Mi amiga me presta a su amante, como buena swinger

Estoy sentado frente a una enorme cama de agua, masturbándome, pues frente a mi tengo una escena de sexo fabulosa: mi esposa Elvi está en 4, totalmente en cueros, su carita está llena de lujuria, sus ojos entre cerrados disfrutan cada embestida, su boca jadea, abriéndola a cada movimiento, detrás de ella, de pie, está un joven, musculoso, alto moreno, hace pesas por lo que sé, desnudo, con una verga que muchos envidiarían, y la está en este momento usando para penetrar por el ano a mi esposa, sin piedad, su mirada y su gestos está decidido a meterla toda, y abrir de par en par esas redondas y hermosas nalgas de ella; sus manos toman las caderas de Elvi, y a veces su hombros, para jalarla más hacia él. Cada embestida arranca un gritito de ella, que a estas horas no sé si es dolor o placer. Se bien que ella es fan del sexo anal, pero esto……..esa enorme verga negra y sudorosa……me pregunto si no le romperá las entrañas.

¿Cómo empezó todo esto? ¿Quién es él?

Nada menos que el amante de su mejor amiga; y para su asombro amigo que lea esto, esa amiga está en la salita de al lado, consciente perfectamente de todo lo que pasa, charlando animadamente con su esposo Alfonso.

Pues sí, Elsa y Alfonso son amigos que nos conocimos en la onda del intercambio de parejas, ambos son jóvenes y muy agradables; ella es voluptuosa, destila deseo en una rara combinación de inocencia y lujuria; su marido es conductor de tours que constantemente sale de la ciudad; por eso él le busco un amante, para llenarla a ella mientras él está de viaje. Es así que encontraron en una revista especializada, a un tocayo de él, de nombre también Alfonso, pasante de leyes. Es curioso como nuestros amigos se referían a él pasante antes de que pasara esto, pues Elsa, sobretodo, lo “recomendaba”…decía

“hay Elva, el chico es superdotado, apenas te la mete y ya te estas viniendo, el primer día que lo hice no podía luego ni sentarme”, en ese momento nos pareció exageración, pero luego…  

Es así que tanto lo dijo que mi mujer la reto diciéndole “bueno, si tanto lo recomiendas, ya me antojaste, me lo vas a tener que prestar Elsita”; a lo que la chica contesto con una carcajada, que sí, y las dos picaras urdieron un plan de seducción.  

Así llego esa noche, no le dijeron nada al chico, que cuando llego a el departamento de la pareja, se sorprendió de vernos, quizá esperaba que ella estuviera sola, así es que el ver a los dos hombres y a mi mujer, como que se descontroló de momento  

Pero lo mejor es que mi mujer se vistió especialmente para la ocasión, ya ese sábado desde la mañana la note excitada, nerviosa, caliente, sus mejillas ardían cuando salimos a almorzar¸ por la tarde hicimos el amor como locos, ella estaba desatada, pero ni así se calmó en su ansiedad, al contrario, mientras se acercaba la noche parecía encenderse más mi mujer.  

Su atuendo fue una minivestido color café, muy escotado del frente y espalda, cortísimo que dejaba ver hasta casi la confluencia de sus muslos blancos y hermosos, con zapatillas de tirantitos, de tacón de aguja negras; un sostén negro muy sexy, y una bragas como hilo dental; y, sin medias… ”No las aguanto papi” me dijo al estarse vistiendo, pues según ella hacía mucho calor…lo que no aclaro es que el calor venia de su sexo, no del medio ambiente.  

Así es que el chico se descontrolo más la ver a esa belleza de mi mujer, vestida así, contoneándose cada vez que se paraba “pues –dijo- esta noche yo sirvo las bebidas”, y cada vez que se ponía de pie era un espectáculo de burlesque, más de una vez al dar la vuelta el minivestido se trepo hasta las nalgas blancas, a lo que ella solo después de unos instantes y después de permitir esa visión erótica, se bajaba un poco el vestido, común “hay muchachos, perdón, pero esto como que ya encogió”, sonriéndose.  

Note que el bulto del pantalón del chico estaba levantándose, las escenas de Elvi al pararse eran eróticas, y al sentarse y cruzar las piernas…imaginen ese ese espectáculo, era imposible mantenerse ajeno, ya hasta el marido de Elsa, se tallaba también el frente del pantalón. 

