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Una tarde de cine

Llegaron al cine cogidos de la mano, Alfredo le había pedido a su novia Marta que se vistiese provocativa para la ocasión. Ella vestía una camiseta blanca ajustada con un gran escote, no llevaba sujetador de modo que a través de la camiseta se veían con absoluta claridad sus pezones, sus tetas eran grandes, usaba una 110 de sujetar, sus pezones eran puntiagudos y también muy grandes, a Alfredo le encantaba morderlos con pasíon. Vestía una minifalda que cuando soplaba el aire dejaba ver con claridad sus nalgas, y todo lo demás porque no se había puesto bragas esa tarde. Llevaba puestas unas botas negras con largos tacones que le llegaban a pocos centímetros de las rodillas. El pelo negro como el tizón lo llevaba recogido en una gran cola que caía hasta la cintura.-

El hombre de la taquilla se quedó mirando con deseo a Marta, ella notó que empezaba a mojarse. Cuando llegaron al interior del cine vieron que la película había empezado, era una película porno, en la que tres hombres de color se follaban a una mujer rubia en todas las posiciones inimaginables. Eso les excitó muchísimo, por lo que se fueron a las últimas filas, donde pudieran estar tranquílos, allí envueltos en la oscuridad del cine se sentaron.

A esas alturas Marta estaba muy excitada, notaba las piernas húmedas debido a todos los líquidos que le bajaban del coño, se fijó en que Alfredo tenía un gran bulto entre las piernas. Marta puso la mano encima del paquete de su novio y empezó a masajearlo. Notaba como el pene pugnaba por salir del pantalón, bajó la cremallera y sacó el pene al exterior, estaba enorme, era la erección más grande que había tenido Alfredo. Marta miró a su alrededor para cerciorarse de que nadie les miraba, al ver que los otros espectadores estaban mirando la pantalla, y que incluso algunos estaban muy ocupados con sus propias pollas, se agachó y se colocó entre las piernas de Alfredo que empujó su cara contra la polla, Marta abrió la boca y se tragó la polla hasta el fondo de un empujón, Alfredo no pudo evitar un gemido de placer, Marta comenzó un rápido mete-saca, consiguiendo que la polla de Alfredo palpitase, entonces apartó la polla con la mano y comenzó a chupar y mordisquear los testículos. a Marta le excitaba muchísimo la situación, imaginar que alguien podría verles, la ponía a cien, y más imaginar que esa persona se masturbase mientras miraba. Alfredo no pudo más y se corrió en la boca de Marta, una gran explosión de semén inundó su boca, desbordando por la comisura de los labios, por lo que Marta se tuvo que relamer para limpiar los restos, también limpió con pulcritud la polla de su novio.

Ahora le tocaba el turno a ella, se volvió a sentar, se levantó la falda para que su coño quedase al descubierto, estaba totalmente rasurado, con un pequeño triángulo de vello en su parte superior. Alfredo se agachó entre las piernas de su novia y comenzó a lamer dulcemente ese preciado tesoro, le encantaba su sabor, y más que Marta le acariciase la cabeza mientras lo lamía. Marta estaba gozando muchísimo, se levantó la camiseta y sacó los pechos, comenzó a masajeárselos, se pellizcaba los pezones y se los lamía, a esas alturas sabía que alguno de los espectadores más cercanos se habría dado cuenta de todo, le excitaba saber que le estaban viendo las tetas, esas grandes tetas de las que estaba tan orgullosa. de repente notó algo en su mejilla. Se sorprendió al ver que era una polla enorme que pertenecía a un joven que se había colocado detrás de su asiento, le estaba acariciando la cara con su polla, eso la excitó muchísimo, nunca había vivido una situación semejante, por lo que tener otra polla a su alcance mientras su novio le comía el coño la puso a cien. Decidió que había que no podía dejar pasar esa oportunidad, además a esas alturas estaba demasiado cachonda como para pensarl. Giró un poco la cabeza de modo que la polla le quedó frente a su cara. Entonces abrió la boca y se introdujo la polla, comenzó a mamarla con gran pasión, el joven cogió su cabeza y empujó más aún, la polla le llegó hasta la garganta. Luego sacó la polla de su boca y comenzó a lamerla de arriba abajo, era más corta que la de su novio, pero era muy gruesa, para metersela en la boca había tenido que abrir completamente los labios. Entonces fue plenamente consciente de lo que ocurría a su alrededor, un par de jóvenes se habían colocado alrededor de ellos y estaban masturbándose, su novio se había dado cuenta de todo, pero no parecía importarle, al contrario se le veía muy excitado con la situación.

