Con mi mejor amiga
Estaba frente al PC mirando unas fotos pornos, en la casa todo el mundo estaba durmiendo, así es que no había problema, estaba empezando a masajearme la verga, cuando sin oír nada antes se abre la puerta de mi habitación, era Silvana, mi mejor amiga; me encontró pajeándome en la dura, con la verga fuera del pantalón, sólo me había bajado el cierre.
Cuando la vi me metí la paja adentro y le pedí disculpas por lo que vio, pero debería haber golpeado la puerta, le pregunté cómo entró y me dijo que mi papá le había abierto la puerta y que le dijo que pasara a mi pieza. Ella me quedó mirando el bulto en el pantalón y me dijo…
Andrés sigue haciendo lo que estabas haciendo, yo le dije que no, cómo se te ocurre, y ella insistió, dijo que si no lo hacía le diría a mis viejos, entonces me vi obligado, me saqué la verga afuera del pantalón, pero ahora me había bajado todo el pantalón, ella cerró la puerta de la pieza con llave, a mi no se me paraba mucho por la situación, así es que le dije que necesitaba un estímulo, entonces Silvana bajó sus pantalones y me dijo: ¿Algo como ésto…? y bajó sus calzones, y comenzó a meterse un dedo en sus chorito que comenzaba a mojarse, yo hasta ese día era virgen con mis 17 años, ella me miró con una mirada súper caliente y yo comencé a correrme la paja, arriba y abajo… arriba y abajo… le dije si quería intentarlo y me dijo que sí, entonces me lo agarró y empezó a movérmelo, aghh, me sentía a todo dar, le dije que lo chupara y comenzó a hacerlo como toda una puta, me lo chupaba y me lo chupaba, yo estaba apunto de irme, pero no le avisé, en eso saltó el chorro de semen a su boca, ella casi se atoró, pero comenzó a lamérmelo sin parar hasta limpiar mi paja por completo…
Le dije que deseaba metérselo y ella se tiró sobre mi cama, abrió sus piernas y me dijo… ya,… hazlo… yo se lo metí fuerte ella gritó y a mí me dolió un poco el forro de la verga que se tiró fuerte hasta atrás, ahí comencé a metérselo una y otra vez, le saqué la camisa que llevaba puesta y comencé a manosearle sus enormes tetas, le saqué el sostén y pude ver aquellos pezones enormes y duros con los que siempre había soñado, eran oscuros… duros y enormes, estaban sobre unas tetas muy grandes, hasta ahora no he tenido el placer de comerme unas tetas así, comencé a chuparle los pezones y seguía moviéndome, ella ya lo había hecho varias veces, así es que me dijo que cambiáramos de posición. Me empujó en la cama y me dijo Tú te quedas ahí, yo esperaba a lo que ella dijese, se ganó encima mío, pero mi paja no era de esas que quedan bien paradas, estaba pegada a mi ombligo, así es que la sujeté con mis manos y se lo metí, ella comenzó a moverse y yo gozaba mientras veía sus grandes tetas moviéndose, en tanto las acariciaba con mis manos…
Noté que me iba a ir, se lo dije, pero me dijo que no importaba que estaba tomando pastillas, así es que seguimos, fue una falsa alarma, porque no me fui cortado, ella lo notó y me dijo… con que no te vas ah, bueno ahora sí que te irás, nadie me deja sin irse cortado, se salió de sobre mí y me dijo, haz lo que yo te diga, ella tomó un cojín y lo puso en la cama, se tiró y dejo su rajita levantada… me dijo ¡¡¡métemelo !!! ¡¡¡metemelo!!! yo atiné de una y se lo metí en su raja, ella gritó de placer y dolor, pero luego gemía de puro placer, comencé a metérselo adentro y afuera… adentro y afuera, ella me pedía más fuerte… más, yo le dije que se lo quería volver a meter por el choro, y me dijo que bueno, entonces en la misma pose se lo empecé meter, se sentía genial, su choro apretaba mi paja y echaba mi forro hacia atrás, yo sentí de nuevo que me venía, entonces empecé a hacerlo más y más rápido, la agarré del pelo y le tiré la cabeza hacia atrás, ella gemía y gemía yo estaba a punto de irme cortado y entonces pasó, aghhh, me fui dentro de ella, fue espectacular caían gotas de mi leche desde su chorito rojo a mi cama, su vagina se movía y su ano igual, como si estuvieran tratando de relajarse. Ella mordía el cubre cama, y yo seguía con el pico metido dentro de su choro, ella me pidió que lo sacara, lo hice y estaba lleno de semen y de sus jugos, me lo tomó y empezó a lamerlo, lo limpió completo, era fantástico, mas yo no había bebido de sus jugos, así es que comencé a hacerlo, tenían un sabor raro, en el instante no lo sabía, ahora ya lo sé, era la mezcla de sus jugos con mi propio semen, el sabor no era malo del todo, pero igual, yo estaba con los ojos cerrados, se me ocurrió abrirlos y ahí noté que era medio blanquecino, entonces me di cuenta que no sólo eran sus jugos, le limpié el choro con un papel confort que tenía para masturbarme y ahí empecé otra vez a lamérsela, casi no habían jugos, pero de a poco empezaron a surgir, ella, en tanto, estaba dada al de pies a mi en la cama, trataba de seguir chupándomelo, pero mi verga ya no daba más, yo gozaba mamándole su choro y moviendo su clítoris con mi lengua, pero ella sólo quería que se me parara para chuparlo y seguir, pero nada pasaba, ella me dijo: me vas a dejar sin metérmelo otra vez… ¿me vas a dejar con las ganas…? yo le traté de hacer entender que ya no daba más, que esperáramos un rato, ella dijo nada de un rato, es ahora o nada, yo traté de que se me parar, hasta volví a tratar de correrme la paja pero nada, ella se enojó, agarró su pantalón y se lo puso sin calzón, tomó su sostén y su camisa y se los puso, se vistió completa, por el enojo no notó lo de su calzón, me dijo, tú no me sirves, no resistes más de dos veces, eras malo conmigo, no me hables más por esta semana, me dejas insatisfecha, yo le dije que comprendiera que tenía que esperar, me dijo: ¡¡¡ESPERAR!!! no, YO NO ESPERO, cerró la puerta de golpe y se fue, la puerta de la calle la golpeó aún más, tanto así que mi papá que se había quedado dormido despertó y me dijo: ¿qué pasó…? y yo le dije: es que peleamos, ah, por eso los gritos me dijo… y se largo a reír.
Así me quedé, por una semana, no le hablé ni la llamé, pero todo el día andaba recordando esas tetas enormes y ese choro y el cómo me hacía gozar, andaba con su calzón para todos lados en la mochila, y en las noches lo dejaba bajo mi almohada, así cuando me calentaba comenzaba a olerlo y a recordar su olor, después de la semana ella me llamó pidiendo su calzón, yo le dije que se lo entregaría con una sola condición: si lo hacíamos otra vez, ella dijo que no al principio, pero luego dijo: sólo si me prometes irte más de dos veces… yo le dije que se lo prometía, así fijamos una fecha y un lugar para hacerlo… en el campo de mi familia un día sábado. Pero eso vendrá en otra historia…