Mi amiga es una calentona
Son las cinco de la tarde, estoy esperando a Noelia, una chica de mi facultad con la que mantengo una amistad bastante estrecha. Nos conocimos el primer año de facultad, hace 3, y desde entonces solemos vernos casi todas las tardes para estudiar y de paso tomar café y charlar sobre todo tipo de temas.
Aunque os parezca extraño, nunca me planteé mantener relaciones sexuales con ella, llegó un momento que era como una hermana para mí. Físicamente está bien, sin más. Mide 1,68, es morena con el pelo corto y rizado, tiene unas caderas algo anchas pero con culo apetecible, tetas bastante grandes y en cuanto a personalidad es bastante simpática y amable pero tímida con los desconocidos.
En nuestras conversaciones generalmente no hablábamos de sexo pero de vez en cuando sí tocábamos el tema e incluso me dijo que de vez en cuando se masturbaba, pero era algo normal y corriente y yo no indagué más en el tema.
Los hechos que a continuación narro ocurrieron el verano pasado, por cierto yo me llamo Javier y tengo 23 años. Noelia tiene 23 también.
Recuerdo que ese día me desperté muy tarde, sobre las cinco, ya que la noche anterior habíamos estado de marcha y llegué a casa a eso de las 10 de la mañana. Al poco rato, mientras me preparaba un bocata, sonó el teléfono. Era Noelia, me preguntó qué tal la resaca y yo le comenté que bien. Me dijo que sería interesante quedar para tomar un café y tal, ya que ella llevaba varios días sin pisar la calle porque había estado constipada.
La verdad es que a mí no me apetecía mucho el ajetreo de salir a la calle y le dije que si no le importaba, podíamos estar en mi casa merendando y viendo alguna peli. Ella aceptó.
Cuando llegó me quedé un poco sorprendido, la encontré muy sexy cuando abrí la puerta y la vi. Como era verano, iba con lo mínimo. Llevaba puesto un top verde súper ajustado, de esos que tapan por delante pero dejan la espalda al descubierto.
De perfil se le veía un trozo de las tetas, el top era muy pequeño. La verdad es que empecé a notar un calor en mi entrepierna, no es que me empalmara pero me estaba poniendo caliente, sobre todo al fijarme de que incluso se le notaban los pezones marcados en el top. Debía tener una talla 100 o 105 más o menos.
Como os dije anteriormente, a Noelia la veía como a una hermana, era mi amiga, una gran amiga, nunca había pretendido nada con ella, nunca me había fijado tanto en ella.
Nos pusimos a merendar y al poco rato ella me comentó que podríamos ver alguna peli, a mí me pareció bien y le dije que había comprado una y todavía no la había visto. A ella le pareció bien, acto seguido dijo que esperase cinco minutos que iba a bajar a un kiosko a comprar palomitas y golosinas, y que mientras tanto yo preparase la película. Le dije que OK.
Estaba muy caliente, no había parado de mirar sus pechos en todo el rato, me daban ganas de hacerme un pajote mientras ella venía, pero realmente no me daría tiempo y prefería hacerme la paja después, con más tranquilidad. Sin embargo se me pasó una idea por la cabeza, era poner en el video una cinta porno para ver su cara al contemplarla, y hacer como que me había equivocado y pedirle perdón.
Preparé una escena en la que se veía una chica comiéndole la polla y los huevos a un tío, mientras él refregaba su polla por sus pechos. Estaba poniéndome a tope sólo pensando en cuál sería su reacción, imaginándome incluso que ella decía que no la quitase y que la viéramos entera.
Sonó el timbre, abrí la puerta. Ella entró y puso sobre la mesa todo lo que había comprado. Nos sentamos, bajé un poco la persiana para que no molestase tanto la claridad y pulsé el Play en el video. A los diez segundos paré la imagen.
La miré, su expresión no era de asco ni de asombro, más bien noté como si le hubiese gustado observar más. Me miró y simplemente me dijo: ¿y eso?. La verdad es que su reacción fue mejor de lo que esperaba, no le molestó por lo visto lo que vio y entendió a la perfección que me equivocase de cinta.
