relatos eróticos iba

11 relatos

Lecturas en el trabajo

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Que no era el trabajo que le gustaba hacer, es verdad, pero muy poca gente trabaja en lo que realmente le gusta, aunque todavía no había perdido las esperanzas de encontrarlo.

Penitencia de semana santa con una diosa alemana

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Cuando ella aceleró de nuevo el ritmo, yo la avisé de que iba a correrme, aunque seguramente ella no me entendiese, pero pareció hacerlo y, apretando más aún sus carnosos labios, me hizo explotar en su boca, llenándosela toda de leche, tragándosela toda como si la fuese la vida en ello.

Mi hermana Stephanie

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Durante las noches cuando se iba su novio...yo me las ingeniaba para hacerme el dormido y cuando subía a su recamara a cambiarse, pues ella se confiaba que no la vería (porque estaba dormido) y dejaba la puerta entre abierta y por ahí me quedaba yo mirando hasta que se pusiera su ropa para dormir

En la mili

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Nuestra amante por aquellos instantes, esbozo una bonita sonrisa en aquella boca que estaba húmeda debido a la saliva que seguro se le había escapado cuando nos la estaba chupando a mi colega y a mí.

Mi sobrina

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Cuando mi esposo me dijo que su sobrina Sandra, de 17 años, vendría a pasar una temporada con nosotros, me puse muy contenta, ya que me encontraba bastante sola en la casa a la que recientemente nos habíamos mudado, pues todavía no había hecho amistades en el nuevo barrio.

Doble pasión I

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Bajó su cara lengüeteando por mi vientre, rodeando mi ombligo, ensalivando mis pelitos de color castaño, hasta llegar a mi vulva, a mis labios rezumantes de viscoso líquido dulce. Los mojó aún más, separó mis piernas y al mismo tiempo con sus dedos abrió mi sexo para lamer mi interior, luego mi clítoris enrojecido y macizo mientras yo gemía y apenas me aguantaba los gritos de placer que se me escapaban desde el interior de mi alma.

Lunes de resaca

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Decidieron ir a ver una película porno y cuando se dieron cuenta estaban completamente rodeados de chicas. Estaba nervioso. La dejé estar. Me desabrochó los botones del pantalón y me metió la mano dentro de los calzoncillos. Mi polla estaba en todo su esplendor. Ella me la cogió con toda su mano, como quien coge un palo, y con su dedo gordo jugaba con mi glande.