relatos eróticos mente

3 relatos

Una fogosa y fiel hembra se entrega a la lujuria inducida por su forzada abstinencia

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Empecé con mi habitual movimiento rítmico circular en torno al clítoris, y según se acercaba lo que prometía ser un bestial orgasmo, me introduje, primero un dedo de la mano izquierda en mi coño ávido de ser "llenado", después dos, y acabé con tres dedos lo más profundamente que pude dentro de mí, todo ello sin dejar de frotarme el inflamado clítoris cada vez más frenéticamente con la mano derecha.

Los mejores polvos de Soledad y sus amigas I

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Esa noche habíamos quedado encontrarnos en el departamento que me alquila, eran las 20 horas aproximadamente temprano, siempre era así porque el se iba a su casa, llego cansado, problemas, complicaciones, con olor a cigarrillo en su ropa, me beso en la boca y me pidió un café, puse la cafetera a trabajar y me senté con él en living, me extraño su postura, porque anteriormente siempre íbamos directo a la cama

Descubre su cuerpo al que no le hacía caso

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No siente pudor, al contrario, la excita observarse a sí misma como si de una película porno fuese espectadora y a la vez protagonista. Vuelve a acelerarse su pulso, su respiración y un deseoso revoltijo se deja sentir en su estómago, es el frío y el desenfreno de su deseo.