Dos jóvenes familiares que no se habían visto en muchos años coinciden en la cena de nochebuena.
Mi aventura durante la cena de navidad de mi primer trabajo y lo que lo disfruté.
Una reunión navideña de travestis, termina siendo una sabrosa orgía.
La llevé hasta el árbol y haciendo a un lado algunos adornos comenzamos a besarnos, yo metí mi mano debajo de su blusa y le comencé a tocar y pellizcar los pezones, algo que la volvía loca, así mientras que con una mano me ocupaba de sus pezones, con la otra empecé a tocar su panochita, que para esos momentos ya estaba algo húmeda.
Cuando viajo a mi tierra natal al norte del país para pasar con mi familia las fiestas navideñas y fin de año, una semana antes de navidad hicimos el amor como desesperados pues no estaríamos juntos menos de 14 días.
La acomodé en la cama en posición de perrito y con mi dedo y con ayuda de la vaselina le fui abriendo su estrecho agujero, cuando lo vi lo suficientemente dilatado le puse la punta de mi tolete y se lo fue empujando poco a poco hasta que entro la mitad entre gritos
Mi madre se llama Vanessa, tiene 31 años, ya que cuando tenía 15 quedó embarazada de mi padre y fue obligada a casarse, lo que ocasionó que ese matrimonio no durara para siempre ya que nunca hubo verdadero amor.
Alicia se paso chillando y rogando durante todo el tiempo que la aguja fue clavándose en su cuerpo. Fueron casi tres centímetros de aguja los que fueron enterrados en su pecho.
No aguantaban a su jefa, y se lo iban a demostrar.
Para pasar el día de Navidad juntos habían planeado una cita muy especial en un hotel que sería su refugio por siete maravillosos días. Nos separamos luego y fuimos a ducharnos, nos refrescamos y vistiéndonos muy livianos, ordenamos nuestras ropas, nos servimos unas bebidas y fuimos a sentarnos en la terraza a contemplar el mar y planear algunas cosas por hacer.
Me tumbe un poco y pude coger su coño, le metía el dedo y ella al igual que yo estaba cada vez mas cachonda, le puse el dedo sobre su culo pero me aparto la mano, no se si es que todavía no ha probado que le follen su hermoso culo, pero algún día se lo propondré.
Cada vez somos más las mujeres maduras que preferimos hombres jóvenes, no es que necesitemos estar con alguien de poca edad para sentirnos divinas. Chicas seamos sinceras, los tíos a medida que avanza en edad, se vuelven más pesados y empiezan a crecer de forma horizontal