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El día que follé con mamá

El día que follé con mamá

Era una mañana nublada pero sin lluvia, apenas eran las 7:00 A.M., mi hermana Ana se estaba alistando para ir al colegio, ella siempre se levantaba un poco tarde ya que su novio Víctor se retiraba ya bien entrada la noche, mi madre como de costumbre se encontraba en esos momentos en la cocina preparando el desayuno para la familia, tanto mi hermana como yo disfrutábamos de esa pequeña reunión familiar con mamá ya que el resto del día nos la pasábamos cada quien su vida social independiente, solo teníamos las mañanas para platica por un breve espacio de tiempo.

Al bajar al comedor me di cuenta que mi madre vestía un pequeño short de algodón blanco con una blusita de tela ligera estampada en flores de colores, ella era un poco moderna para su edad, que en ese entonces andaba en los 36, yo tenia 16 cuando eso, lo recuerdo muy bien, mamá era muy sensual aún, papá la había abandonado cuando yo apenas tenia 5 años y mi hermana casi siete, desde ese entonces mamá solo había tenido un par de novios quienes por cierto solo iban a casa a cogérsela, en muchas ocasiones la sorprendía con su novio en turno en su habitación, bueno solo escuchaba los gritillos que daba mamá en el interior, era pequeño en aquellas fechas, pero recuerdo muy bien que a mamá eso le encantaba, en fin.

Esa mañana me dispuse a ir a la escuela, estaba en la preparatoria, me encantaba ir a la escuela y no solo para estudiar si no también para disfrutar de la presencia de Cristina, mi novia quien cuando eso nuestra relación atravesaba por una crisis ya que ella era “demasiado” amiguera en la escuela, no era que me importara, solo que a veces ella me daba “picones” con algún estúpido que se dejara, pero al final siempre regresaban las aguas a su cauce.

Aquella mañana de Julio llegué a la escuela muy temprano para poder charlar un rato con Cristy, pero todo fue en vano ya que mi dama nunca llegó a la escuela y yo me sentí decepcionado y solitario, es por eso que cometí el atrevimiento de irla a verla hasta su casa, pero antes pasé a la prefectura a leer el pizarrón de notas, a veces nos dejábamos mensajes en clave por ese medio, era algo divertido y a veces misterioso, en fin me enfilé hacia el encuentro con mi angustiante prometida.

Anduve caminando por espacio de 20 minutos hasta que llegué a la puerta de la casa de mi novia, quise tocar el timbre pero un sentimiento primitivo me hizo desistir, tuve un ligero presentimiento y decidí ver primero por la ventanita de su habitación, tuve que brincar la reja que daba al patio para llegar hacia el exterior de su habitación, me topé con “Morgan” el perro de la familia, como ya me conoce ni siquiera hizo el intento por ladrar, solo se limitó a lamerme la mano y enseguida se fue dejándome el paso libre, solo unos pasos mas y llegué hasta la ventana, tremenda fue mi sorpresa al escuchar que mi dulce novia gemía de placer, estaba en los brazos de Raúl, un primo que estaba de visita por la ciudad, entre los sollozos y gemidos de placer de Cristina alcancé a escuchar que decía:

-Dame mas primo, mete la lengua hasta lo mas profundo de mi hoyo.

A lo que el respondió:

-Espérate cabrona, ¿Qué crees que no me canso la lengua? Tu sígueme mamándo la verga y pónmela dura que voy a cogerte como lo he venido haciendo estos días mientras el estúpido de tu novio solo te da besitos, ¡Ay si! el muy marica, je je je

