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Historia verdadera sobre un intercambio de pareja

Lo que ahora os voy a contar pasó este verano en un camping de la costa gaditana. Historia verdadera sobre un intercambio de pareja.

Tengo novia hace 8 años, es una persona encantadora, alegre, algo misteriosa pero siempre dispuesta a tener buen sexo. Se llama Paola.

Quedamos nosotros y unos amigos (Javi y Ana), una pareja que conocemos hace años. Tenemos amistad sobre todo con Javi, un tipo excepcional sin duda.

Queríamos pasar un fin de semana de descanso en un bungalow.

Tras 2 horas de viaje, llegamos a nuestro destino. El bungalow fenomenal pero solo un problema solo había una cama de matrimonio, la otra habitación tenia 2 camas individuales. Fue una indirecta del destino?, Un presagio?

Comenté en tono jocoso que podíamos compartirla sin problemas los cuatro. Nos echamos unas risas!!

Nos cambiamos y nos fuimos a una preciosa cala a disfrutar un poco de la playa.

Javi y yo nos fuimos al agua corriendo mientras que para nuestra sorpresa veíamos como se desnudaban nuestras chicas y extendía las toallas. Solo cubrían sus cuerpos dos diminutos tangas. Yo me quedé de piedra porque siempre estaba detrás de Paola para que se pusiese un tanga para ir a la playa ya que tiene un cuerpo envidiable. Era un tanga rojo que dejaba ver su hermoso culo, vaya culo!!!

El de Ana era negro.

Comentábamos Javi y yo que vaya mujeres teníamos y que éramos muy afortunados.

Seguimos en la playa, yo no dejaba de mirar a Ana, tenía un cuerpo de escándalo, la típica 90-60-90. Esas tetas al sol me ponían malo y más de una vez tenia que disimular una erección.

Esos cuerpos al sol, unas cervezas frías, unos cigarrillos, en fin, el paraíso…..

Veía la mirada envidiosa y lasciva de la gente que pasaba alrededor nuestra. Miraban con deseo a Paola y Ana; eso me gustaba, me excitaba.

La tarde playera acababa, nos vestimos unos mas que otros ya que las chicas se pusieron un mini pantalón y la parte de arriba del bikini. Vaya cuerpazos morenos, pedían ser devorados.

Llegamos al bungalow, Javi y Ana se fueron para su habitación. Comprendimos que querían estar solos y dar rienda suelta a sus pasiones. Nosotros también nos fuimos a la nuestra y comenzamos a hacer el amor. Estábamos tan calientes que dejamos atrás los preliminares. Aparté su tanga y le metí la polla. Mientras me la follaba veía la cara de Ana, me imaginaba su cuerpo. Fue como follarmela a ella.

Lo que nunca me pude imaginar es que Paola pensaba justamente en Javi y veía y sentía su polla en vez de la mía.

Os podéis imaginar que corrida…

Manché sus tetas de semen ya que me gusta ver su cuerpo manchado de mi esperma. Pocas veces me corro dentro de ella, prefiero hacerlo en sus tetas, en su vientre y sobre todo me encanta mojarle la cara y la boca de corrida.

Recogió todo mi semen y cual ungüento se lo esparció delicadamente entre sus tetas, masajeándolas una y otra vez, y con el dedo índice recogió un poco y se lo pasó entre sus labios para relamerlo, saborearlo.

Paola me dijo que la había follado de puta madre, sonrió y me dijo que se había dejado llevar por su imaginación. Que había imaginado cosas muy sensuales…

Nos duchamos y nos dimos una vuelta, cuando regresamos, Ana y Javi estaban ya arreglados (se les veía todavía rojos, acababan de follar también.). Ana estaba muy bella, llevaba un vestido blanco bastante ajustado. Se notaba que no llevaba sostén. Su culo redondeado dibujaba un tanga que si no me equivoco era blanco también. Todo ello acompañado de unos tacones rojos.

Mi novia también iba muy guapa, minifalda vaquera y una camiseta ajustada. Tampoco llevaba sostén, los pezones erizados la delataban.

Nos sentamos a comer algo en el saloncito del bungalow que era bastante grande, algo de picar regado todo con un buen vino Rioja Reserva. Cayeron tres botellas de Rioja. Las conversaciones subieron de tono, los piropos entrecruzados se sucedían. Yo no le quitaba ojo a Ana y supongo que Paola no le quitaba ojo a Javi.

Hablábamos de sexo abiertamente desinhibidos totalmente por el alcohol y a eso de las tres de la mañana me quedé sin tabaco. (¡vaya putada!)

Tuve que coger el coche con la tajada e ir al pueblo a buscar el maldito vicio, tardé más o menos una hora en ir y regresar. Cuando llegué encontré las luces del salón apagadas, entré sin hacer ruido, vi luz en mi habitación (la de la cama de matrimonio) y creí que estaba Paola dormida y se había dejado la luz.

Dije para mi vaya mierda, todo se han acostado pero cual fue mi sorpresa al llegar a la habitación. Me quedé de una pieza ante tal visión: Javi, Ana y mi novia en la cama y precisamente no dormían.

Javi se estaba follando a mi novia mientras Ana se masturbaba viéndolos.

Me quedé petrificado, una mezcla de sensaciones muy extrañas. Ver a tu novia follar con otro siempre produce un doble efecto.

Ana se percató que estaba junto a la puerta, se acercó hacia mi totalmente desnuda.

Tenía el coño totalmente afeitado como me gusta a mi, joder que buena que estaba! Me dijo al oído: “es tu oportunidad, sé que me deseas” y a continuación bajó hacia abajo, me desabrochó el pantalón y comenzó a lamerme la polla.

Yo miraba a Paola pero ella estaba muy concentrada disfrutando del polvo que le estaba echando Javi. Gemía como una zorra.

Ana seguía chupándomela, me tumbó boca arriba en la cama junto a mi novia mientras javi no paraba de darle embestidas a Paola. Por fin me miro y me dijo que estaba en la gloria.

Ana estaba con el culo en pompa mientras me la chupaba y a esto que viene Javi por detrás y empieza a follarse a su novia por detrás. No sé sí la enculó.

Mi novia en esos momentos lo que hacia era comerle las tetas a Ana. Ana era el centro de atención en ese momento: me la chupaba, era follada por detrás y mi novia le comía las tetas.

Gemidos, gritos de placer era lo que había en esa habitación.

Nos pusimos luego de tal manera que ellas estaban a 4 patas, frente a frente. Yo me follaba a Ana y Javi a mi novia. Mientras embestíamos, ellas se comían la boca. Veía la cara de mi novia y era un poema, rebozaba pasión y sensualidad por todos los poros.

Estaba a punto de correrme, Ana se dio la vuelta y me dijo que se lo echara todo en la cara. Cogí mi polla y se la puse en la boca. Le mojé la boca, el semen resbalaba por sus labios hacia abajo. Comenzó a lamerme otra vez, esta vez más despacio.

Mientras, Javi estaba a punto de correrse también. Hizo lo propio con mi novia. Esta se lo tragó casi entero, ¡cómo lo relamía!.

Nuestras pasiones se relajaron y nos quedamos dormidos todos juntos. Yo me quedé abrazado a Ana. Dormí toda la noche pegado a ella respirando su mismo aire y velando sus sueños.

No os aburriré más, lo único que os digo es que tras aquel encuentro volvimos a repetir la experiencia. Casi siempre con Ana y javi. Por cierto, nunca me follé a Ana a solas…

¿Qué te ha parecido el relato?


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