Fin de semana con Oscar

Ese fin de semana me fui a pasarlo a la costa, y me acompaño Miguel, con quien teníamos un tiempo de conocernos y me invito al viaje y acepté, él era muy agradable y atractivo, no es una relación seria, pero la pasamos bien juntos y nos vemos de vez en cuando para tener buen sexo y pasar un momento agradable, me sorprendió un poco al invitarme pero necesitaba relajarme un poco así que acepté con gusto.

Llegamos al hotel, era muy elegante y algo exclusivo, por lo que no había mucha gente, era casi el mediodía, así que subimos a la habitación, nos duchamos y bajamos a almorzar, me puse un vestido ligero ya que hacia calor, no me puse sostén por lo que mis grandes tetas quedaban firmes y asomaban por mi escote de mi vestido ajustado, y debajo solo llevaba una tanguita pequeña como las que uso siempre, Miguel al verme se quedo asombrado y creo que deseaba que el almuerzo terminara rápido para poder cogerme a gusto y de hecho yo también lo deseaba, casi no bajamos, pero ambos estábamos hambrientos, así que nos fuimos a almorzar, ya que después de todo teníamos tiempo para disfrutar.

Almorzamos y después fuimos al bar para tomar una copa y luego subir, al entrar al bar, recibí varias miradas, pero fundamentalmente la de un hombre que estaba en la barra, era atractivo, como de unos 40 años, y no dejaba de mirarme, con Miguel nos sentamos en una mesa a tomar algo, quede de frente a él, pero no le di mayor importancia, aunque debo reconocer que me atraía bastante por lo que en verdad comencé un juego de seducción con él.

Pasamos el rato charlando con Miguel, y él otro hombre ya se animaba a hacerme algunas señas las pocas veces que yo lo miraba, entonces decidí que era tiempo de subir a la habitación con Miguel, estaba algo excitada, nos levantamos y al salir pasé muy cerca de ese hombre, sentí su mirada clavada en mi cuerpo y antes de salir me di vuelta despacio, devolviéndole una mirada y dejándole una pequeña sonrisa.

Al llegar a la habitación, nos desnudamos rápidamente con Miguel y comenzamos a besarnos y acariciarnos, ambos estábamos muy calientes, hicimos un 69 y el no tardó en acabar en mi boca, pero seguía con su verga bien dura igual por lo que luego me dio una buena cogida, haciéndome tener un buen par de orgasmos muy ricos y otro mas de él. Luego mientras descansábamos un poco sonó su teléfono celular, era de su trabajo y había un inconveniente que requería su presencia, él tiene un cargo muy importante y no pude evitar tener que irse, me pregunto sí quería volver con él, pero decidí quedarme a descansar, él regresaría al día siguiente.

Mas tarde bajé un rato a la piscina, llevaba una tanga bastante pequeña, los hombres me miraban bastante, hasta que volví a ver al hombre que me miraba en el bar, me saludó al pasar junto a él, devolví el saludo, pero seguí mi camino y me puse a tomar un poco de sol y luego nade un poco, él seguía allí pero parece que no se animaba a hablarme y yo jugaba con un poco de indiferencia, pero realmente me gustaba.

Luego vi como se levantaba y se iba, me quede un tiempo mas nadando y luego volví a la habitación para cambiarme para cenar.

Cené y luego fui al bar a tomar algo, algunos hombres se me acercaron al verme sola, pero los rechacé, no vi al hombre que me gustaba, pero cuando estaba por irme, lo vi entrar al bar, al verme me sonrió, pero parece que ahora era él haciéndose el indiferente, así luego me fui a mi habitación, no quería dormir y ya era tarde, entonces decidí ir a tomar un jacuzzi, el lugar estaba aislado así que podía estar tranquila, por lo que fui desnuda con solo una bata puesta.

Llegué y deje la bata entrando al jacuzzi desnuda, el baño era relajante y yo seguía algo excitada, por lo que empecé a masturbarme despacio, sentía rico y gemía de placer, cuando escuche que alguien me decía, creo que necesitas compañía, al darme vuelta vi el rostro por el que me estaba masturbando, él sonreía y se acercó, lo miré y le dije que me encantaría, peor primero quería saber su nombre, me dijo que era Oscar, entonces dije el mío es Angela y ahora que nos conocemos ya puedes desnudarte y venir conmigo.

Se desnudó frente a mí, dejando ver un cuerpo atractivo, cuidado y una verga que aun dormida, era de buen tamaño.

