Soledad

Nunca sospeche que esa simple reunión en la oficina, daría el puntapié inicial a una nueva etapa de mi vida, la intriga de encontrar al vecino de la casa de mis padres trabajando de cadete transformado a mis ojos , el chico que vi hace más de cinco o seis años era un muchacho hermoso, cuerpo atlético, que representaba unos años más que sus 20 reales, se empezó a dilucidar al fin de la tarde, cuando Pablo se acerco a saludarme y directamente me pidió si podía hablar conmigo a solas.

Si bien mis 26 años, mi lugar en la empresa como auditora, mi perfil bajo en la oficina, me decían que no tenia que aceptar ninguna invitación (salvo la de mi profe) me interesaba saber lo que este chico quería decirme.

Fuimos a tomar un café al bar de la esquina, iniciando su conversación, pidiendo disculpas , dado que lo que había hecho era por que era un imberbe estúpido y no tendría que haber seguido con todas las estupideces pero se había prometido hablar conmigo en la primera oportunidad y lo hizo, palabras más palabras menos, eso fue textual lo que dijo.

Yo no entendía nada, pero lo deje hablar, descifrando cada una de sus frases, por fin de su nerviosismo, fui dilucidando lo que me quería decir y nunca hubiese querido escuchar.

Ante su pedido de perdón , le dije que lo único que no tiene solución es la muerte y los problemas hay que solucionarlos o minimizarlos, pero por favor me contara todo, puesto que era evidente que necesitaba o que el quería que yo me enterara y si se calmaba un poco quizás podría hacerse posible.

Sus palabras me trasladaron en mi fantasía a esa casa hermosa con pileta, que lindaba con la casa de Pablo por una pared recubierta con una enredadera siempre verde, cada palabra de Pablo iniciaba en mi periodos de mi vida que nunca pude sacar, ni siquiera a mi psicólogo, mis vivencias en la casa de mis padres , la cual no visito desde hace rato.

El yo se que mantenías relaciones incestuosas con tu padre, casi me saca de la silla, ese secreto que me parecía ya eliminado de mi ser, otra vez en la superficie , me aplasto.

Yo se y tengo filmaciones cuando tomaban sol desnudas vos y tu hermana y tengo la filmación de cuando te volteaste a tu primo de Rosario en el patio de tu casa y tengo una foto cuando tu cuñado te acomodaba sus dedos en tu vagina, que la verdad es una foto artística por tu cara, todo dicho así , me seguía golpeando, mi cara tapada con mis manos no me protegía de lo que escuchaba y tanto había pedido que desapareciera de mi mente.

Mi cara se debe haber transformado, Pablo una y otra vez decía que el no quería nada, que el tenia esas cosas y me las iba a dar.

Pero, siempre un pero imagine, su relato continuaba mis imágenes se superponían con todo lo que había tapado , el varios fueron los chicos que vieron tus escarceos con tu padre, el cual no filmamos porque éramos purretes, fue una de las frases que me volvió a la mesa de ese café , seis años en esa edad era mucha diferencia.

Recordé que había empezado mi vida sexual con mi padre a los catorce dejando aproximadamente a los 17 años , nunca imagine que detrás de la enredadera o no se de donde hubiese alguien mirando.

Pero recién ahora pienso que todo esto es lo que me ha hecho lo que soy.

No supe que hacer con Pablo, si pegarle, insultarlo o besarlo, no supe ni se que hacer, si bien los secretos que el sabe eran terribles, era la punta del iceberg de mi vida, llena de sexo y contradicciones.

Esa vida escondida, desde que inicie mi relación con el profesor, dando forma a la relación con el , ahora creo que mi calentura con el profesor era para encontrar la continuidad del incesto con mi padre, mi falta de moral de haber mantenido una relación con mi cuñado, al cual considero que lo viole y enloquecí durante varios años, el primo fue solo una aventura, recordando ese momento el festín de pajas que se deben haber hecho estos pendejos, siento mis flujos caer de solo recordar lo que hicimos esa tarde, la mamada que le hice y mi cabalgata sobre el borde de la pileta, terminando tirándome despacio hacia atrás despegando ese falo enorme.

Le pedí que me trajera todo, todas las cosas, a mi departamento, me prometió que me lo traería la semana siguiente, esa semana fui recordando toda mis negaciones.