Marta les hizo un gesto con la mano a los tres jovenes para que se acercasen, ellos no se lo podían creer, tendrían entre 18 y 19 años de edad y Marta estaba cerca de los 30 años, era lo que se dice una tía cañón, y les estaba invitando a que se acercasen. Alfredo la colocó a cuatro patas de modo que se apoyase en el asiento, y comenzó a follársela por el coño con gran fuerza, Marta gemía sin ninguna timidez, los tres jóvenes se acercaron, colocando sus pollas frente a Marta, ella comenzó a chuparlas una detrás de otra, mientras chupaba una masajeaba las otras dos con las manos, los jóvenes tenían las pollas finas pero muy largas, uno de ellos, el más joven no tardó en correrse lanzando un gran chorro de semen a la cara de Marta, que seguidamente le limpió la polla de semen, relamiendose ruidosamente.

Alfredo había llegado al Climax de modo que sacó la polla de su coño y se corrió en su espalda manchándola completamente. Marta ya no tenía camiseta, las tetas le colgaban libremente moviendose adelante y atrás como grandes campanas, por lo que el chico que se había corrido se colocó bajo ella y comenzó a mamarlas y acariciarlas, mientras tanto uno de los chicos había ocupado el sitio de Alfredo, se colocó detrás de ella, notó como restregaba su polla humedecida por la saliva de ella por el agujero de su culo, entonces sin previo aviso le metió toda la polla de golpe en el culo. Marta dejó escapar un chillido mezcla de placer y dolor, parecía que le iba a reventar el culo, pero a la vez le producía un gran placer. Se dedicó entonces de lleno a la polla del otro joven, se la mamó como si le fuese la vida en ello, su pelo se movía como una marea negra envolviendo parte de su cuerpo, mientras, el otro joven le daba por el culo, tuvo varios orgásmos.

Estaba recibiendo un gran placer, ya que además al joven que le estaba magreando las tetas se le enderezó nuevamente el pene, y la penetró por el coño. Era un gran espectáculo, ni en sus sueños más locos Marta se había imaginado una situación tal. Estaba siendo follada por el culo, por el coño, por la boca y su novio se pajeaba nuevamante mientras observaba como su novia gozaba de los tres jovenes.

El joven al que se la estaba chupando ya no aguantó más, cogió a Marta de los pelos, le levantó un poco la cara, Marta le miro a la cara al joven, estab experimentando un gran placer, de repente le eyaculó encima, la cara de Marta chorreaba semén, el joven terminó de limparse la polla en su cara, entonces Alfredo que ya no podía más metió su polla en la boca de Marta, la metió y sacó varias veces y volvió a correrse en su interior, Marta se tragó todo el semen sin derramar una sola gota, un terrible orgasmo recorrió todo su cuerpo, ya que en ese mismo momento, los jovenes que le estaban follando por el culo y por el coño se corrieron en su interior, Marta notó como el semen calentito se escurría desde su ano, manchando su coño por fuera, y la corrida en su coño, se derramó sobre su vientre.

Marta tenía todos sus agujeros llenos de semen, el cuerpo le resplandecía debido a las corridas que había sobre el, chorretones de semen le corrían por las piernas, la cara y el pelo estaban totalmente llenos de semen. Marta se arrodillo y procedió a limpiar el semen de todas y cada una de las pollas presentes, incluso se añadió alguna de última hora que por supuesto acabo en la boca de Marta.

Se sentía como una zorra viciosa, pero había disfrutado como nunca del sexo, no recordaba cuantos orgásmos le habían producido las folladas, procedió a limpiarse todo el cuerpo y se colocó nuevamente la camiseta, la cual dejaba entreveer sus pezones, ya que todavía tenía el cuerpo húmedo y la camiseta dejaba transparentar sus grandes tetas.

Cogidos de la mano abandonaron el cine, no sin que Marta aliviase al taquillero antes de salir, con una mamada monumental, que le hizo mientras este vendía los tikets a la gente que entraba.-

Por el fantasioso

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