relatos eróticos esposas

relatos eroticos sobre esposas

151 relatos

Mi esposa y mi amigo

0,00 (0 votos)
El nos trajo dos tragos y salió del cuarto de baño, donde las dos permanecíamos detrás de la puerta de la tina. En ese momento intercambiamos los vasos y yo la bese como por impulso, ella se dejó pero estaba asombrada. Seguí tocándola y me di cuenta cuanto habíamos las dos deseado esa situación.

La fantasía de Julieta

0,00 (0 votos)
Creo que Julieta es ninfómana por que después de que nos casamos me confeso que tenia un consolador y que lo usaba antes de que nos casáramos, en varias ocasiones me pide que le meta su consolador en la vagina o por su culo mientras la acaricio y la beso, bueno a mi no me desagrada por el contrario ver la cara de excitación que pone me calienta muchísimo.

Complaciendo a mi mujer I

0,00 (0 votos)
Cuando regresaron, Sarita me contó que nuestro buen amigo se portó muy caballeroso, al principio, pues como le pista está tan llena de gente, no había mas que pegarse a el, y el, se empezó a poner duro, Sarita se quedó intrigada, porque parece ser, Allan está bien dotado.

Preñando a mi esposa

5,00 (3 votos)
Me levanté del diván y chorreando semen por mis piernas, me fui donde mi profe, me voltee y me senté en su verga, sentí sus manos en mis tetas y comenzó a bombear mi chuchita ardorosamente, después de unos minutos colapse en su regazo, echando mi cabeza hacia atrás y estirando mis piernas tiesas que convulsionaban en mi espasmódico orgasmo

Mi primo, mi esposa y yo I

0,00 (0 votos)
Después de varios minutos se detienen, se abrazan con fuerza nuevamente, besándose con intensidad, están tan sudados que mi esposa tiene el cabello pegado en la frente, se miran a los ojos, poniéndose de acuerdo sin mediar palabra y giran en la cama, quedando mi primo de espaldas y mi mujer sobre de él.

Cuando la realidad supera cualquier relato

0,00 (0 votos)
Así lo hicimos cogimos nuestros objetos de ducha y nos dirigimos a la misma. Me choco que mi esposa no se pusiera el traje de baño solo una camiseta. Le regañe un poco porque tenia el pubis peludo y me dijo que no le importaba y que con tan poca gente nadie la vería en la ducha.

Siempre había deseado verla haciéndolo

5,00 (1 votos)
Este es un relato sobre la primera vez en que un hombre ve a su mujer en la propia sala de su casa, siendo gozada por otro hombre y las cosas que después le comenta sobre la persona a la que él mas ama y como podrán ser sus vidas después de haberlo visto todo.

Divirtiéndose en las sillas

0,00 (0 votos)
Ella bruscamente la alzó y me dio la gran sorpresa. Su tanga estaba a un lado mostrando totalmente su húmeda cuevita con sus labios grandes y rosados. Alcancé a tocarle excitado su conchita y estaba húmeda, empapada, casi goteando.

Primer intercambio y penetrado

0,00 (0 votos)
En esta posición en cuatro, se colocaron o la colocó de perfil, y me dijo "esto es para que veas todo lo que se está comiendo tu mujercita, saco toda su tranca, me la mostro, y de verdad que era enorme y gruesa, la colocó en la entrada de la vagina de Claudia y se la clavó toda de un solo golpe, mi esposa grito, y así siguió sacándola y metiéndosela de esa manera, no acababa pienso que era por la droga que creo debió consumir, Claudia estaba completamente exhausta, sudada y no tenia fuerzas.

Más que una fantasía

0,00 (0 votos)
Me acerque a ella, aun se percibía el aroma de su sexo y su cuerpo estaba caliente. Cuando me dio aquel beso en el cual claramente pude aún distinguir la esencia de aquel otro macho que había estado entre sus labios.

Una sola experiencia bastó

0,00 (0 votos)
La ocasión no tardó mucho en presentarse, siendo así que en una noche que me encontré casualmente con Oscar me contó que se encontraba solo, pues su esposa Mary había viajado fuera de la ciudad por un problema laboral y que aprovecharía a visitar a su hermana que vivía en el interior del país ya que estaba muy cerca del lugar.

Regalo de aniversario

0,00 (0 votos)
El día después de aquello mi esposa me confesó que realmente fue el mejor sexo que había tenido, que no me ofendiera pero que realmente no creía que pudiera volver a gozar otra vez como ese día, que había fantaseado con ello pero nunca se había atrevido a contármelo pero estaba feliz porque lo había concretado y compartido conmigo.

