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Siempre desee a mi hermano hasta que su novia me dió la oportunidad

Siempre desee a mi hermano hasta que su novia me dió la oportunidad

Era un fin de semana de verano, muy caluroso, mis padres se habían ido y Cesar y yo nos habíamos quedado solos en casa.

Como he dicho antes, hacia mucho calor por lo que tanto él como yo íbamos ligeros de ropa, Cesar es mi hermano mayor, es un muchacho fuerte y bastante desarrollado, desde pequeña me he sentido muy atraída por él, aunque he tenido novios siempre he querido estar con él.

Esa tarde él estaba con su novia en su habitación, mientras, yo leía en mi cuarto, podía oírles un poco, Cesar le pedía tener relaciones, pero ella le decía que no, que se tenia que ir, oía a mi hermano excitado y frustrado, pero ella no cedía y al final mi hermano se quedó con las ganas pues ella se fue, oí como la acompañaba hacia la puerta, y entonces pensé que esa sería mi oportunidad, mi hermano estaba caliente, deseando hacer el amor, así que me decidí a actuar, me puse un bikini blanco que me queda muy bien, pues tengo la piel morena, y tengo muy buen tipo, ya que antes hacia gimnasia deportiva, y salí a la terraza a tomar el sol, como tenía pensado, Cesar salió a rato a la terraza y me encontró tumbada boca arriba con las gafas de sol puestas para que pensara que estaba durmiendo, dejé que me mirara, el bikini blanco contrastaba con el moreno de mi suave piel, mi hermano no podía apartar la mirada de mi pecho, entonces, como haciendo que me despertaba, le pedí que me pusiera crema en la espalda, él accedió, me di la vuelta, el se sentó suavemente encima de mis glúteos y comenzó a darme la crema, yo me desabroché la parte de arriba del bikini y la dejé en un lado, Cesar me acariciaba la espalda, los hombros, los brazos, sentía como se le empezaban a abultar los pantalones sobre mi culo, de vez en cuando mientras me pasaba la crema por los laterales de la espalda notaba como con un dedo me acariciaba un poco el pecho.

mmmmmm, que gusto- le dije, -lo que se pierde tu novia-.

¿te gusta?- me preguntó.

Mucho-

Entonces, aparto mi pelo oscuro de mi cuello y me besó, se me puso la carne de gallina, el bulto de su pantalón se hacia cada vez mas grande, volvió a besarme en el centro de la espalda, yo cada vez estaba mas excitada, me estaba haciendo lo que mis compañeros de clase soñaban con hacerme, el tercer beso me lo dio en la línea del tanga mientras me apretaba los glúteos con sus fuertes manos, se levantó para quitarse la camisa y entonces yo aproveché para darme la vuelta y enseñarle mis pequeños pero tersos pechos, le quité los pantalones y los calzoncillos, y pude observar su enorme polla, que tanto había deseado, la acaricié y me la metí en la boca acariciándola con mi carnosos labios y saboreándola con mi lengua, se hacia mas y mas grande, me la saqué de la boca y me tumbé ante él, me besó los labios mientras me cogía los pechos introdujo su lengua entre ellos encontrándose con la mía, entrelazándose en un largo y profundo beso.

Después me besó entre los pechos agarrándome de los pezones bajando con su lengua hasta el ombligo, me quitó el tanga, yo ya estaba muy húmeda, y comenzó a lamerme, su lengua alcanzaba todas las partes de mi sexo llevándome al orgasmo, se introdujo por mis labios vaginales, acarició mi clítoris, humedeció mis entrepiernas, hasta que ya estaba lo suficientemente húmeda para penetrarme, separó mis piernas con facilidad, pues soy muy elástica, y acercó la punta hacia su objetivo, lo hizo lentamente, con mucha suavidad, poco a poco fue introduciendo su enorme verga en mi coño, la metía un poco y la volvía a sacar, para después introducirla un poco mas, grité sintiendo una mezcla de dolor, placer y una maravillosa sensación al ser follada por mi hermano, comenzó a bombearme, mi cuerpo se movía incesantemente, mis pechos giraban sin control dentro de las manos de Cesar mientras yo lloraba de placer acariciando sus fuertes brazos, entonces llegué de nuevo al orgasmo, de repente me levantó sin apenas esfuerzo y me apoyó en la pared donde siguió sacudiéndome hasta que me dijo que se iba a correr, entonces le dije que lo hiciera en mi boca, así que me dejó de rodillas ante él e introdujo su polla en mi boca, comencé a lamer y a succionar esa enorme tranca hasta que empezó a derramar su cálida leche, que yo saboreé primero con algo de desagrado y después con sumo placer, cuando se hubo corrido del todo terminé de limpiarle el pene con mi lengua y nos quedamos acostados en la toalla., entonces me dijo:

No me esperaba esto de ti, pero siempre lo he deseado-

Yo también, Cesar, yo también- le respondí

Desde entonces nuestra relación se hace mas intensa cuando su novia tiene el periodo o se nos ocurre alguna idea, que ya contaré en otros relatos.

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