Con uno de sus dedos empezó a estimularme, primero un dedo, después dos, giraba sus dedos en mi agujero, fue maravilloso, aquellos dedos en mi culo, mientras me miraba con cara de zorra. Miré el reloj del salón, eran las cinco y cinco. Ya debía estar Jaime padre en la casa.
Como mis padres trabajaban hasta noche, nosotros nos habíamos acostumbrado a coger en la tarde, en la casa sin ninguna consideración, incluso ya ni llegábamos a poner llave a la puerta, pero esto fue un grave error; un día de esos en que nos hacíamos el amor salvajemente en la cocina
Yo desde niño descubrí que mi preferencia sexual apuntaba hacia las personas de mi mismo sexo, sin acusar ninguna característica exterior que pudiera clasificarme dentro del grupo de odiados homosexuales.
Acto seguido se sentó en mi verga dándome la espalda y comenzó a cabalgar al principio lentamente hasta que lo hizo rápidamente mientras se masturbaba hasta que en cierto momento me dijo que iba a acabar y sentí que su esfínter apretaba mi verga y lanzo su leche al suelo mientras yo le inundaba su virgen culito, que ya no era tal.
Porque yo ya había visto alguno, y su contemplación no me había producido la sensación de unos dedos helados recorriendo mi columna vertebral, ni había erizado el pelo en mi nuca, ni me había dejado la boca seca, como en aquel momento.
Ya como a las 22.45 llega mi padre de trabajar mientras yo estaba terminando de hablar por teléfono con una amiga para arreglar una salida a la noche (salida que finalmente no se dio) y que me puso de mal humor.
Mi hermana, mantiene relaciones con su novio , desde hace años, pero ni loca, le contaría lo que hacíamos con papa, solamente le decía que me habían desvirgado y me había gustado.
Mis gritos y esfuerzos por desprenderme de mi violador nada pudieron contra su loco deseo de poseerme y continuó metiendo y sacando su verga repetidamente, sin pausa, hasta que me inundó con su semen en una explosión de orgasmo que golpeó lo más profundo de mi vagina.
Y acto seguido, le cogí de su cabello y dirigí su cara a mi pene. Me dio varias chupadas, y creí estallar y desvanecerme. Era mi primer orgasmo, pero no había eyaculado.
Ese día fue tan bonito y me dijo que me quedaría con él por una semana yo le dije que no traía ropa y él me dijo que el paquete que mi tía me dio era mi ropa interior y luego me mostró toda la ropa que me había comprado en USA, comimos, paseamos, salimos de compras, yo me sentía como una princesa ya había cumplido los 17 años
Por otra parte, sentía que los chicos se asustaban, el tema del SIDA, estaba en su apogeo, virgen en realidad, me encontraba en una situación por demás alienante, los chicos que me gustaban creían que era una puta, los otros también , nadie creía en mi virginidad, ni mis amigas, puede ser que ellas, hubiesen creído todas mis fantasías, que había sacado de la televisión e Internet
Allí en el sofá, mi hija entre mis piernas empezó a hacerme una mamada que me recordó las que hacia su madre, no tenia nada que desmerecer, y me puso la polla al borde del orgasmo, le dije que parase, así que la tumbe en la alfombra, para desnudarla, pude de nuevo verla completamente desnuda, pero ahora seria mis, sus pechos eran preciosos, estuve un buen rato chupandolos, lamiéndolos y estrujándolos, era lo que siempre había echado de menos en mi mujer, una buenas tetas, y por fin, tenia unas para mi solito.
Cuando iniciamos el juego rápidamente Gloria fue perdiendo hasta quedar en basare y pantis, Sandra en brasier y Pantalón, Eduardo en pantalón y camisa al igual que yo. Se giro la botella y al detenerse señalo a Sandra quien pensamos que se iba a quitar el pantalón pero decidió perder el brasier dejándonos ver unos senos grandes con unos pezones grandes y oscuros, después predio Gloria y procedió a quitarse su brasier dejándonos ver unos senos mas pequeños
Nos acariciábamos, las piernas, los muslos, las nalgas de Manuel eran maravillosas a pesar de sus años (tenía unos 45), tenía un culo que no dejaba de pedirme ser penetrado, y fue él quien dijo yo seré el primero para que mi hijo aprenda como se hace, solamente nos miramos y esbozamos una risita cómplice con su hijo y dándose la vuelta me ofreció el culo, me puse a besarle las nalgas, a lamérselas, abriéndoselas encontré su agujero, y me dediqué a meterle la lengua, él rabiaba de placer, mientras Rodrigo nos miraba y se masturbaba.
Su cara mostraba unos negros ojos entrecerrados pero vivos, del mismo color que su negra cabellera, unos pómulos fuertes y marcados al igual que su mentón y una enorme cicatriz que iba desde el lado de su ojo izquierdo hasta cerca de su poderosa barbilla, detalle que lo mostraba aún más brutal a pesar de sus dos metros de altura y de sus gigantescas proporciones.
Así, platicando con ella en las tardes en que mi padre se retrasaba en su retorno a casa, le comenté que mi cumpleaños se acercaba y que nunca, en los 17 años que estaba por cumplir me habían hecho un regalo que me dejara satisfecho, pues me obsequiaban lo que yo había anhelado un año atrás.
Una tarde estaba viendo una película en el vídeo, era sobre una relación entre dos hombres y una mujer, con todo tipo de escenas, y no me di cuenta de que entraba en casa, así que seguí pasándome la mano por la polla y los huevos sin reparar en que mi padre estaba en la puerta de la sala de estar mirando la televisión y mirándome a mí; no sé por qué, pero en un momento dado giré la cabeza y me encontré a mi padre en la puerta tocándose por encima del pantalón del traje exactamente lo mismo que hacía yo, es decir, sobándose la polla.
Al llegar la hora de la cena el ambiente se tornó tenso. Nadie hablaba y Kasumi, Ranma, Genma y Akane evitaban siquiera mirarse. Por su parte Nabiki los observaba, intrigada por su extraño comportamiento, tratando de adivinar que estaba pasando.