Ya hacía dos meses que habíamos cortado luego de casi un año de novios, pero como todavía ninguno salía con otro entonces nos seguíamos divirtiendo juntos.
Me acerqué al ascensor, y él se acercó también a su compañero diciéndole algo cerca del oído, y en lo que esperábamos que abriera la puerta del elevador un grupo de personas y yo, cuando me percaté, el chico que me había interrogado anteriormente estaba detrás de mi.
Ahí estaba yo cuando no sé de donde salió un hombre que de una manera descarada me arrimó su bultote y me dio una agarrada de nalgas que me dejó sin poder reaccionar, mientras se perdía de nuevo entre la gente.
Judith es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m y tiene un tipazo.
Ella sintió todo mi pene erectísimo sobando su culito y sus mejillas se encendieron por la excitación y me miraba diciéndome con los ojos que continuara. Ella se agachaba haciendo que observaba algo por la ventanilla del bus y yo apretaba mi pene contra su culito.
Entró una chica jovencita, atractiva, que parecía bastante arreglada, a la moda, con esos pantalones de tela de pata ancha y gafas con esa montura moderna de estrella pop. De pronto se puso delante de mí y me rozó con su culo.
En realidad yo me sentía como un chofer o un invitado que sobraba, puesto que yo no salía nunca con mi hermana, y todos los que subían eran amigos más bien de ellas, y no claro es lógico que no supiera qué pintaba yo allí, excepto que iba a ver un partido.
Nos apartamos de la pista y me llevo hasta la puerta de los baños me le quede mirando y le hice una pequeña seña con la cabeza en dirección al baño de las chicas y asintió.
Me acordé en ese instante de que la fiesta continuaba, y gracias a Dios que la cinta aún seguía, pero más tarde la cambié por otra y pensé en entrar en el cuarto de baño -disponía de 45 minutos hasta se cortara la cinta-.
En ese momento con mi mano derecha acaricie el pelo de la chica en una actitud arrogante propia de un "macho líder", al mismo tiempo que apartaba mi mano izquierda de mi cara y empujé mi pecho hacia arriba y le devolví la mirada a la ejecutiva, retándola.
Cuando alzó su mirada yo ya había tenido tiempo de serenar un poco mi respiración luego del esfuerzo atlético de brincar de andén a andén, mi respiración era agitada, pero un esfuerzo de las mandíbulas me hacía lucir normal, y el sudor ya me lo había secado de prisa con un pañuelo que siempre cargo.
He vivido reprimido y triste escondiendo mi homosexualidad hasta ahora, que me he atrevido a decirle a la gente que soy gay, y me siento mucho mejor, ademas de vivir más feliz. Leed esto los que tengáis miedo a decir que sois gay.
Marga es mi novia desde hace seis meses y esta imponente; de cara es preciosa y su largo pelo castaño y sus ojos verdes me vuelven loco, del resto del cuerpo mejor ni comentarlo, mide 1,68 m. y tiene un tipazo.
Esta celebración de Día de Muertos vuelve deseable tener un muerto al cual rendirle homenaje, una abuela está bien, algún primo lejano que sólo se le recuerde por lo desafortunado que pudo ser su muerte, la muerte está bien siempre que no se acerque demasiado.
Ocupó una esquina de mucho tránsito frente a una perfumería famosa. Parecía un buen sitio para mendigar. Un lugar lleno de turistas, de gente de paso, que podrían lanzar miradas fugaces a su rostro, a su cuerpo y a su célula de identidad que enseñaba en su mano derecha, para que la gente no le tomara por un farsante y dejara alguna moneda sobre la caja de zapatos que reposaba a sus pies.