El chico se acercó en alguna oportunidad, a Elsa, para preguntarle qué pasaba, quien era mi chica, Elsa solo le musitaba algunas cosas; “espera a medianoche, hay una sorpresa para ti”, así es que al llegar las 12, el joven dijo “y cuál es la sorpresa Elsa” ella se sonrió, mirando a los ojos a mi esposa, quien se encontraba en esos momentos de pie junto al bar pequeño, y se puso de pie la amiga, dirigiéndose a mi esposa; las dos entendieron y ya lo habían charlado, se pusieron frente a frente y Elsa, con mirada restante o ardiente, se pegó a Elvi y sin más, la tomo de las nalgas, por debajo del minivestido, al tiempo que le decía al chico, “esta es la sorpresa” y volteaba su carita a la de mi mujer para trenzarse las dos bocas en un ardoroso beso,, las manos expertas de Elsa comenzaron a subir por la espalda el vestido de Elvis, permitiendo que se viera en todo su esplendor ese culo tan divino de mi mujer, y luego clavándole los dedos en la ranura monumental de las nalgas, así estuvieron un rato, hasta que apartándose, ELLA DESPJO DEL VESTIDO A Elvi, quedando solo en la minúscula ropa interior negra y las zapatillas.  

Elsa le dijo al chico, “mi amiga quiere probar tu verga Alfonso, le he contado lo rica que esta, qué opinas”; el chico aun no daba crédito a ver aquello, y a aquellas bellezas; ahora si el pene se levantaba descarado en su pantalón y ya no se preocupaba por esconderlo, al contrario”. Entonces Elsa se dirigió al chico, levando de la mano a mi esposa, y parándosele enfrente, le dijo

”No vas a decir nada, quita esa cara de tonto, y vete a bañar, aquí te la guardo”; el chico se levantó nervioso y rápidamente fue a darse un duchazo; mientras los 4 en la sala estallábamos de risas por la escena cachonda y travesura que hacían nuestras mujeres. Un instante después Elsa jalo a Elvi hacia el sillón, sentándola junto a ella, y diciéndole “oye, me gustó mucho el numerito, déjame probar un poco más” mientras su boca y lengua se volvía a meter en la de mi mujer, y sus manos acariciaban el cuerpo ardiente de Elvi, quien respondía las caricias emocionada”. Fue chistoso cuando su esposo se acercó y quiso también manosear a mi mujer pues Elsa le dio un manazo diciéndole “nada, ella es de nuestro invitado, hoy”  

Cuando el chico regreso traía solo una toalla a la cintura, mi esposa camino hacia él, y lo tomo de la mano dirigiéndose los dos a la recamara; los minutos siguientes los dejamos solos, disfrutando al máximo; oí el gemido de mi mujer cuando, seguramente, el chico le clavo su enorme verga; pero contra lo que pensaba, nuestros amigos no hicieron “nada”, así es que después de unos 20 minutos, Alfonso me dijo, “oye, tu también estas que te corres, vete a verlos”, y no me lo dijo dos veces, cuando entre los dos tortolos estaban en plena acción, mi mujer le mamaba como becerrito la enorme verga, hincada frente a ´él, mientras el tallaba su pelo. Peor no quería interrumpir así es que me limite a sentarme en un silloncito al lado, en penumbras, sacarme mi pene y empezarme a masturbar con esa escena, pecando quizá de voyeur, pero disfrutando esas escenas sacadas de una película porno. El joven lo le dejo un hoyo del cuerpo sin meter su verga, y ya no permitió que él dejara de hacerlo, eran dos gatos haciéndose el amor a lo degenerado, sin reserva, y sin miramientos, sin el qué dirán, todo era sexo y gemidos. Fue luego chistoso que mis amigos entraron a la recamara a “ver cómo iban las cosas”, me puse de pie a charlar unas cuantas palabras, y de todo esto… ¡nunca se percató mi mujer de su presencia ¡ni ahora lo recuerda, de lo metidas que estaba metiéndoselo a la vagina. Finalmente el chico, luego de más de una hora de luchar en la cama, estallo en pleno; depositando en el ano de elvi su semen, era increíble como tenía de líquido; aun después, de un par de horas, cuando regresamos ella y yo a casa y de inmediato hicimos el amor, aun salía semen de aquel hoyo, pleno de placer.