Sales del baño envuelta con la toalla y me das tu ropa mojada, la tiendo en el balcón cerrado para que se seque, no puedo dejar que una chica como tú coja una pulmonía.
Vivo con mi madre de 70 años que además esta un poco imposibilitada, por esto todos los sábados recibimos la visita de una limpiadora que nos arregla la casa, ella tendrá unos cuarenta años como yo pero he de admitir que es un poco gordita pero también es verdad que esas son las mujeres que me ponen a cien y siempre que tengo dinero fresco busco en el periódico algún contacto sexual con este tipo de mujeres.
Cuando trajo la segunda botella hice lo mismo y aquí si que se quedo mirándome, a mí eso me ponía más cachondo todavía y lo deje en la puerta mientras yo entre en el comedor para coger el dinero y poder pagarle las bombonas mientras simulaba que se me caía la toalla y sin ni darme cuenta lo tenia al lado de mi por lo que me puse un poco nervioso pero en un momento me tiro de la toalla y me dijo.
Después de que acabe de hacer todo lo encomendado por mi madre me metí a bañar y hacerme una majestuosa masturbación para calmar un poco las ansias que invadían mi cuerpo que como siempre terminaba cansada e insatisfecha, salí envuelta en la toalla en ese instante vi llegar mi padre con sus copas encima, al verme note algo raro en su forma de mirarme, sus ojos brillaban y recorrían mi cuerpo
Fui a la nevera y cogí unos fresones que guardaba para la noche y empecé a mojarlos en mi leche y ha comérmelos sensualmente, sus dedos entraban y salían de su coño ha una velocidad increíble cuando de pronto se detuvieron y su cuerpo cayó encima de la mesa.
Cuando me tocó el turno me hizo pasar y dijo que me desvistiera totalmente y me cubriera las partes íntimas con una toalla que tenía sobre la camilla. Me indicó ello y se retiró de la habitación para regresar una vez que yo le dijera que estaba listo.
P: Pues no recuerdo, la verdad es que después de su yes, yes, me preguntó si era yo tu novia, todo ello en inglés y le dije que si, por supuesto. Él entonces se acercó y me seguía hablando, pero ya era una distancia un poco incomoda porque yo me tenía que ocultar tras la mampara aunque no parecía fijarse mucho a ver si me pillaba un poco de muslo o pechito, yo creo que para él era una conversación normal y corriente.
Esta historia fue de lo mas intensa que he vivido en toda mi existencia. Si alguna vez tienes la oportunidad, si te gusta tu primo!, solo hazlo no tienes nada que perder... solo la virginidad!.
Se giró y al verme empalmado, se asombró de aquella cosa. Sin pensárselo se agacho y me la agarró con la mano y mamándomela. Mientras me la mamaba, se subió la minifalda y se quito su húmedo tanga rojo y empezo a meterse el dedo, luego el segundo.
El se dio cuenta y siguió su juego, de la espalda bajo a mis muslos y siguió trabajando mis piernas hasta llegar a mis pies (en esa posición tenia una magnifica vista de mi trasero y mi entrepierna, la que en ese momento se encontraba muy mojada).
Era fantástico, estaba a punto de, cuando sentí una extraña sensación en mi pene, era algo frío que me lo recorría lentamente, mire entonces y descubrí que ahora era la tatuadora la que estaba haciéndome la felación mientras mi novia no dejaba de mirarla a escasos centímetros de mi.
El marido de Mónica, después de un duro invierno, se permite el lujo de unas vacaciones paradisiacas. Un día enferma y ve que su lugar en la sauna lo ocupan los 6 chicos del equipo de voléibol que juega en la playa.
Ya no se quejaba, así que la metía por un lado y por el otro. ¡Que agujeros!. Como yo no quería correrme dentro de ella para evitar malos rollos, me concentré en el culo hasta que descargue todo lo que tenía.