Esto sucedió cuando tenía 17 años, actualmente tengo 21.
La co-protagonista de esta historia es mi tía Belén, hermana de mi madre, por aquel entonces ella tenía 39 años.
Está casada y tiene dos hijos de más o menos mi edad.
Mi tía es morena y tiene los ojos verdes, es de estatura media y tiene un cuerpo increíble, unas tetas que dan ganas de comerse y un culo increíble, me masturbaba pensando en ella desde los 14 años…
Yo me solía quedar a dormir mucho en casa de mis primos y mi tía que es una calentona, todo sea dicho acostumbraba a ir bastante ligerita de ropa por la casa, siempre que se iba a la ducha dejaba toda su ropa en su cuarto e iba desnuda hasta el baño, yo solía observarla pues me ponía a mil verla desnuda.
Más de una vez se dejó la puerta del baño abierta y yo espiaba, nunca llegue a masturbarme mientras la observaba ya que mis primos podían verme…
Poco a poco mi tía me ponía cada vez más caliente y yo intentaba irme a dormir a su casa lo máximo posible, muchas de las veces que me quedaba a dormir cogía su ropa interior y me pajeaba con ella, no podía aguantarlo más, tenía que follármela como fuese.
Poco a poco fui acercándome a ella, estando el máximo de tiempo posible junto a ella, observando sus perfectos pechos talla 90.
Ella suele llevar camisas y deja desabrochados unos cuantos botones por lo que siempre que se agachaba ahí estaba yo esperando para ver sus perfectas tetas…
Hasta que un día llego el momento perfecto, mi tía siempre ha tenido confianza conmigo y no era extraño que mientras yo me duchase ella entrase así como así al baño a coger cualquier cosa y eso me ponía cachondo, me excitaba que me viese desnudo e incluso más de una vez empalmado porque me estaba ojeando pensando en ella, pero ella se lo callaba.
Cierto día estaba yo duchándome y entro ella a recoger la ropa sucia, se agacho a cogerla justo al lado de la ducha ( la ducha es de cristal completamente transparente por lo que se ve lo que hay dentro de ella) dejando ver en su escote sus grandes pechos redondos y jugosos, yo no lo pude evitar y me empalme, ella se dio cuenta de eso y mirando por el rabillo del ojo pudo ver mi pene erecto, a lo que ella dijo, «te pasa algo?», yo respondí «no, por», «parece que te alegras de verme» dijo ella, y se levantó y cerro el pestillo del baño, por suerte mi tío estaba trabajando y mis primos tenían partido de futbol con su equipo.
Tras cerrar el pestillo me miro de arriba abajo y me dijo «vaya, no estas nada mal dotado y por lo que veo te pongo muy cachondo» yo no odia creérmelo, mi tía estaba desnudándose delante de mí, ya no podía soportarlo más.
«Sé que llevas esperando esto mucho tiempo» me dijo «como que te crees que no sé qué me espías y te pajeas pensando en mí, pues ya no tienes que esperar más» y sin más se metió en la ducha completamente desnuda, yo como era de esperar empecé a besarla con fuerza, agarrando con una mano su precioso culo mojado por el agua y con la otra sus perfectas tetas con los pezones ya duros. Mi polla erecta rozaba la entrada de su coño por lo que ella la cogió y empezó a masturbarme, no sé como pero mi polla estaba más grande que nunca, ella se percató y poco a poco empezó a bajar hasta que puso su cara justo enfrente de mi polla, y empezó a comérsela, parecía como si no hubiese visto una desde hace años, «tu tío ya esta mayor para estas cosas y yo no puedo vivir sin follar» me dijo sacando mi polla de su boca, «vas a saber lo que es bueno», y sigue chupando con todas sus fuerzas, yo no podía más del gusto y al cabo de succionar con todas sus fuerzas me corrí en su boca, ella que parecía estar hambrienta se lo trago todo sin dejar gota, y me dijo «ahora te toca a ti» por lo que se tumbó abierta de patas en la bañera enseñando su coño.
Dude por unos instantes pero al pensar que estaba realizando mi sueño no me lo pensé, empecé a comerle el coño con todas mis ganas llegando al clítoris y sintiendo como ella poco a poco empezaba a gemir del gusto, al cabo de acariciar su clítoris con mis labios y mis dientes ella empezó a jadear con más y más fuerza y soltando un grito de satisfacción seguido por una serie de espasmos se corrió en mi cara. Yo no odia ni creerlo, había hecho que mi tía se corriese!!!!
«Vamos a mi cuarto» dijo seguidamente, y rápidamente fuimos allí, donde me tiro en la cama y empezó a jugar con mi polla hasta conseguir ponerla completamente dura, saco un condón y me lo puso y rápidamente se puso encima de mi metiéndose mi polla hasta el fondo y empezando a cabalgar como una posesa, nunca en mi vida había visto a una mujer follar con tal salvajismo, sus gritos se podían oír en toda la casa, se corrió un par de veces más y justo cuando yo estaba a punto de correrme me dijo «dame por el culo!!!!» y se puso a cuatro patas enseñando su perfecto culo, yo no pude resistir y con cuidado empecé a meter mi polla poco a poco en su culo, al principio costaba pero al final conseguí meter todo mi pene, soltando ella un grito de placer, empecé a embestir con fuerza y ella hacia lo mismo para que el placer fuese máximo, me eche hacia adelante agarrando sus tetas firmes, pellizque sus pezones y ella mientras se hacía un dedo, continuamos así un rato hasta que nos corrimos los dos.
Después de habérmela follado de esa manera no podía dejar de pensar en ella, ella me dijo que eso había sido solo un polvo esporádico, pero yo estaba convencido de que me la volvería a follar, solo era cuestión de calentarla un poquito, y así fue, pero eso lo contare en otra ocasión…