Mi padre esa noche había echo de cenar, mi madre y mi hermano (dos años menor) habían viajado a Rosario a la casa de su hermana, mis catorce años (casi quince) se reflejaban en mi cuerpo, mamá llevaba en el almanaque anotando con un circulo la menstruaciones, que ya tenia regularizadas cada 28 días desde hacia 8 meses, creo que Papá sabia eso , ese día hacía dos días que se me había retirado, siempre jugábamos desde chicas con Papá, esa noche también lo hicimos, pero sus caricias eran distintas, mis pechos desnudos se pararon dentro de sus manos, sentía que algo cambiaba en mi, me saco la braga, despacio y puso mi mano sobre su pene, ya habíamos comentado con las chicas, como se sentiría, me cerro la mano y empezó a subir mi mano y su mano hasta que saco la suya dejando que yo siguiera, eso hice, lo apretaba y crecía , era enorme, sus dedos penetraron mis labios vaginales, despacio, sentí mis flujos, yo sabia que eso era malo, se lo dije, pero el me dijo que si los dos sentíamos, era bueno, me levanto y me puso sobre el pene, en cuclillas me fue entrando, poco a poco, el desgarro del himen, no lo sentí, si que me penetraba subiéndome y bajando con sus brazo, hasta que por mi misma , como cuando tome su pene lo hice, creo que es por eso que es la posición que más me gusta, sexualmente disfrute mi primera vez, no puedo decirle nada fui seducida, me deje seducir, me hizo mujer como siempre lo desee, despacio, pero yo sabia que todo eso era una porquería, mientras mi madre y hermana iban a la iglesia, nos apareábamos y a la tarde iba con el a misa, le confesé al cura y lo que logré que mi padre me enseñara hacer el amor y el cura me quería enseñar el ¿será por eso mi bronca con la iglesia?, me enseño a mamarlo y yo creía que eso era lo mejor, en un verano creo el último antes de definitivamente negarme a toda relación con el , por supuesto con las puertas cerradas y solos desnudos en la pileta hacíamos el 69, esa u otras veces en la que pensando dábamos señales inequívocas de incesto, no recuerdo la cantidad, pero la verdad que lo gozaba, cuando llego mi «cuñado» a casa , otra vez sentí ese cosquilleo, me sentía segura en casa y me arregle para volteármelo varias veces, lo extraño era que fuera era una recatada niña, difícil para los chicos, yo diría fuera del circuito, fue a los dieciocho años que conocí al profesor, ese profesor que hoy es mi amante, que no se aprovecho de mi entrega total mientras era su alumna, que me puso en claro que yo seria su amante, que no sabe, que mi padre es un degenerado, que me jodió la vida, que el puede ser producto de mi mente para seguir esa porquería de relación, no quiero contar las cosas que hago con el, porque no es el objetivo.

Salvador, Hugo, Antonio, varios más entenderán el porque de mi libertinaje en la escritura, mi recato en el trabajo, pero este lío , es algo más que una chica que practicaba el incesto, que le gusta el sexo, es tener varias personalidades, ahora voy a tratar de unir no negando esto que yo considero una maldición por el padre que me toco con mi vida sexual actual .

Pablo cumplió, cuando llamo al portero a la hora que le indique, autorice su ingreso , al verlo extendió sus brazos con un paquete, lo tome, no lo abrí y lo invite a entrar.

Su timidez parecía brotar, estaba con su jefa, con un paquete que podría servirle para chantajear, no pidiendo nada, no era justo, fue mi pensamiento, sirviéndole una copa de champagne, fue tomando confianza, sabía que las hormonas de ese cuerpo tendrían que despertar, imagine nuevamente las pajas que se abra hecho mirando las putas vecinas de su casa, le mire el bulto y !sorpresa ! estaba creciendo, me senté a su lado lo desabroche, cuando fue a hablar le cerré su boca con mi dedo anular, saque esa barra de carne joven y verdaderamente grande y lo empece a mamar, ahora sabia que era verdad que era una puta, ya entrado en la escena, nos desnudamos e hice la jefa en el sillón del living, su leche inundo mi vagina, no puedo negar que me acorde de mi padre, de la pose predilecta mía.

Pero estaba haciendo sexo fuera de mi casa y fuera de la relación con el profesor, por deporte o por terapia, pero fuera, no dude de decirle que cogiera toda la noche seguimos, fue la primera vez que me sentí cansada físicamente.

El cadete mi exvecino, mi amante joven, mi despertador, un hombre.

Lo más importante es que deje de negar el incesto y mi castillo de sexo que era mi casa, ahora soy Soledad, joven mujer que sabe como empezó su vida sexual y no lo niega.