No alcanzaba a entender lo que estaba sucediendo, por lo que me acerqué mas a la ventana de la habitación y pude ver con claridad como Cristina estaba recibiendo el miembro de su primo en la boca mientras el le lamía la vagina a ella, estaban en franco 69, yo no podía dar crédito a lo que veía y escuchaba, estaba en verdad destrozado, todo ese amor que sentía se transformó en odio y desolación, no pude soportarlo mas, como pude salí inmediatamente de aquella casa y me dispuse a nunca mas regresar, la furia y el desconcierto iban haciendo presa de mi, no se como pero instintivamente tome rumbo hacia mi hogar, tan pronto llegué a casa, subí por las escaleras hasta mi habitación, era temprano aún, yo pensando que estaba solo di rienda suelta a mi dolor, estaba tan decepcionada que solo alcanzaba a pensar el porque mi Cristy me había hecho semejante traición, trataba de justificar su proceder aduciendo que tal vez el primo, como hombre mayor que es la estaría violando, pero quien querría yo engañar, si claramente vi que Cristina disfrutaba de aquella acción, en cambio conmigo nunca quiso tener relaciones argumentando que nuestro noviazgo debería ser siempre limpio y libre de culpa, ya después me di cuenta que solo me vio la cara de bobo.

En esas andaba cuando de repente escuché a mamá venir de la calle y me llamo:

-Jorge hijo, que haces en casa, (por cierto así me llamo: Jorge) ¿No deberías estar en el colegio?

-No hago nada mamá, sucede que me sentí un poco mal y mejor me regresé a casa, pero no hay nada de que alarmarse, por favor, lo único que deseo en este momento es estar solo.

Ella al escuchar eso subió y presintiendo que le mentía, entró a mi habitación y me vio en ese estado deprimente.

-¿Qué sucede Jorge?, ¿Estuviste llorando?, mira que nunca te he visto llorar al menos desde que estabas pequeño, algo malo debe pasar para que te vea así, ándale hijo tenle confianza a mamá que ella te va a consolar.

-No es nada, en serio, solo quiero estar a solas.

-Mira Jorge, hijo mío de nada servirán tus súplicas, a mi no puedes engañarme, nunca te he dejado solo y no voy a hacerlo ahora así que mejor será que me cuentes que sucede.

-No sucede nada en serio, ya te dije que me he sentido mal y la verdad no quiero hablar del asunto ¿Comprendes?

Es Cristina ¿Verdad Jorge?

Mi madre se acercó para tratar de consolarme y en ese momento me di cuenta que ella había bebido unas copas, lo hacía a menudo casi siempre después que venía del trabajo argumentando que era un buen antiestrés, en ese momento descubrí que mi madre estaba un poco nerviosa, la verdad nunca la había visto tan cerca ni ella a mi y me dijo:

-Vaya Jorgito, no me había dado cuenta que ya eres todo un hombre, muy bien parecido por cierto, pero a ver cuéntame que es lo que en realidad sucede, que es ,o que esa mala mujer te ha hecho

Yo en ese momento me sentí en confianza con mi madre, la verdad su acercamiento me había turbado un poco, yo siempre tuve un deseo prohibido con mi madre, algo así como una fantasía, de hecho en muchas ocasiones me había masturbado recordando los encuentros amorosos de mi madre, no pocas veces empleé la ayuda desde el baño de la casa cuando a solas recogía en el cesto de la ropa sucia los calzones que estaban en el interior, no sabia cuales eran de mamá y cuales de Ana, pero todos olían exquisito.

-Mira mamá te voy a contar algo, es un poco fuerte, espero que me puedas ayudar pero la verdad no se si deba contarte, es muy vergonzoso para mi hablar de esta situación.

-espera un rato hijo, ya eres algo grandecito, déjame prepararte una copa para que te desinhibas un poco y puedas expresar todo lo que sientes, ¿Ok?

Ok. Mamá, te espero, pero nada mas no te tardes.

Descuida hijo, seré lo más brevemente posible.

Mientras mamá bajaba a la cocina a preparar una estimulante bebida para apaciguar mi dolor yo me hacia a la idea de que tenia que contarle todo, era la única manera que yo tenía para sentirme aliviado, no pasaron muchos mitos hasta que mamá llego con las copas.

aquí tienes hijo- me dijo –espero que te sienta bien, ahora tomate u n trago largo y cuéntame que es lo que te sucedió.

