Hasta este momento ella no había pronunciado ni un sola palabra. La habitación contaba con un jacuzzi a un lado de la cama, me levanté toma la botella de champaña y le pedí que se metiera conmigo me pidió que la esperara un poco se levantó fue al baño y tomó una rápida ducha regresó y se metió al jacuzzi tomamos unos copas más y la comencé a besar y su respuesta fue más apasionada que al principio, ya había perdido un poco la pena de saber que estaba siendo infiel.
Ahí empecé a chupar y lamer como un loco, primero sus muslos, que ya estaban secos, pues no los había mojado, luego me fui acercando, poco a poco a su clítoris.
Luis enjabonaba a Sandra y Sandra le enjabonaba el pele a Luis, al cual se le volvía a poner erecta, pero Sandra le dijo: Luis ya ha sido suficiente, ¿o es que quieres otra más aquí en la ducha?, él con su pene erecto mirando al cielo, la contesto que le gustaría.... en ese momento sonó el timbre de la puerta y se asustaron los dos.
Mientras colocaba tornillos y tablas ella se dispuso a quitar del suelo unas marcas que habían dejado los de la mudanza, se colocó a cuatro patas y con un barreño lleno de agua comenzó a frotarlas.
A partir de esa fecha mi recuperación fue vertiginosa para asombro de todo el mundo sobre todo los médicos que no podían entender como me había recuperado tan rápidamente, los abuelos estaban radiantes de felicidad, al tener a su nieto casi totalmente curado se marcharon en un viaje que hacía mucho tiempo tenían programado y habían aplazado debido a mi accidente por lo cual mama y yo estábamos en la gloria hasta un día en que yo le dije que quería coger la moto, ella se puso muy seria y no dijo nada
Durante las noches cuando se iba su novio...yo me las ingeniaba para hacerme el dormido y cuando subía a su recamara a cambiarse, pues ella se confiaba que no la vería (porque estaba dormido) y dejaba la puerta entre abierta y por ahí me quedaba yo mirando hasta que se pusiera su ropa para dormir
Allí todo cambió, él tomó la iniciativa, me sacó la remera, me estiró el brazo y se zambulló en mi axila. Eso me excito como nunca lo había estado y quise hacerle lo mismo.
Tan concentrado estaba que el timbre de la puerta me asustó, mire el reloj y eran las 12 y 30. La verdad es que el trabajo estaba casi a punto de terminar, solo me faltaban algunos retoques e imprimirlo. Fui hasta la puerta y allí estaba Darío, con su sonrisa tímida de siempre.
Tomaste tu sostén para ponértelo, pero yo te dije que no, y quitándotelo me miraste sorprendida y me dijiste que como ibas a bajar así nada más, y ayudándote a ordenar tu blusa y abotonarla, te dije que así te quería, me diste un beso y me complaciste, y nos fuimos a desayunar.
Nos fuimos a su dormitorio y nos seguimos besando, me besaba el lóbulo de la oreja, yo acariciaba sus enormes, blancas, ricas y hermosas tetas...su culo, su pubis...la manoseaba entera,,,,sintiendo sus carnes, calientes, electrizadas de amor y lujuria, sentía su calentura...era una puta caliente, una mujer que ya expelía sus secreciones....
Los asientos de los vagones están dispuestos en grupos de cuatro, enfrentados dos a dos con un pasillo estrecho entre cada grupo, son cómodos y acogedores. Me senté en uno de ellos, solo. La verdad es que solo había dos personas mas en el vagón, en el grupo contiguo una chica a la que veía solo de espaldas, y al otro extremo un hombre negro de proporciones gigantescas leyendo el periódico.
La idea al principio me dio un poco de risa, pero después ella dijo que cuando los hombres lo hacen por primera vez son tremendamente dóciles y hacen todo lo que tu les digas, y además tienen una gran energía para realizar cualquier actividad sexual, termino la charla de café y me fui a mi casa y estuve pensando en lo que esta mujer había dicho y que me había dejado tan intrigada.
En la primera escena ella aparece sentada en el sofá desnuda, masturbándose hojeando una revista porno, de momento llegan dos chavos y se sientan cada uno al lado de ella, y entonces le separan las piernas, cada chico le agarro un seno y se los empezaron a chupar, ella por su parte les saco sus penes y a dos manos los empezó a masturbar, de repente entro un tercer chico y el fue directo a su rajita y se la empezó a chupar, ella estaba totalmente como loca se dejaba que la tocaran por todos lados, y que le hicieran lo que querían, entonces ella se resbalo lentamente del sofá
Ella reaccionó y me dijo, que por allí no, que nunca lo había hecho por el culo, que por favor no se la meta por allí, pero sus súplicas no le sirvieron de nada, ya tenía la cabeza bien metida y ajustaba el esfínter de una manera deliciosa que me calentaba aún más, me dijo que ni a su marido le había dado el culo y que se la sacara que le dolía.
Como a los 5 minutos, Kaiser se bajó de mí, y cruzando su pata trasera izquierda por sobre mis nalgas, quedamos culo con culo, unidos por su pene el cual podía sentir como palpitaba en mi interior, vertiendo en cada pulsación un chorro más de su semen.
Cuando estaba totalmente limpio Linda volvió a tomar a MinLi y recostándola en el sofá abrió sus piernas y comenzó a comerla chupando sus labios y atrapando su clítoris haciéndola retorcer de gusto. Yo las observé mientras recuperaba el aliento tras tan explosivo orgasmo que me habían causado esas dos bellas mujeres.