Ya de paso, ella me comentó que varias veces por la noche había visto alguna que otra película porno, pero tampoco se extendió en el tema y fue al servicio mientras yo ponía la otra película, que por cierto resultó ser muy mala y aburrida. Al terminar, se despidió de mí y me dijo que ya nos veríamos al día siguiente.
Nos despedimos y me fui rápidamente al servicio a cascármela, no podía aguantar más, la cabrona de mi amiga me había puesto a cien. Cuando terminé me tomé un café bien cargado ya que tenía un poco de sueño y a continuación llamé a Noelia al móvil para ver si podíamos quedar por la noche. La verdad es que se me estaba pasando por la cabeza la idea de entrarle, pero no sabía cómo hacerlo. Además, a mí lo que me daba morbo era tirármela pero no salir con ella ni mantener una relación seria. La cuestión es que quedé con ella en pub a las 11 de la noche.
Llegué puntual, ella ya estaba allí esperándome. Nos sentamos y pedimos unos whiskys. Comenzamos a hablar de diversos temas, yo la animaba a beber para pedir más copas y que así entrase en calor y no se cortase al hablar, puesto que yo fui desviando las conversaciones hacia el tema del sexo. Llegué a confesarle que la semana anterior había estado con una prostituta, ella rió y me preguntó que qué tal la experiencia.
No me corté y empecé a contarle lo que hice con la puta, era de esas que se anuncian en el periódico y viene a tu casa, una mulata bastante tetona y con unas piernas superlargas y unos labios que se comían mi polla como nunca nadie lo había hecho. Le contaba todo esto a Noelia utilizando este mismo lenguaje, o sea no me cortaba.
Ella seguía con mucho interés mi relato, la verdad es que me estaba poniendo cachondo al hablarle a Noelia con esa naturalidad de mi experiencia con la prostituta. De repente quedé sorprendido cuando ella me dijo:
– ¿Por qué no llamas esta noche y os espío mientras lo hacéis?, ¡Venga Javi, sería un punto ver como te lo haces con una mulata!, ¿te da vergüenza o qué? – No daba crédito a lo que escuchaba, entre las risas y las copas que habíamos tomado. ¡Mi mejor amiga diciéndome que quería verme follar con una puta!. Realmente mi plan no pudo salir mejor, y rápidamente fuimos a mi casa y buscamos el periódico en el que venía el teléfono de la chica, creo que se llamaba Giovanna o algo por el estilo. Mientras llamaba por teléfono, ella preparó un par de whiskys, empezaba a notarla mareada y no paraba de reír e incluso creo que de vez en cuando miraba mi paquete disimuladamente.
Me pidió que pusiese música, lo hice, a continuación se puso a bailar. Yo hacía un rato que estaba empalmado, no me lo podía creer, iba a follarme a una fulana delante de mi mejor amiga y por expreso deseo de ella. A los quince minutos sonó el timbre, y para hacer más cachonda la situación le dije a Noelia que abriese ella, a ver cómo reaccionaba la puta al ver que abría una chica. Cuando abrió efectivamente la mulata se quedó muy sorprendida, además recordaba mi casa de la semana anterior y por eso me esperaba a mí al abrir la puerta. Noelia actuó muy natural, se presentó y le contó el tema, o sea que quería ver a su amigo (a mí) follando con una chica.
Giovanna iba espectacular, súper-sexy. Minifalda muy ceñida y un top de cuero color rojo. Eran increíbles sus melones, en serio, y una cosa que me puso la polla como un palo fue observar cómo Noelia no paraba de mirar las tetas de Giovanna que se le marcaban a tope en el top. Había muy buen rollo en el ambiente y sin más empecé a acariciarle una pierna a Giovanna.
Estábamos sentados de la siguiente manera: Noelia en una silla enfrente nuestro, y Giovanna y yo en un sofá de dos plazas. Empecé a meterle mano por las piernas, sin cortarme delante de Noelia. Con una mano le acariciaba una pierna y con la otra empecé a tocarle una teta por encima del top. Ella acercó su cara y me dio un morreo de muerte, mientras tanto yo separaba sus piernas con mi mano y le subía poco a poco la minifalda, para que Noelia viese perfectamente cómo le metía mano en el coño.
