Comencé por frotar mi pene en el clítoris de Jane que estaba tumbada en la cama. Luego me follé a la rubia directamente, apoyando mis fuertes brazos a ambos lados. Lo hacía sin condón. Siempre me arriesgo y creo que las mujeres con las que me acuesto ya han tomado las debidas precauciones.
Una jovencita experimenta emociones de placer en su cuerpo al ver a sus padres desnudos, descubre como estimularse y disfrutar de sus orgasmos; ahora Sandra de 25 años nos relata cómo inició su experiencia
Esta es mi historia, soy una joven de 18 años pero esto ocurrió cuando tenia 13 desde que recuerdo me ha gustado mi hermano mayor, pero creo que el nunca me miraba por ser la menor y no se daba cuenta que ya yo era toda una mujer y muy bonita por cierto soy blanca de 1.65 cabello castaño largo y ondulado con unas teticas de buen tamaño un culito de muy buen ver el es un chico muy guapo de 25 años que mide 1.80, blanco, ojos café y fornido.
Desde hace tiempo mi hermana menor me fascina, pero nunca pensé en ella como en una mujer hasta que empecé a leer estos relatos, y me di cuenta de que yo no era el único que sentía lo mismo por una de sus hermanas.
El embarazo de su primer hijo, calmo sus ganas de sexo fuera del matrimonio, en verdad su marido le daba lo que quería y aprendió rápido esto de gozar, fallecido el padrino, no le extraño que le dejara el veinte por ciento de sus bienes.
Es el caso que yo vivía con mis padres con cualquier muchacho de catorce años y la verdad no sabía que me gustaran las personas de mi mismo sexo ya que también me atraían las amiguitas que tenía en la secundaria donde estudiaba.
Es una historia que le sucede a un muchacho de 27 años en el sur de Chile, después de 8 meses de inactividad sexual, es cómico, entretenido, y anecdótico, léanlo, se los recomiendo.
Todas las noches me bañaba antes de cenar ya que a mi me gusta hacerlo por las noches, después de eso más de una vez como me olvidaba mi camisón mi hermana terminaba prestándome alguno, el problema es que todos sus camisones son de seda y algo transparentes para ponérmelos delante de mi cuñado.
Jamás imaginé que en una sala de cine de barriada encontraría una excelente oportunidad para dar rienda suelta a mi libido... fue una experiencia fenomenal que deseo compartir con los lectores...
Y si a eso sumamos que como travestí homosexual que siempre asume el papel pasivo y además muy sensual, pues no es fácil exigir una pareja que reúna características del hombre ideal.
Sentí tu orgasmo y me bebí a hasta la última gota de tu néctar, seguí saboreando tu vagina por unos minutos, parecías gozar y yo no quería dejar de hacerlo.
Como yo venía de una cita de trabajo, me vestí de manera formal, es decir, venía con un vestido con un escote normal y que terminaba poco arriba de mis rodillas, claro que me había puesto unas pantimedias de color natural, ya que el vestido era de color gris y unos zapatos de bacón del 10, por eso me veía creo yo que bien, porque todos mis tíos y tías me lo habían dicho al entrar a la casa.
Vagamente recuerdo de muy pequeños nuestros juegos en la piscina pequeña del camping donde veraneaba toda la familia, menos mi hermana que no había nacido aun.
Mi tía en ese tiempo debía rondar los 48 ó 50, no es espectacular, no es alta, no es guapa, no es joven, es mas bien tirando a baja, bastante gruesa, pero sin ser redonda, su culo no es llamativo, pero sus dos inmensas moles, me han traído de calle desde que era muy chico
Solo recuerdo que siempre me han gustado los hombres, y la verdad creo que soy muy quisquilloso, ya que siempre me han gustado los que tiene buen cuerpo.
Una noche de viernes, me encontraba en mi cama matrimonial, envuelto en sabanas blancas, descansando, cuando de repente hacia las 6 de la madrugada llama por teléfono mi mejor amiga, Sonia, una chica morena de pelo rizado con un cuerpo de ensueño
En la penumbra de la sala de cine pude ver que abría su bragueta y me mostraba una deliciosa verga gorda y cabezona que brillaba por el precum, eso me calentó al máximo.