Te gustó como me dio por el culo, ese pene si que se sientebien, pero dame el tuyo por mi vagina, me llevó hasta la cama, lapuse en cuatro y la penetré, chorreaba semen por todos sus agujeros,demás está decir que encontré su vagina tremenda y entró hasta el fondo sin ningún esfuerzo yme decía...
Al entrar a la casa me lleve un tremendo susto al ver, al perro, se me había olvidado que estaba ahí, entonces agarre y me metí al baño me di una ducha y me senté en mi sillón favorito a ver la TV, pero en eso el perro se hecho en mis pies, y viendo una película que por cierto un poco mala, pero con algo de dosis de sexo, y con las ganas que había tenido en la tarde, me empecé a humedecer de momento vi al perro y con mi pie le empecé a sobar donde se encuentra su pene, que después de unos minutos dejo escapar una punta roja, y empezaba a crecer, entonces el perro que parecía disfrutarlo
Los dos esperaban con ansiedad este día en que volvían a estar juntos, después de estar un tiempo separados, gozarían haciendo el amor y disfrutarían del momento de este delicioso encuentro.
Kim tenia un porte atlético, no había terminado la secundaria y presentaba antecedentes de haber consumido drogas, MinLi tenía una figura muy femenina, con curvas pronunciadas en su cuerpo, su rostro era muy dulce y de aire tímido, había acabado la secundaria y era servicial y hogareña, según los antecedentes, y en destacado respecto a su Estado: VIRGEN. No quise pensar más y me decidí por ella.
me despertaron sus caricias en mis pechos, y de manera increíble, mi cuerpo aun quería más guerra, jorge bajó por mi espalda, hasta mi culo y lo comenzó a besar me tiendo un dedo, luego dos y hasta tres cuando me dijo ponte en cuatro patas, lo hice y comenzó a penetrar mi ano, ese que solo había sido tuyo se lo entregué a otro sin dudarlo, me penetró lentamente, su cabeza por su tamaño, me dolía pero se comenzó a mover lentamente y ya sentía sus testículos golpear mi clítoris que me desembocó en orgasmo salvaje
El deseo sexual o el apetito sexual, nace con la propia vida del ser humano y la verdad sea dicha, desde que un hijo o una hija recién nacida, es amamantada por su madre, se despliega en su mente y en su vida, la primera relación sexual y nadie la cataloga de incesto.
Al salir noté bajo la sotana el bien formado y delicioso trasero de la monjita, que aunque no era muy alta, si se manejaba unas formas de reina de belleza, al ponerme de pie ella notó mi erección y se sonrojó, a la vez que observé que miraba mi bragueta con un brillo lujurioso en los ojos color caramelo que se manejaba.
Se encontraron en el baño y tuvieron una conversación de lo mas excitante, ofreciéndose ella a saciar su calentura ya que su esposa no se encontraba en la casa y los dos estaban muy cachondos.
Al ver esta imagen de ella, mi pene se erecto nuevamente, sin mediar palabra empecé a besar sus nalgas y la oquedad que hacían estas al unirse a su espalda, empecé a lamerle el culo, que sabor tenía, era delicioso, ella levantaba lentamente sus nalgas para ofrecerme una posición mas cómoda.
Después el reposo nos hizo conversar nuevas cosas, nuestro encuentro, experiencias anteriores; tu cuerpo se encontraba por esos días en periodo, por lo que mi pene quedo cubierto de un tono rojizo, que tu delicada y tiernamente te dedicaste a asear, tomabas mi carne y la limpiabas hasta que quedaste conforme; nos refrescamos con una bebida y así comenzamos a recuperar nuestros apetitos.
El me agarró el pene y bajo su dirección, empujé hacia arriba y con alguna dificultad, poco a poco lo fui penetrando por el culo. El orificio de su ano estaba tan caliente y apretado, que casi me vengo con sólo sentirme adentro, pero logré controlarme. Nos quedamos quietos un momento y luego empezamos un movimiento de ir y venir, de sube y baja, de mete y saca, en tanto él se masturbaba con su propia mano.
Comencé a bajar pronto partiendo de la unión de tus pechos y besando tu piel hasta tu vientre, allí me detuve mientras mis manos quitaban tu falda, tus piernas quedaron descubiertas ahora, y tu pubis y tu sexo tapados por tu calzón. Unos besos sobre la tela y percibir tu aroma fue lo necesario para tomarlo y deslizarlo por tus piernas quitándolo y así desnudándote completamente.
En una ocasión mi esposa organizo un paseo a nuestra casa de la playa, invito a dos parejas de amigos y a sus hijos para que la semana fuera agradable para todos, el esposo de una de ellas decidió no ir por lo cual ella fue sola, y el otro quedo en llegar después.
Quedé destruido en la cama. No me podía mover y él me pidió el último esfuerzo. Yo ya no entendía nada ni quería nada, pero había gozado tanto que no podía dejar de hacerle un favor, aunque no podía pensar que me pediría eso. Me pidió que me ponga boca abajo y limpió toda la sangre que corría por mi culo. Me puso una crema refrescante que me hizo muy bien ya que era fría y mi culo era el mismo infierno.
Me adelante unos diez minutos a la cita y me quede esperando dentro del coche, pensando que lo más probable era que nadie apareciese, cuando pasaban cinco minutos de la hora decidí dar otros cinco y marcharme solo, pero no fue necesario: A todo correr apareció por la plaza una persona enfundada en un chándal con capucha y una mochila amarilla y azul. Por su forma de correr adivine que era una mujer, que se acercó deprisa hacia donde yo estaba y empezó a mirar de un lado a otro. Me baje del coche y me acerque, acordándome que ni siquiera sabía cómo se llamaba.