Con la otra mano seguí acariciándole las tetas, acto seguido le quité el top y miré directamente a la cara de Noelia. Estaba alucinada, sobre todo al contemplar los melones de Giovanna. Debía tener una talla 130 por lo menos. Además sus pezones y aureolas eran grandísimos. Sin dudarlo cogí uno de sus pezones y me lo puse en la boca, comencé a chuparlo, a chuparlo con ganas, mi lengua comenzó a moverse cada vez más rápido, además el hecho de que Noelia estuviese allí viéndolo me daba un morbo indescriptible. Le cogí ambas tetas a Giovanna a la vez con las manos y se las chupaba alternativamente, mientras tanto ella me hacía una paja descomunal. Tenía una mano en mis huevos y otra en mi polla, el movimiento de su mano era perfecto, Giovanna sabía muy bien complacer a los hombres.
De repente Noelia dijo : «Giovanna, me gustaría ver cómo la chupas. Métete la polla de Javi en la boca y muéstrame como la chupáis las prostitutas colombianas, tenéis buena fama». Quedé sorprendido al escuchar hablar a Noelia de esa manera, además se había abierto la cremallera de la falda que llevaba y se estaba acariciando el coño por encima de las bragas. ¡Era increíble!. Giovanna rápidamente obedeció a Noelia y se metió mi pene erecto en la boca. Yo miraba a Noelia, ella no perdía detalle de cómo entraba mi miembro en la boca de la puta. La mamada fué increíble, Giovanna se la metía hasta el fondo, me la comía entera, y de vez en cuando se la sacaba de la boca para lamer con ansia mis cojones.
Estaba a tope, Noelia ni siquiera me había visto desnudo nunca, y ahora me veía y además veía cómo me la chupaba una fulana, era increíble. A los pocos minutos tumbé en el suelo a Giovanna y empecé a follármela, miré a Noelia y se había bajado la falda totalmente. Además se había quitado la camiseta que llevaba y estaba en sujetador. Un sujetador negro cubría sus pechos, con una mano empezó a tocarse una de las tetas por fuera y con la otra se tocaba el coño. Yo seguía follándome a Giovanna, amasaba sus tetas, se las chupaba mientras se la metía cada vez con más fuerza en el coño. Acerqué mi boca y le di un morreo mientras de reojo observé que Noelia se había quitado totalmente el sujetador.
Acto seguido saqué mi polla del coño de Giovanna y me senté; ella se puso encima mío dándome la espalda y se metió mi tranca hasta el fondo. Empezó a moverse sobre mí, cada vez más rápido, me follaba a un ritmo bestial, yo le agarré los melones desde atrás y le chupaba el cuello y la espalda. De repente observé cómo Noelia se acercaba a nosotros, puso su silla a un metro escaso de donde estábamos nosotros y se abrió completamente de piernas, …era increíble, se estaba metiendo no uno sino varios dedos en el coño y con la otra mano empezó a tocarse el culo. Miró a Giovanna y empezó a decirle en voz alta : «¿Te gusta cabrona? ¿Te gusta como te la mete mi amigo?, ¡Mírame el coño mientras él te la mete! Mira como me pajeo viéndoos follar, ¡me encanta veros follar!.
Sin duda Noelia estaba fuera de sí, se metía la mano todo lo que podía, se acariciaba las tetas, me pedía a gritos que follara bien a Giovanna. A continuación saqué el rabo del coño de Giovanna y la puse a cuatro patas en el suelo, de manera que la boca de ésta quedase a escasos milímetros del coño de Noelia. Me agaché y comencé a comerle el coño y el culo, metí mi lengua hasta el fondo, mientras con la otra mano le acariciaba las tetas que colgaban de su cuerpo, esos grandes melones de puta maciza.