Nada mamá, lo que pasa es que yo esperaba ver a Cristina en la escuela, como ella no legó yo me puse impaciente y antes de que terminara el turno de clases decidí ir a verla, fui hasta su casa y que crees, ella estaba en brazos de su primo haciendo el amor.

En eso noté que mi mamá sintió una curiosidad lasciva de tal modo que hasta me sentí ofendido, pero se recuperó y me pregunto que fue lo que había pasado exactamente, yo le conté y mientras mas le platicaba ella pedía detalle a detalle que le contara todo lo sucedido.

cuéntame mas, me decía:

-Ándele mi hijo, puedes confiar en tu madre, solo quiero saber que es lo que tu hiciste después.

-no hice absolutamente nada mamá, solo escape como todo un cobarde y lo peor de todo es que nunca hice con ella nada de eso, ni con nadie.

¡Ups!, que metidota de pata la que yo había cometido, prácticamente le confesé a mamá que yo era virgen a lo que ella con sorpresa me preguntó:

-Oye hijo, no me salgas con que aún eres virgen.

-Pues si mamá, así es, nunca he hecho nada de nada ya que no ha habido oportunidad.

Los verdes ojos de mamá brillaron de tal forma que debo admitir que me asusté.

-Pues no entiendo hijo, me dijo, tu eres un chico muy bello, te lo digo por que te he visto desnudo en tu cuarto cuando estas dormido y dejas la puerta casi abierta, una vez vi que te masturbabas en el baño y la verdad tienes un pene enorme.

Al decirme eso yo me asuste y le dije:

-Mamá ¿Cómo te atreves a hablarme así, que no ves que soy tu hijo y estoy pasando por un problema muy serio)

Ella al contrario de sentirse mal atacó con mas ansias y sin decir agua va, se levantó de la cama , se subió un poco la falda y mostrándome sus lindas braguitas color blancas me dijo:

-Mira Jorge lo que tengo para ti, desde que se fue tu papá no he sentido que otro hombre me llene como el y la verdad desde que te vi la otra noche me recordaste mucho a el, eres la fiel imagen de tu padre, una noche que llegaste muy cansado del fútbol y estabas mas dormido que un oso en tu cama. Te baje lentamente los calzoncillos y aspiré el dulce aroma de tu sexo para luego darles unas lengüetadas y sentir el sabor de tus líquidos de juventud.

Yo entre alarmado y excitado no atinaba a decir ni media palabra hasta que me atreví a decirle:

Mamá, eso que hiciste ¿Estará bien?

-Pues mira hijo yo no se si estuvo bien o mal, solo sucedió y punto y ahora que se que eres virgen que mejor que tu propia madre te inicie en el campo sexual, es mas seguro y lleno de amor, que dices si te estreno, ¿Te animas?

Yo en ese momento no sabía que decir, por mi mente pasaban un montón de cosas, hasta que de repente y sin decir nada, mamá se bajo las bragas mostrándome su bella pelambrera, me miro fijamente a los ojos, yo quede atontado sin poder emitir sonido alguno hasta que ella tomó otra vez la iniciativa, había bebido suficiente y ya no mostraba recato alguno, me tomo la mano y la dirigió hasta su vagina, estaba húmedo y tembloroso, yo lo podía sentir con las yemas de mis dedos.

-Méteme los dedos en el interior hijo, no tengas pena, es ahora el momento que debes saber como es una mujer en su intimidad, se que tu también deseas desahogar ese sentimiento que está en tu interior, se que te va a gustar, ándale hijo, ayuda a mamá a enseñarte a ser hombre.

