Hace unos meses un amigo mío me invitó junto con más amigos a una fiesta que darían unos primos de él, yo decidí ir.

La fiesta transcurrió normalmente, mucho baile, bebidas, y algunas otras cosas que puedes encontrar comúnmente en una fiesta loca, mientras transcurría la noche noté que la prima de mi amigo era una de las chicas más buenas de la fiesta y eso hacía que fuese muy fácil identificarla todo el tiempo, yo la miraba cada que podía mientras bailaba y movía su delicioso culo al ritmo de la música.

Rápidamente les describiré como es la prima de mi amigo. Fernanda es una chica de 21 años, 1.60 m aproximadamente, cabello negro, morena de piel, delgada a excepción de sus piernas que son un poco más grandes y eso hace que sean muy estéticas y junto con esas piernas bien formadas, un culo delicioso que antojaría a cualquiera.

La fiesta comenzó a apagarse como a eso de las 3am, muchos ya estaban cansados y todos comenzaron a irse, algunos a seguir la fiesta en otro lugar y otros a descansar.

Fernanda se fue a dormir a su cuarto, y los demás se fueron de la casa, dejándome solo ahi con ella. Honestamente yo también estaba cansado y solo quería dormir un poco, entonces me quede en la sala, me puse cómodo y descanse.

Por momentos la idea de que Fernanda estaba dentro de su cuarto a pocos metros de mi hacía que fantaseara que si ella quería coger, lo único que tenia que hacer era salir por mi, decirme que pasara y abrir las piernas jaja, después de imaginar eso me quede dormido.

Como a las 7 de la mañana un ruido de pronto me despertó repentinamente, era Fernanda saliendo de su cuarto, yo estando un poco dormido aún pude verla que daba algunas vueltas por la casa, iba a la cocina a su cuarto y la saludé con los ojos entre cerrados.

Lo interesante de la historia comienza ahora, porque vi que entro al baño, para entonces yo ya estaba un poco más despierto y dentro de pocos minutos escuché música dentro del baño, parecía que la estaban poniendo con un celular, es aquí cuando pienso “¿se va a dar un baño?” Mi mente desarrolló ideas muy rápido, recordé lo que había estado haciendo en el cuarto de mi hermana (que ya conté la historia en un relato anterior) por un momento creí que si se daba un baño podría tener la oportunidad de entrar a husmear a su cuarto por unos minutos, y de pronto escuché la llave del agua abrirse, en efecto estaba comenzando a darse un baño, ahí me pregunté a mi mismo y me conteste, ¿Te atreves?, Claro que si.

Me quite los zapatos para que al caminar no hiciera yo nada de ruido, con mucho cuidado abrí la puerta de su cuarto ya que no quería que rechinara y ella se diera cuenta desde la ducha. Ya estando dentro de su cuarto pude ver la cama donde ella había dormido esa noche y donde mis fantasías pudieron volverse realidad, hice lo mismo que en el cuarto de mi hermana, buscar el cesto de ropa sucia, y esta fue la confirmación de que ahora tenía un fetiche con la ropa interior usada, fácilmente encontré sus bragas usadas, algunas estaban casi limpias, buscando un poco más logré encontrar algunas con fluidos de ella, eso me excitó, no pude evitar el olerlos profundamente y para mi sorpresa tenían un aroma hermosa, era difícil para mi comprender cómo es que la ropa que trae entre las piernas podía oler tan delicioso y sobre eso tenía sus fluidos.

Después de eso fui a sus cajones de ropa donde tenía algunos bra, todos normales, a diferencia del cuarto de mi hermana, el de Fer no tenia gran cosa entonces decidí volver a su ropa usada, olí algunas prendas más, creo que me froté algunas en mi miembro y decidí quedarme con un recuerdo, entonces me llevé una de sus bragas con sus fluidos vaginales en ella.

Salí del cuarto, volví a colocarme donde estaba “durmiendo” y espere a que saliera de bañarse, después salió, entró a su cuarto, se vistió y yo “desperté”, pude hablar con ella un poco más en la mañana y conocerla un poco mejor, en la actualidad me llevo bien con ella y de vez en cuando entro a su perfil de Instagram para masturbarme con sus fotos mientras huelo sus bragas e incluso las froto en mi miembro para masturbarme.

Ahora cuando me encuentro con ella, lo primero que pienso al saludarla es en lo rico que le huele la vagina.

Espero hayan disfrutado de esta atrevida anécdota y pronto escribiré algunas más.

Gracias por leer.