No sé si os lo había comentado, pero me encanta comer coños, me encanta, y culos también. Me gusta hacerlo con esmero, con suavidad, lentamente, y progresivamente acelerar el ritmo, hundiendo cada vez más la lengua. De repente escuché gritar a Noelia, gritaba de placer, gemía incontroladamente. Cuando averigüé el motivo no me extrañó: Giovanna le estaba haciendo una mamada de campeonato, le estaba comiendo el coño con las mismas ganas que yo se lo hacía a ella. De repente Noelia comenzó a gritarme : «Siiii, siiii, Javier métesela por el culo por favor!, fóllatela por el culo mientras me come el chocho!» .
Sin pensármelo dos veces saqué la lengua del coño y me dispuse a metérsela, pero antes me quedé unos minutos cascándomela viendo de cerca como Giovanna le mamaba el coño. No sólo le lamía el coño, también pasaba su lengua por el culo, mientras tanto Noelia se acariciaba las tetas y me miraba, miraba cómo me estaba masturbando viéndolas a las dos. Giovanna también me miraba, sabía que yo estaba súper caliente, sabía que verla a ella comerse el coño de mi amiga me había puesto como un toro.
Giovanna le abría bien el coño con las manos y le metía la lengua, ummm, vaya morbazo ver a Noelia con el coño abierto, con el coño entregado a la boca de una prostituta. No pude aguantar más y agarré a Giovanna por los pelos y la retiré del coño de mi amiga. Le puse la polla en la boca y con las manos le sujeté la cabeza y le dije que me la chupase bien. Mientras tanto observé como Giovanna a la vez que me la mamaba le hacía una paja a Noelia, y de vez en cuando paraba y me metía a mí en la boca sus dedos mojados para que yo saborease los jugos de mi amiga. ¡Umm! Me encantaba, estaba probando el coño de Noelia aunque fuese a través de los dedos de Giovanna, ¡y mientras la cabrona aceleraba el ritmo de su mamada! … ahh,ahh, yo ya estaba casi a punto de reventar, estaba a punto de correrme, todo esto era demasiado para mí.
A continuación Giovanna se sacó mi polla de la boca y empezó a masturbarme con la mano mientras me decía: «Mira Javier, mira a tu amiga, mira como le pajeo el coño, mira su cara, su cara de gusto, ¿te gusta? ¿te gusta ver a Noelia así? Tu amiga es una calentona, una calentona». Mientras me decía esto yo miraba a Noelia y sentía la mano caliente de Giovanna haciéndome el mejor pajote de mi vida. No podía aguantar más y le dije que iba a correrme, que por favor me lamiese la polla, que me gustaría correrme en su cara y en sus pechos. De repente Noelia me miró, me miró a los ojos y me gritó : «¡Sí, córrete encima de ella, échale la leche en la cara y en las tetazas!, ¡Quiero verlo Javier, quiero verlo, vamosssss, por favor llénala de leche, córrete encima de esta puta!.
Mientras Noelia decía esto Giovanna la masturbaba de manera salvaje, metiéndole casi la mano entera en la vagina. No pude más y reventé, comencé a echar leche como nunca lo había hecho antes. Apunté hacia su cara, le llené por completo los labios de leche caliente, la barbilla y el cuello. Los ultimos lleretazos se los eché en las tetas, mientras, Noelia se acercó para ver bien mi polla echando las últimas gotas sobre el cuerpo de Giovanna y a la vez se pajeaba el coño con fuerza. Esto era el no va más del morbo.
Nos tumbamos en el suelo durante unos minutos, estábamos exhaustos. La primera en decir algo fue Giovanna : «Bueno chicos,¿qué tal?». Noelia contestó rápidamente y dijo : «Me ha encantado, me lo he pasado de puta madre, ha sido una locura genial». Sí, realmente había sido una «locura genial», tal y como dijo Noelia. Porque en la vida, en la vida pensé que una situación así se diese entre Noelia y yo, jamás pensé que esto pudiese suceder. Lo mejor de todo era la naturalidad con la que nos tomamos el asunto, puesto que incluso nuestra relación de amistad mejoró, ya que durante unos segundos se me pasó por la cabeza que Noelia a lo mejor podría arrepentirse de lo ocurrido una vez pasase la calentura. Pero nada de eso, es más, se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla y me dijo al oído : «Joder tío, esto ha sido fantástico, fantástico».
