Entre aullidos, excitadas hasta la cumbre por las palabras sucias, la doctora y el muchacho estallaron en espasmos y flujos, que salpicaron su ropa interior, que bañaron sus manos, que mancharon el suelo, y chorrearon en finísimos riachuelos muslos abajo.
Por causas del destino tuve una discusión con mi novia en ese momento llego Vanesa a visitar a mi novia y luego de hablar un tiempo salió con mi novia, yo me fui y espere hasta la noche para buscar a mi novia, como no la encontré fui a casa de la madre de Vanesa la cual queda cerca de mi departamento a preguntar por mi novia
Seguido a este momento de placer me senté en el asiento cuando recibí en mi boca un cálido y húmedo beso e hincándose de frente a mi, me tomo por la cintura y con sus manos me fue quitó el bikini poniéndolo a un lado, tomó mis nalgas y me jalo hacia ella dándome solo un beso en el pubis mientras olía mi sexo diciéndome lo rico que le parecía el olor y que necesitaba un corte y recorriendo mis labios mayores con su lengua
Introduje un dedo allí para palpar la situación y vi como esa vagina es estrecha en su entrada y luego se agranda por dentro, recordé una vez que me había metido un dedo en el culito mio, entonces la lubrique un poco con saliva aunque no chupe nada porque estaba con algo de sangrecilla, y luego pude meter ese miembro dentro pero solo pude hasta la parte donde se agranda porque fue imposible introducir semejante bulbo en la pequeña entrada.
Hace un año cuando lo empecé estaba ilusionado con él, pero ahora después de muchos desengaños, y visto que la cosa no es como me la pintaron en un principio, las mañanas son terribles y las ganas de seguir durmiendo se apoderan de mi cada día.
En cierto momento, al separar sus nalgas un poco para ayudar a mi polla, vi el ojete de su culo y pensé que seguro que por ahí no había entrado ni una mosca, moje mi dedo en saliva y comencé a acariciarlo con mucha suavidad, ella no dijo nada, no se si por corte o por lo excitada que estaba; con disimulo metí un poco mi dedo en el interior y procedí a masajearlo; vaya vaya, sigue sin decir nada, solo gime que te gime y yo ya tenía mi dedo metido por completo en su culo.
Dejo libres su senos y acerco mi tronco a su boca, que se adelanta a su encuentro y cubre su cabeza con sus labios. Con sus dos manos cubre mi verga y mis bolas, que acaricia con suavidad, mientras abre más aún su boca, de manera que mi pedazo de carne empieza a penetrarla lentamente. Mientras bombeo en su boca, llevo una de mis manos atrás hasta alcanzar su sexo y meto un dedo en él, de manera de darle un masaje.
El asunto es que quede bastante alegre con las copas y así nos fuimos al dormitorio, en un estado de euforia que presagiaba una noche de lujuria, ya que soledad bebió mucho mas que yo y se encontraba sumamente mareada y con deseos de soltar todo tipo de amarras morales para disfrutar plenamente de una noche como hacia mucho que no lo pasaba.
Como al irse sentado en el camion junto a esta chica supersexi, se inicia el manoseo y agasajo de ambos y como terminamos los dos satisfaciendonos.
En este capitulo, después de una dura "educación" el ano de la hermana mayor adquiere las habilidades deseadas por su amo, quién al final tiene una fuerte sorpresa.
Decidieron ir a ver una película porno y cuando se dieron cuenta estaban completamente rodeados de chicas. Estaba nervioso. La dejé estar. Me desabrochó los botones del pantalón y me metió la mano dentro de los calzoncillos. Mi polla estaba en todo su esplendor. Ella me la cogió con toda su mano, como quien coge un palo, y con su dedo gordo jugaba con mi glande.
A duras penas, consiguió que me tumbara en una camilla escamoteable que salía de un mueble del armario. Me estaba mandando desnudarme pero no entendía ni jota de lo que me estaba tratando de decirme, así que fue ella la que me intento desvestir.
No creo que eso le guste pero no puede hacer nada. Renuevo mis caricias y la beso por todo el cuerpo buscando ciertas partes. Un dedo comienza a penetrarla por su mojada vagina y después le sigue otro más. Mientras tanto el dedo pulgar retoma las caricias a su clítoris. Después de unos minutos ya no puede más y tiene otro orgasmo.
Impuse un ritmo más acelerado que el anterior e Iria se empezó a retorcer de placer, jadeando como una perra en celo. Saber el placer que le estaba provocando hizo que casi me corriera en ese instante.