Había llegado de USA el día anterior de pasarse un año en internado, tenía 18 años era una chica preciosa pero a mi no me caía muy bien, me parecía una engreída, llena de suficiencia y pagada de sí misma.
Las hermanas de mi mujer son dos preciosidades, como ella. Una es castaña, un poco más baja que mi mujer; unos pechos de locura, con unos pezones muy marcados, y una aureola oscura y grande (sus pechos los he visto en fotos que tiene amamantando a su hijo, y los pechos de una mujer lactante me ponen más cachondo todavía).
Si tuviera que describiros a mi esposa, os diría que es una mujer bastante atractiva, es morena con pelo largo y rizado, ojos verdes y figura delgada, con unos pechos muy bonitos y bastante firmes, aunque si tuviera que resaltar alguna zona de su cuerpo sobre las demás, sería su hermoso culo.
Luego, mire a mi mujer que estaba aún a cuatro patas, con la cara colorada por el orgasmo y el coño rebosante de mi semen y le dije: Bueno, ahora cual iba a ser mi recompensa?
Ella puso algún reparo, porque vió que la cena era algo especial, (algunas noches cuando mi esposa sale temprano de trabajar, prepara algo suculento de comer, adorna la mesa con velas y se pone alguna prenda más elegante y algo de lencería, para romper la monotonía), pero le insistimos tanto que finalmente aceptó.
Yo hacia como que estaba metidísimo con el futbol y no estaba cachondísimo….ella se sentó y paso de espaldas a mi y me dejo contemplar a escaso un metro su culo hermoso y respingado. y se sentó a mi lado.
Tengo 28 años y estoy casado desde hace siete años con una mujer excelente, no me puedo quejar, pero el asunto es que su hermanita de 18 añitos me tiene loco.
Como les platiqué, Daniela era toda una maestra en el arte de chupar un miembro. Lentamente, con dulzura y delirio tomó con una mano el tronco de mi pene al tiempo que pasaba por todo el contorno su lengua de abajo hacia arriba, hasta el glande que chupaba y tragaba en su totalidad.
Después de transcurridos unos tragos y unos cuantos cigarrillos, mi cuñada, ya dormida, comenzó a inquietarse en su cama, dándose unas cuantas vueltas y quejándose a causa de su cansancio; por mi parte, yo la miraba de reojo sin darle importancia.
Esto fue hace varios años, yo vivo en otra ciudad y mi hermano vino a visitarme con su mujer para ir a una fiesta de unos amigos, quizá esto empezó poco antes de la fiesta cuando vi a mi cuñada arreglada para salir, se veía muy pero muy bien, unos senos medianos con buena forma, unas nalgas que piden ser acariciadas y bueno en conjunto un cuerpazo.
Como todos los sábados mi mujer y yo nos reunimos con su hermana gemela y su marido. Estas reuniones eran muy agradables, pues por fortuna mi concuño y yo tenemos mucho en común. Entre otras aficiones, ambos jugamos ajedrez con un nivel parecido, así que teníamos mas o menos la misma cantidad de triunfos y derrotas.
Empecé a mamarle el coño a mi novia con unos lengüetazos que llegaban desde el ano hasta su clítoris me dediqué a jugar con él y ella estaba encantada, luego también jugué con el clítoris de mi cuñada hasta que las tuve a ambas a punto.
Todo sucedió hace un par de años, mi cuñada vive con su novio desde hace unos cuatro años pero hace dos, tuvieron una discusión y mi cuñada llamo a su hermana para ver si podía venirse a casa, hasta que se arreglara con su novio.
Estando en una ciudad costera con mi novia y mi cuñada asistimos a una de esas típicas veladas de noches de hotel que suelen ser tan cutres, en ésta la estrella invitada era un hipnotizador de tres al cuarto, que pidió voluntarios para su show y les durmió para que hiciesen el ridículo un rato.
Todavía no había llegado nadie mas que mi novia y yo, estábamos poniendo la mesa en lo que se abrió la puerta y aparecieron sus hermanos con las respectivas, y la verdad es que alguna vez me había fijado en ellas, una de ellas tiene unos pechos de muerte es la que mas me excita y ando detrás de ella pero todavía no he conseguido nada y no sé si lo conseguiré, y la otra no está mal es delgada, pechos tirando un poco a pequeños y un culo de infarto.
Mi hermano tenía en ese entonces un trabajo muy absorbente de tiempo y muy mal pagado por lo que ellos tenían problemas económicos algo serios, si bien nuestra situación no era muy holgada nunca nos falto nada, por eso mis padres decidieron tenderles la mano y hospedarlos en casa el tiempo que fuera necesario.
Sin ánimo de crear en ustedes sensación de envidia, les diré que en veintisiete años de vida sexual activa, he mantenido relaciones con aproximadamente doscientas mujeres, si han oído bien: doscientas mujeres, a unos les parecerán muchas y a otros pocas, a mí simplemente me parece una cifra más que suficiente para poder decir de mí que tengo una gran experiencia en lo relativo al sexo.
Le chuparon la concha entre los dos, primero uno y después el otro. Luego él se paró en el sillón y le puso la verga en la boca. Ella la agarró con las dos manos y mientras gemía se la introdujo hasta la mitad, que era toda su capacidad bucal.
Luego de sacar la tapa de adelante volví a pasar al otro lado con el pretexto de revisar los enchufes, advirtiéndole que no soltara el cable ya que iba a revisar las conexiones, esta vez al pasar hice una mayor presión en su trasero, sintiendo en mi pico la partidura de sus nalgas, deduciendo que si venía saliendo de la ducha y estaba sin sostén también estaría sin calzones.
No paso mucho tiempo quizas 2 o 3 dias era un sabado si bien recuerdo, me encontraba en mi casa acomodando mis libros que acostumbro a coleccionar pues me gusta la lectura cuando sono el timbre era mi hermano, mis sobrino y mi cuñada.
Estuve tentado de morrear a la bella, pero imaginando que ella me iba a dar una bofetada y a considerarme un cerdo miserable, opte por depositar unos besos castos en sus tersas mejillas y aspire ese perfume embriagador que desprendía su cuerpo, a perfume y a su piel limpia.
Bueno un día en que yo estaba con mi madre solas en el departamento, le pedí que me contara ese secreto que me tenía con muchas dudas, y ella me contó, que lo que escondía es que ella y su cuñada habían tenido encuentros sexuales a escondidas y me invitó a participar, de lo cual acepté inmediatamente.
En el transcurso de la semana se volvía el ambiente más picante, tanto en su vestir como en su vocabulario, me decía cosas que nunca me había dicho, como que era virgen, que nunca había visto una polla y que estaba algo cachonda pero luego solo se quedaba ahí.
Ese día se había ido de buena mañana y yo que estaba de vacaciones estaba tirado en la cama cuando sonó el teléfono me levante de un salto y me dirigí hacia el mismo, cual fue mi sorpresa al descolgar y sentir la voz de mi linda cuñada al otro lado