No se si lo que estoy relatando sea una cosa fuera de lo común o este mal, pero lo tenia que decir para liberar mi sentimiento de pecado, lo que si se es que la he gozado con mis hermanitas y no saben cuanto.
Sales del baño envuelta con la toalla y me das tu ropa mojada, la tiendo en el balcón cerrado para que se seque, no puedo dejar que una chica como tú coja una pulmonía.
Entonces empecé a pensar, lo cierto es que una buena pregunta. No tenia secretaria, y una me ayudaría bastante con mi trabajo. Porque no habría pensado antes en esta solución. Y si encima era Sofía, una chica que ya conozco, atractiva, trabajadora y con ese escote que me estaba poniendo cada vez más nervioso.
Empezamos por platicar cosas del pasado y del por que se había casado casi al terminar nuestra relación me comentó que era la única forma de que me alejara de ella, ya que ella tenia mucho miedo de lo que fuera a decir la familia.
Cuando de momento sentí que sus labios junto a los míos, yo respondí inmediatamente, ya no dijimos nada no había necesidad de hacerlo, poco a poco nos empezamos a besar mas y mas cachondamente...
Llegó más temprano que de costumbre iniciando las labores de aseo con mucho sigilo para no molestar, al sentirla nosotros que estaba sola la llamamos al dormitorio y le preguntamos por su madre, comunicándonos que se encontraba enferma y que ella haría las cosas hasta terminar, luego de mucho tira y afloja pusimos en campaña nuestro plan.
Era muy peludo, tenia muchísimos pelos en sus genitales. Tanto que le tapaba bastante de su hermoso artefacto. Yo comencé a sentir deseos de tocarle el pito. Muchas ganas tenia de hacerlo. Se lo quería mirar de cerca, apretarlo, pajearlo y sobre todo, chuparlo. Pero no me animaba a bajar y hacerlo.
Aunque no lo he comentado hasta ahora, Sonia es una mujer espectacular, tiene unos pechos perfectos y grandes pero no exagerados, un vientre duro como la tabla de una mesa y un culo de chica de desplegable de Playboy.