Yo haciendo caso a todo lo que decía mamá metí el dedo índice hasta el fondo de la húmeda vagina de mamá, se sentía rico en su interior, era como la paz que necesitaba, aun me revelaba un poco pero de manera inconsciente lo disfrutaba, movía el dedo de adentro hacia fuera, mamá empezaba un vaivén erótico acompañado de unos gemidos apenas perceptibles.

-¿Verdad que se siente rico?-decía, -ahora quiero que saques los dedos de mi vulva y te los metas a la boca y me dices que tal sabe, hazlo primor, siente el aroma y el sabor de una mujer.

– Yo como autómata acaté las órdenes de mamá, primero lentamente retiré los dedos de la vulva de ella, me los llevé a la nariz y comprobé que era cierto; ese liquido blanquecino que emanaba del interior de mamá olía rico, acto seguido lleve mis dedos hasta mis labios, abrí la boca, saque la puntita de mi lengua y le di la primera probada, abrí los ojos con asombro, eso también era cierto, el sabor de la crica de mamá era delicioso.

-Mmmm…., mamita, esto si que sabe delicioso, ¿Puedo tomar mas?

-Desde luego hijo, puedes hacerlo, pero yo sugiero que lo hagas directamente de mi cosita, desde ahí lo vas a disfrutar mas, no te vas a arrepentir, eso te lo puedo asegurar.

En ese momento mamá se acostó en la cama, abrió las piernas mostrándome unos hermosos muslos blancos y firmes, su sexo se veía de un color rosado fuerte y brillante, del interior escapaban unos hilillos de liquido blanco transparente, producto de su innegable excitación, yo instintivamente me puse de rodillas frente a su hermoso sexo, me acerqué un poco hacia el coño de mamá, ya podía sentir ese aroma que vuelve locos a los hombres: El olor de la hembra en celo, cuando mas cerca puse la boca de la pendejera de mamá, esta abrió los labios de su vagina para que yo no me topara con los abundantes pelitos que se interponían en mi camino, ese fue un gesto muy amable de su parte, acto seguido introduje la lengua, al principio tímida y lenta, pero en unos segundos mas me posesioné como loco y abarque toda la sensual raja de mi madre con mi boca, mamaba esa cosota con verdadera gula, no podía parar, levantaba la vista hacia la cara de mamá solo para ver como ella se revolcaba en la cama emitiendo unos grititos sin sentido aparente, yo seguía con mi tarea de mamar a mi madre hasta que de repente ella se puso tensa, arqueando la espalda enviando el abdomen hacia arriba, me sujeto la cabeza con fuerza para que no me despegara de su vagina y emitiendo un grito estremecedor dejo escapar en mi boca una gran cantidad de sus líquidos sexuales los cuales yo engullí con ferocidad, ya me iba calmando hasta que ella empezó un temblor único, me volvió a agarrara la cabeza nuevamente empujándome hacia su vulva y otra vez me regalo su rica y deliciosa leche de hembra, ¡Caramba! Eso si que estuvo bueno.

-¡Aaah! Papito, que rica mamada de chocha me has dado, de verdad que eres un jovencito muy inteligente, ahora creo que es mi turno de que yo te haga exactamente lo mismo,

Mi madre se puso a horcajadas frente a mi, me bajo los pantalones con dulzura, luego siguió mi bóxer dejando expuesto mi pene, que por cierto estaba mas duro que una roca, acto seguido le dio unos besos amorosos a la punta de mi verga, pasó la lengua por todo lo largo de mi pene y luego remató con una tragada rápida y certera, la tuvo en la boca por espacio de 10 segundos, no se movía al principio y luego se puso a darle unas lengüetadas internas a la cabecita de mi verga, posteriormente paso a darle unas chupada a yodo vapor, yo ponía los ojos en blanco disfrutando de ese primer inmenso placer, ya estaba yo apunto de echarle toda mi leche a mi madre hasta que ella, dándose cuenta de lo que estaba por suceder, me dijo:

-Ah no chiquillo, tu no vas a acabar todavía, recuerda que es tu primera vez y yo no voy desaprovechar la oportunidad de darte una buena cabalgada, así que ponte relax que ahora tu mamita te va a montar la verga.