Lo hice con mi cuñada

0,00 (0 votos)
Le chuparon la concha entre los dos, primero uno y después el otro. Luego él se paró en el sillón y le puso la verga en la boca. Ella la agarró con las dos manos y mientras gemía se la introdujo hasta la mitad, que era toda su capacidad bucal.

Acompañe a mi esposa al ginecólogo y me lleve la sorpresa y los cuernos mas grandes de mi vida

5,00 (1 votos)
Mi mujer se bajo de la camilla y con la cara completamente desencajada, se dirigió al biombo donde había dejado su ropa, -deja la bombacha para mí y el corpiño para Jair dijo el medico, sin esas prendas se dirigió al baño, escuche correr agua, y supuse que se estaba lavando y que le dolía todo el cuerpo y su vagina y su culo que habían quedado completamente abiertos y dilatados.

La amiga de mi mujer

0,00 (0 votos)
Nos metimos en el baño y cuando nos desnudamos ellas comprobaron que yo ya estaba empalmado. La japonesa era una auténtica monada. Estilizada; de rostro sumamente bello; pechos finos pero exquisitos. Mi mujer en cambio es más robusta como yo.

Diario de Florencia III: Un padre ejemplar

0,00 (0 votos)
Pero nuestro vecino, Jaime, no venía para quejarse, al contrario, llegaba a mi hogar en señal de gratitud. Le dijo a mi esposa que apreciaba el favor que le hacía a su niño. Ella dijo, que no se hiciera problema. « Sabré como tratarlo, no tiene nada que temer ». « No lo pongo en dudas, pero me gustaría estar presente ». La petición le pareció descomunal a Florencia, pero los hizo pasar y colocó una silla al pie de la cama para que el padre de Hernán tomara asiento.

El lado oscuro de una pareja

5,00 (1 votos)
Ahora sus pezones estaban duros y Cacho los mordía con evidente placer. Tomás se bajó el pantalón, y en un instante pude ver como su miembro erecto por completo, se perdió dentro de la vagina de mi esposa. Ella asimiló el embate sin resistirse, tan solo se mordía los labios

El tío I

0,00 (0 votos)
Esto no es lo interesante del asunto, pues un día tal vez por remordimientos de conciencia, o por la confianza que hay entre nosotros, Zahra me confesó diciendo, lo que a partir de este momento empezare a narrar, tal y como ella lo vivió.

La máxima expresión del placer

0,00 (0 votos)
Poco a poco nos fuimos desnudando y una vez en la cama le recorrí todo su cuerpo con mi lengua, primero me detuve en sus pezones hasta que se pusieron firmes, luego en su vulva jugosa, chupándola y observando como se retorcía de placer.

Descubriendo a mi esposa infiel

0,00 (0 votos)
Liza tiene 27 años, es blanca con cabello castaño un poco debajo de los hombros, delgada, tiene una cintura muy estrecha, lo que hace lucir mucho sus nalgas que tienen buen tamaño, incluso alguien dijo alguna vez que estarían ligeramente grandes en relación al resto de su cuerpo.

Su primera vez

0,00 (0 votos)
Ya en ese lugar, Mario se sentó en un sillón mientras mi mujer y yo esperábamos sentados al borde de la cama matrimonial. Por fin llega la juvenil Amanda vestida con un hermoso y liviano vestido corto, Mario se ve excitado al igual que todos nosotros, sólo Amanda luce algo nerviosa y mira a mi esposa para que le diga qué hacer.

Una mamá para cuatro III y final

5,00 (1 votos)
El que la culeaba comenzó a morderle el cuello desde atrás mientras le hincaba duro y el pelirrojo, quiso rematar lo que casi ya no podía imaginarse. Le pidió a mi esposa que comenzara a decirme cochinadas porque quería ver mi polla de nuevo dura y echando la leche por segunda vez.

Una mamá para cuatro II

0,00 (0 votos)
Los otros que se habían corrido aprovechando que mi esposa estaba a cuatro patas y sus pechos colgaban como los de vaca, se situaron cada uno de ellos dos, en cada pecho de mi mujer y comenzaron a ordeñarle literalmente la leche de sus colgantes tetas, cayendo literalmente de sus pezones a sus bocas abiertas.

Una mamá para cuatro I

0,00 (0 votos)
Sus pechos se pusieron como globos a causa de su producción lechera y no era extraño que en más de una ocasión, por la noche, me vieran mamando sus tetas porque, como ella decía "había tenido una subida de leche y le dolían mucho".

El futbolista

0,00 (0 votos)
Por primera vez en toda la noche no me lo hizo con condón, por lo que podía sentir su estaca caliente dentro de mí. Al sentir su leche derramándose por mi agujero, me corrí de nuevo, redoblando la intensidad del metesaca del pepino.