Recordando viejos tiempos
Dos íntimos amigos van conversando y contándose sus experiencias morbosas con sus correspondientes mujeres, hasta que se calientan en exceso y deciden ir a casa de unos de ellos a ver a Ana.
relatos eróticos
Los relatos eroticos, una forma de expresión literaria que se sumerge en el terreno de la sensualidad y la pasión, han existido a lo largo de la historia de la humanidad.
Estos relatos van más allá de la simple excitación física; exploran la conexión íntima entre personajes, despiertan fantasías y, en última instancia, estimulan la imaginación del lector.
Los relatos eroticos son obras literarias diseñadas para provocar una respuesta sensual en el lector, llevándolo a explorar y disfrutar de la sensualidad, la intimidad y el deseo a través de la palabra escrita.
Estos relatos buscan despertar la imaginación y conectar emocionalmente al lector con los personajes y las situaciones descritas.
A lo largo de la historia, estos relatos han evolucionado en respuesta a cambios culturales y sociales.
Desde las obras clásicas que exploraban la sensualidad de manera velada hasta la liberación más moderna y explícita, la literatura erótica ha reflejado la evolución de las actitudes hacia la sexualidad.
En la era digital, la accesibilidad de los relatos eróticos ha aumentado significativamente.
Plataformas en línea como esta, relatos.cam, permiten a los escritores compartir sus obras directamente con un público ávido, mientras que los lectores pueden explorar una amplia variedad de categorías y estilos.
Los relatos eroticos son una forma fascinante de explorar la sensualidad y la conexión humana a través de la palabra escrita.
Con diversas categorías que van desde lo romántico hasta lo fantástico, estos relatos ofrecen algo para todos los gustos.
La evolución de la literatura erótica a lo largo del tiempo refleja no solo cambios en la forma en que la sociedad aborda la sexualidad, sino también la creciente aceptación de la diversidad en las experiencias eróticas.
Así, los relatos eroticos continúan siendo una expresión artística poderosa y cautivadora.
Dos íntimos amigos van conversando y contándose sus experiencias morbosas con sus correspondientes mujeres, hasta que se calientan en exceso y deciden ir a casa de unos de ellos a ver a Ana.
Me gustaría compartir con vosotras mi iniciación y convencimiento de mi lesbianismo. Vengo de una familia burguesa bien posicionada de Barcelona, es decir, educación eclesiástica (Colegio de Monjas) y poco ó nulo contacto con chicos.
Seguidamente comenzó a quitarme la ropa dejándome solo en slip; ligeramente toqué mi pija que ya me estaba empezando a doler de tan hinchada que estaba, y enseguida sentí como apoyaba su verga tiesa sobre mi culo. Me tomó de la mano y me llevó hasta el cuarto, me hizo parar frente a la misma y él se recostó boca arriba.
Me dirigía al taller mecánico porque a mi carro le estaban fallando los frenos y quería que se los revisaran, hacía mucho calor ese día y entonces me vestí como es mi costumbre muy sexy con un vestido escotado y unas sandalias muy cómodas, me encanta andar ligera así que no me puse bra y solo llevaba una fina tanga negra de encaje.
Yo no hacia nada mas que mirarle las tetas, eso si disimuladamente, ella tenía una camiseta bastante ajustada, y un poco transparente, además tenía unos pantalones ajustados por lo cual se le notaba el tanga y me ponía a cien solo con mirarla, el caso es que me parecía raro que mi tía fuese ese día así vestida porque no suele ir de ese modo, pero en cualquier caso se lo agradecí, porque alegraba la vista.
Todos nos preguntamos qué hacía aquella en nuestro cole, nunca la habíamos visto. Cruzamos todos los dedos para que fuese nueva y tuviera la misma edad que nosotros y por lo tanto estuviera en nuestro curso.
Esta mañana, cuando desperté sola sobre mi cama, tu olor aún permanecía en ella y sin abrir los ojos, aspiré profundamente tu aroma. Al estirar mis brazos para aferrarme a la almohada, noté que había algo sobre ella, una nota.
Una de las mejores cogidas que he tenido…..
Marcela es mi prima. La menor. ¿Cómo describirla? La regalona, la caprichosa, la consentida. La más linda. Claro que en realidad estos son recuerdos, porque hace 20 años que no nos vemos. El derrotero de mi vida se fue alejando de la familia y en las pocas ocasiones que visité la vieja casa familiar, ella no estaba.
En mi anterior relato les contaba como fue mi transformación de niño en mujer, ahora, y atendiendo los correos que he recibido, voy a contarles cómo llegué a sentirme mujer.