Efectivamente, ella se puso sobre mi, abriendo las piernas haciendo que unas gotas de su humedad cayeran sobre mi pubis, eso se veía muy cachondo.

-Ahora si hijo, prepárate porque voy a cogerte rico.

Ella se monto dejando resbalar su panocha en mi verga lentamente, después empezó a cabalgarme como si no tuviera prisa, así estuvimos unos minutos mas hasta que ella fue incrementando su velocidad, primero iba de adelante hacia atrás, luego hacia unos giros de locura haciendo que mi sexo se pusiera cada vez mas tenso, ya casi no podía soportar semejante tortura, estaba pensando si acababa o no, en eso mamá se bajo de mi verga y acostándose sobre su espalda abrió las piernas invitándome a montarla.

-Ahora si mi hijo, monta a tu mamita y deja salir ese machote que hay dentro de ti, deseo enormemente que me disfrutes como si yo fuera tu novia.

Al principio dude un poco, luego me puse sobre mamá, primero sentí la humedad de ella con la punta de mi verga, de repente me deje ir, empecé a dar empujones leves, fui acelerando cada vez mas, mamá empezaba a gemir, su voz sonaba como el cristal, su cálido aliento mezclado con el licor me excitaba aun mas, me movía hacia adentro y afuera de ella, cada vez mas rápido y fuerte, en eso ella me dijo:

-Mas papito, méteme toda esa verga de macho joven el mi panocha, me haces llegar al cielo, mas lindo, muévete mas, rómpeme el culo, quiero mas!!!

Eso dio un efecto efervescente en mi cerebro, ya no aguantaba mas, estaba casi a punto de experimentar mi primer orgasmo dentro del sexo de una mujer y para colmo dentro de mi mamá, estaba mas que fascinado, ella gemía y gemía cada vez con mas fuerza, no le importaba si la escuchara o no, yo claramente sentía como sus músculos vaginales se contraían con fuerza en mi pene, sentía que me chupaba la varga con cada embate, ya estaba a punto de perder el sentido cuando sentí un cosquilleo intenso desde mi vientre hasta los muslo, dos empujones fuertes mas y exploté dentro de mamá, expulsando torrentes de leche caliente, eso a mami le supo a gloria, tanto así que me exprimió con sus piernas como si con ese yo pudiera sacar mas, ya sus gritos se hacían mas patentes, coño, debo admitir que hasta la fecha nadie, absolutamente nadie me ha hecho sentir mejor como mi propia madre, bueno y para seguir; después de que acabamos de hacer el amor como enajenados, yo vi como mi mamá me hacía un gesto con las manos en clara forma de pedir paz, pero eso yo no lo iba a permitir, estaba aun insatisfecho y con la verga aun parada, yo me la iba a seguir cogiendo ya que para eso era mi dulce madre para darme cariño y consuelo que ahora necesitaba.

Desde luego que esos días se fueron repitiendo una y otra vez, yo amaba mucho a mamá y ahora con mas razón ya que todos mis sentidos convergían en mismo punto, el velludo, rubio y delicado sexo de mi dulce mamá, claro que me fui haciendo cada vez mas diestro, gracias a ella, por su puesto.

Pasaron los días y yo de Cristy ni me acordé hasta que una vez en al escuela ella me llamo amorosa para preguntarme si tenia algo que hacer el sábado por la noche, yo estaba bastante distraído con mis amigos para escucha a semejante niña boba, hasta que me decidía responderle, la mire fijamente hacia los ojos, le dedique una libre y franca sonrisa y le dije que este y muchísimos sábados mas estaría muy ocupado, pero eso ya es otra bella historia que otro día les he de contar.

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