En esta oportunidad les relataré unos de mis encuentros con una prima viuda, trataré de describir lo más fielmente la ocasión. De más esta decirles, que lo relatado a continuación es totalmente verídico.
Esta historia ocurrió hace unos años atrás, y tiene por protagonista a una tía, que en ese tiempo vivía con nosotros en nuestra casa, ella separada de su marido hacía ya unos cuantos meses, con un niño pequeño.
Aquí sigue la historia con mi adorada cuñada; de más, esta decir, que esta historia es cien por ciento verídica, y que no daré datos, ni descripciones personales por razones sociales obvias, para mantener en secreto esta relación que ahora se hace imprescindible .
Después de transcurridos unos tragos y unos cuantos cigarrillos, mi cuñada, ya dormida, comenzó a inquietarse en su cama, dándose unas cuantas vueltas y quejándose a causa de su cansancio; por mi parte, yo la miraba de reojo sin darle importancia.
Después de transcurridos unos tragos y unos cuantos cigarrillos, mi cuñada, ya dormida, comenzó a inquietarse en su cama, dándose unas cuantas vueltas y quejándose a causa de su cansancio; por mi parte, yo la miraba de reojo sin darle importancia.