Entró al jacuzzi y se puso junto a mí, su mano reemplazo a la mía en mi paja y comenzó a recorrer mi sexo con dedos hábiles, rozando mis labios de arriba abajo, pellizcando suavemente mi clítoris, ya excitado, dos dedos penetraron mi concha y gemí de placer, ahogo mis gemidos con un beso y su lengua se hundió en mi boca, uniéndose con la mía, mientras sus dedos se hundían por completo dentro de mí, llevándome al éxtasis, y que por toda la excitación acumulada, me hizo explotar en un orgasmo intenso, muy placentero.

Entonces era mi turno de brindarle placer, se sentó en el borde del jacuzzi, y yo de frente a él, tome su verga que ya se ponía dura, y la pajeaba despacio con mi mano, la comencé a lamer despacio, recorriéndola en círculos con mi lengua, se puso muy dura, era una verga gruesa, la chupaba despacio, entraba en mi boca poco a poco, Oscar comenzó a gemir, mi boca apretaba su verga y la tragaba cada vez mas profundo, salía y entraba en mi boca, apretaba sus huevos con mi mano, y devoraba su verga, fuerte, profundo hasta que la tuve en mi garganta, la deje allí toda metida en mi boca, para luego sacarla entera y volverla a tragar toda, Oscar deliraba de placer, me pedía que siguiera mas, que se la chupara toda, y yo así lo hacía, me comía toda esa verga rica y caliente, lo sentí a punto de explotar, pero me pidió que me detuviera, que aún no quería acabar, entonces se sentó dentro del jacuzzi y yo me senté sobre él, montándome en su pija.

Me fui clavando en su verga, despacio, sintiendo ambos como se deslizaba su verga en mi concha ardiente y húmeda, hasta que la tuve toda adentro, entonces comencé a cabalgar sobre su verga despacio, subiendo y bajando por ella todo a lo largo, Oscar tomó mis tetas en su mano y me las chupaba al mismo tiempo que lo cabalgaba, lamía mis pezones duros, lo empecé a cabalgar mas fuerte y rápido, ambos gemíamos fuerte, nuestros movimientos eran mas duros hasta que ambos alcanzamos juntos el orgasmo, mis jugos bajaban por su verga al tiempo que él inundaba mi concha con su leche caliente, ambos nos convulsionamos hasta entregar todo lo que teníamos.

Salimos del jacuzzi y volví a chupar su verga, hasta limpiarla toda de sus jugos y los míos, lo que hizo que la tuviera dura de nuevo, entonces me tendió en el suelo y se subió sobre mí, penetrándome despacio, me cogía lento y profundo, sentía su verga entrar y salir de mi concha hasta el fondo, y poco a poco ir aumentando su intensidad, mas rápido y fuerte, yo gemía y le pedía mas, Oscar me cogía mas duro, mis gemidos aumentaban, estaba por acabar de nuevo, él notándolo intensifico aun mas las embestidas, hasta que exploté de placer, acabando fuerte e intenso, él no se detuvo y seguía cogiéndome hasta que mi orgasmo termino por completo, entonces se incorporó y se puso sobre mí, poniendo su verga entre mis tetas, cogiéndolas fuerte, sentí su verga caliente e hinchada, tome mis tetas y apretaba su verga, hasta que estalló lanzando chorros de leche que alcanzaron, mi cara, mi cuello, y chorreaba por todas mis tetas, tomé su verga con mi mano y desparramé toda su leche por mis tetas, me daba vergazos sobre mis pezones duros, llenos de su leche, chupé su verga volví a limpiársela toda, queríamos seguir, pero lo propuse hacerlo en mi habitación.

Llegamos y decidimos darnos una ducha, nos bañamos juntos excitándonos, entonces nos dirigimos luego a la cama, me hizo acostar boca abajo y comenzó a besar mi espalda, recorriéndola con su lengua, hasta llegar a mis nalgas, besándolas, lamiéndolas, las abrió un poco y su lengua recorrió mi agujerito hasta llegar a mi conchita que se mojaba cada vez mas, hundió su lengua en cada uno de mis agujeritos, dejándome muy mojada, mi hizo incorporar un poco quedándome en cuatro patas, apoyo su verga sobre mi conchita y de un golpe me penetró hasta el fondo, grite de placer, empezó a cogerme fuerte, bien duro y salvaje, tomaba mis caderas y me embestía con fuerza, clavándome toda su verga, me movía en círculos sobre ella con mi concha llena por esa verga rica y gruesa, así alcancé un nuevo orgasmo.

