un gritito de placer

Ahh, ahhh, siiii, siiii, mas adentro, mas adentro

Yo se la ponía lentamente para que lo disfrutara, dado que perdería si virginidad, mientras que la besaba salvajemente, en su boca, en sus tetas. Marisol se movía como una loca, me agarraba el culo con las dos manos y empujaba para que la clave con todo. Cuando fue el momento indicado, empuje y rompí su himen. Ella gritó de dolor, pero yo seguía acariciándola, besándola y en pocos segundos continué la embestida hasta que mis huevos chocaron con sus labios vaginales. Que placer. Comenzamos a tomar ritmo los dos. Ella gemía y me pedía que no parara, quería la perforara tanto como pudiera. Marisol, no tardo mucho más en llegar a tener su primer orgasmo a causa de una pija. La saqué, me tendí y la hice montar sobre mi pija. No se hizo esperar, se sentó enseguida. La tomaba de la cintura con las dos manos y la guiaba arriba y abajo, mientras que ella movía sus caderas adelante y atrás. La sensación era optima. Su conchita estrecha me apretaba la pija soberanamente, mientras que nuestros jugos lubricaban la movida.

Ahora entendía lo necesario de un buen aceite multigrado. No quería parar de poseer a mi prima que volvía a acabar.

La puse en cuatro patas y de un solo empujón le hundí toda la mi verga en sus entrañas, Marisol pego un grito de placer, no se cansaba, quería mas y más. Yo le daba cuanto tenía.

Si, si, si, sigue sigue, maaas, maas, ahhh, ah, ahh. Inúndame con tu leche primito que esperas

Te voy a dar toda la leche que quieras

La levante con las manos de las piernas y parado se la volví a clavar. Ella me abrazaba con las piernas y yo la apoye contra la pared de la sala. Marisol seguía gozando de esa clavada celestial hasta que volvió a acabar.

Ya no podía mas, mi pija me estaba por reventar. Baje a Marisol al piso.

Arrodíllate y pídeme la leche

Siiii, por favor dame toda tu leche mi amor.

Abre la boca para recibir tu bendición. Mientras me sacudía la pija y le apuntaba a la cara. Mi leche no tardó mas y se desparramó por toda su cara, algo le cayó también en sus tetas

Ahhhhhhhhhhhh, acabo

MMMMM, siiii, dame todooooo, siiiiiii

De mas esta decir que mantengo relaciones con mi prima desde aquella vez y cada vez que podemos encontrarnos nos matamos en maratónicas jornadas de sexo.

Ella tiene su noviecito ahora, pero siempre me busca para sus fantasías y experiencias

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