Hace 15 días le dieron una invitación en la facultad para una fiesta en una casa muy grande, con parque y pileta, ella está en el último año de su carrera, y decidimos ir, se puso una blusa traslucida y muy escotada, y una pollera muy corta que casi dejaba ver el comienzo de su cola.
Yo empecé a notarme nerviosa pero a la vez excitada cuando a uno de los comensales se le cayó una copa de vino en el suelo y sin recordar que llevaba una falda muy corta, me agaché sin doblar las rodillas y enseñé mis glúteos hacia los cuales se dirigieron todas las miradas.
Ambos nos empalmamos y su novia para comprobar si me había empalmado me tocó el paquete. En la siguiente yo perdí y me quite el bañador, estaba empalmado, mi polla era normal de unos 16cm pero era gordísima, Javier volvió a sacar la carta más alta y me impuso su penitencia, estar atado en una silla hasta que termine la noche, yo proteste pero todos aceptaron su penitencia.
Nos metimos dentro de la tienda, y yo me senté al lado de la rubia a la que tanto deseaba hacerle el amor. Pues casualidad que el primero que tuvo que quitarse algo fue ella. Y se quitó el top. Yo me estaba desmayando del placer que sentía, y dije que siguieran jugando que yo me iba fuera un ratito. Me fui a una fuente que había a tomar por culo y me moje la polla con agua fría para que se me bajase un poco el "hinchazón".
De nuevo las sensaciones recorrieron mi cuerpo, aventándome hacia un abismo de gemidos y movimientos espasmódicos y convulsivos. Por entre el velo de neblina del placer, podía divisar a los otro cuatro alrededor de nosotros, masturbándose como locos mientras nos contemplaban. Antes que yo, el que me penetraba alcanzó el orgasmo derramándose dentro de mí.
Su miembro se había endurecido de tal forma que me era imposible continuar sin encajarlo dentro de una cavidad carnosa. Se incorporó, de rodillas detrás de mí que continuaba lamiéndole el coño a Alba y apuntó su pene directo a mi vulva.
Llega el final del misterio en torno al asesinato de un hombre en el transcurso de una tórrida orgía, tras una investigación no menos caliente...
Estaba disfrutando la muy puta de mi compañerita. En eso el hombre, que tendría unos 35 años, le toma la bombachita sacándosela por arriba del pantalón, la parte que se veía. Ahí ella di una especie de gemido. Mi verga estaba redura a esa altura con ese panorama.
Irene se puso cachonda a mas no poder, las copas y mis manos se encargaron de llevarla a ese punto, tanto que me pidió que nos fuéramos de inmediato y que les inventáramos cualquier cosa para ya no recibirlos en la casa, pero en lugar de eso les sugerí a todos irnos juntos y continuar la fiesta en la finca.
Llevaba tiempo saliendo con mi actual pareja, Fermín. La verdad es que la cosa iba bien, pero tenía la sensación de que la relación se estaba estancando un poco, y sobretodo en el tema sexual. Los momentos apasionados del principio se estaban acabando y cada vez parecíamos más un matrimonio al uso.
Son tres amigas muy ardientes. Una noche estando en la "disco" conocieron a cuatro chicos que ansiosos de sexo terminaron con ellas en una excitante orgía.
Al llegar al almacén, Isa estaba sentada encima de uno, ensartada hasta el fondo y cabalgando, mientras el otro se la metía en la boca. Mi única reacción fue sacármela y masturbarme, aunque iba tan lanzado que tuve que controlarme para no correrme al instante.
Unos jóvenes participan en una fiesta. Cuando están bien bebido van ocupando camas con idea de descansar. Y el novio de una de las chicas la sorprende "jugando" con otro chico bajo las sábanas.
Continua el fin de semana, nuestras protagonistas están todavía muy calientes y con ganas de seguir follando.
Ella quería que Steven le acompañara a su fiesta privada, siendo cómplice en su fantasía. Fue el mejor encuentro sexual de sus vidas.
En el sexo se cuidaba mucho pero cuando se dejaba llevar por el ambiente y la química, podía terminar en cualquier lado con cualquier tipo. Era una noche de esas, era un momento de esos y no iba a parar.
La noche, es peligrosa, para muchos, pero para mí es encantadora, esconde, muchas cosas y deja al descubierto, siempre, los instintos sexuales de hombres y mujeres, ese verano, yo recién había cumplido 17 años, un grupo de amigas (cuatros) fuimos de vacaciones al departamento de mi padre, salimos fuimos a Constitución (un barrio de la ciudad) y nos fuimos a bailar entre nosotras, sentada en un momento, se acercó...
Comprendí sin entender su idioma lo que me pedía y comencé a desabrochar su pantalón vaquero que estaba a punto de reventar. Nunca había estado en una situación así y no sabía qué hacer. Mi vida sexual había sido bastante inocente. Sólo me había acostado con un chico, mi novio, con el que estuve saliendo cuatro años.
La acomodé al lado de Lily en posición de cuatro y empecé a besarle todo su trasero mi lengua recorría primero su culo y luego su vagina la cual ya estaba totalmente lubricada, mientras así esto mi mano no dejaba de acariciar las tetas de Lily quien pacientemente esperaba su turno, la verdad que sólo quería cogerme a la madre.
Aún nos quedaban dos años más para terminar la carrera, pero aquel no era el momento para pararse a pensar en ello. La cuestión es que desde prácticamente el medio día habíamos empezado a beber y evidentemente cada vez estábamos más "pedo".