Después de haber tenido una orgía con la mi amiga de mi tía me dedique enteramente a Martica que tanto amo, nuestra relación marcha de maravilla, hacemos el amor cada vez que podemos y cómo vivimos en la misma casa realizamos muchas fantasías.
Cuando llegue del trabajo me lleve una sorpresa, la casa estaba con la luz apagada y yo desde afuera no sabia si ella estaba dentro, cuando entre en la casa me lleve una sorpresa, ella estaba en el sofá esperándome, llevaba puesta una vestimenta que yo no había visto jamás, era alucinante toda extraña, unas botas de tacón de aguja, que le llegaba hasta la rodilla, unas medias negras cogidas por un corsé muy ceñido
Entonces dio comienzo su vaivén bucal con los labios bien apretados como si no quisiera que se escapara aquella estupenda golosina, por desgracia aquello no duro mucho porque al poco de empezar con aquel juego maravilloso sentí como de mi pene salía un chorro de leche que mi vecina no dudo en tragárselo, como luego pude comprobar.
Como cada mañana dejaré que una mano permanezca posada sobre su montículo divino, ardiendo con el calor y las sensaciones que se desprenden bajo su palma, mientras que con la otra mano empezare a subirle el camisón desde las rodillas... como cada mañana.