Entonces Oscar empezó a pasar su verga por mi culito, mojándolo todo con mis jugos, lo miré y le pregunte sí deseaba coger mi culo, contesto que le encantaría, así que le pedí que me lo cogiera todo, comenzó a penetrarme despacio, pero al pedirle mas, me lo empezó a coger mas duro, sentía como su verga entraba hasta el fondo de mi culo y gozaba, se agarró de mis tetas y me clavaba fuerte, enterrándome toda su verga en mi culo, volví a explotar, acabando fuerte de nuevo, Oscar seguía cogiéndome fuerte por el culo cuando me noté que Miguel estaba parado en la puerta de la habitación viéndonos, tenía su verga en la mano y se pajeaba, entonces dijo veo que no puedes estar sola, Oscar se sorprendió y se detuvo un momento, pero Miguel le dijo, no pares amigo, es una hembra para disfrutar, así que se puso delante de mí y me ofreció su verga que metí en mi boca por completo, mientras Oscar retomó su cogida fuerte de mi culo, sus embestidas hacían que me tragara la verga de Miguel entera, sentí como Oscar gritaba y su leche inundaba mi culo, su verga se convulsionaba vaciándose dentro de mí por completo.

Entonces quedo un tanto exhausto al costado de la cama, y Miguel aprovecho para cogerme, ocupando el lugar que acababa de dejar Oscar en mi culo, su verga de un tamaño similar, entró sin dificultad en mi culo abierto, cogiéndome fuerte y rápido, así un rato hasta que nos dimos vuelta y quede sentada de espaldas a Miguel cabalgándolo por el culo, lo que veía puso a Oscar de nuevo a punto y mirándolo le pedí que me cogiera por la concha, se puso delante de mí y Miguel se detuvo un momento, para que Oscar entrara en mi concha y una vez los dos adentro, comenzaron a moverse dentro de mis agujeros, cogiéndome fuerte, llenándome con sus vergas, las embestidas eran intensas, profundas y duras, así me llevaron a un orgasmo bestial, acabando a los gritos, pero no dejaban de cogerme, haciéndome terminar un orgasmo y comenzar otro que lo terminé al tiempo que ambos llenaban mi interior con su leche, caliente y abundante que inundaba mi interior y desbordaba de mi mezclada con mis jugos que emanaban de mi concha chorreante.

Quede extenuada, extasiada y satisfecha, y ambos machos rendidos, nos quedamos dormidos los tres, al despertar, Miguel no estaba, leí una nota que me dejo, diciéndome que debía hacer unas llamadas y volvía luego, que me daba tiempo para la despedida de Oscar, sonreí Pensando en lo comprensivo de Miguel y como tenía clara nuestra relación de amantes sin compromisos.

Me di vuelta y Oscar estaba desnudo, dormido y no dude en tomar su verga en mi boca, que reaccionó de inmediato, se despertó viendo como su verga desaparecía en mi boca, la chupe hasta tenerla bien dura, entonces lo monté de frente, cabalgaba su verga, mis tetas saltaban con cada clavada en su verga, su verga entraba y salía completa de mi concha, gemía y gozaba cabalgándolo, entonces saque su verga y la apoye en mi culito, y me deje caer, clavándome su verga entera de un golpe hasta el fondo de mi culo, grité mezcla de dolor y placer pero me gustaba y gozaba mucho, así lo cabalgue fuerte y duro hasta que acabé sobre su verga y noté como llegaba su acabada, pero entonces me levanté y lo hice sentar en el borde de la cama, me arrodille frente a su verga y la chupe fuerte, sentí llegar su leche, la empecé a pajear fuerte frente a mi cara hasta que un chorro salió directo estrellándose sobre mi mejilla, otro mas sobre mi cara y boca, eran chorros abundantes, abrí mi boca y otros dos entraron en ella, dos mas sobre mi pelo y ojos, baño mi cara en su leche, la metí en mi boca y la chupé succionándola hasta sacarle la ultima gota y bebiendo todo el resto de su leche caliente.

Lamí toda su verga y la chupé hasta dejarla limpia y brillante, entonces lo besé y le dije que había sido un placer pero ya debía irse, me dijo que él placer había sido suyo, se despidió y se fue, me fui a duchar y mientras lo hacía aun sentía el placer que invadía mi cuerpo con Oscar amándome, sabiendo que él lo había disfrutado tanto como yo y tal vez en algún momento podríamos repetirlo.