Cuando nos despedimos y ellas se fueron, me metí en la ducha, y no pude evitar hacerme una paja pensando en lo ocurrido. Después intenté dormir pero me costó muchísimo. No paraba de pensar en lo sucedido y otra vez me estaban entrando ganas de masturbarme.
Al día siguiente me despertó el teléfono, serían sobre las 12. Era Noelia, hacía un día buenísimo y me comentó de ir a la playa. No me pareció mala idea y le dije que vale, que iría a recogerla en coche en media hora. A mí no se me iba de la cabeza lo de la noche anterior, así que antes de salir me tuve que hacer otra paja. También me ponía caliente pensar que iba a estar toda la tarde viendo a Noelia en bikini, con esas tetas y ese culazo que tiene.
Salí de mi casa con las bermudas puestas, cogí el coche y fui por Noelia. Mientras conducía no hacía más que pensar en el giro que había dado nuestra relación, antes sólo de amistad. Yo la había visto desnuda y ella a mí, y no sólo eso sino que me follé a una puta delante suyo y a su vez ella le ofreció el coño siendo lamida hasta correrse varias veces. Estaba claro que a partir de ese momento conversaríamos más sobre temas sexuales y ella no se cortaría en nada, por ejemplo me contaría con detalles sus experiencias con los chicos con los que había estado. Eso precisamente es lo que iba yo pensando en el coche, es decir, una vez en la playa estaría bien contarnos con pelos y señales nuestras experiencias sexuales, ella nunca había entrado lógicamente en detalles cuando me hablaba de sus relaciones, pero ahora todo era distinto. El mero hecho de pensar en escuchar de su boca sus experiencias sexuales me ponía a tope.
Cuando la recogí no pude evitar mirarla de arriba a abajo. Llevaba puesto un vestido largo muy fino, color amarillo, y debajo el bikini. Mientras íbamos hablando en el coche me pareció verla mirar de reojo mi paquete, a mí eso me excitaba pero debía controlar la situación, no quería volver a empalmarme, no quería parecer un salido. A los cinco minutos llegamos a la playa, como era un día laborable no había excesiva gente. Pusimos la sombrilla y a continuación me quité la camiseta y ella el vestido, quedándonos ambos en bañador. Acto seguido nos sentamos sobre las toallas y nos pusimos a jugar a las cartas. A unos 10 metros había un grupo de tres chicas y un chico, de nuestra misma edad más o menos. Las chicas estaban haciendo topless y el chico llevaba un tanga minúsculo. Pasaron unos minutos y Noelia me comenta : «Voy a quitarme la parte de arriba, Javi». Dicho y hecho, se quitó el bikini y dejó al descubierto sus tetas, era la primera vez que Noelia hacía topless, supongo que animada también por el hecho de que no hubiese nadie conocido en la playa.
Para mí era una alegría ver el comportamiento tan natural que había adoptado, además lo de la noche anterior se lo tomó de puta madre, no daba síntomas de arrepentimiento alguno. Para colmo, en un momento en el que yo estaba observando al grupo de chicas va y me comenta: «Vaya tetas tiene la morena, ¿eh?…y vaya culo, aunque la rubita tampoco está nada mal, fíjate, tiene todo el bañador metido por el culo, y el tío la verdad que está buenísimo». Al escuchar estos comentarios empecé a empalmarme, no lo pude evitar, así que me tumbé en la toalla boca abajo, a los pocos segundos Noelia siguió comentando cosas de las chicas y el chico : «Seguro que son unas cachondas y se montan unas orgías del copón con el chico, además una de ellas lleva el coño depilado seguro, mira, la rubita».
Aproveché que hacía esos comentarios y le pregunté: «¿Alguna vez has pensado en depilártelo?. Ella contestó: «He estado a punto de hacerlo varias veces, pero nunca me decidía del todo. ¿Te acuerdas de Miguel, el último chico con el que estuve?, él quería que me lo depilase. Yo tenía pensado el día de su cumpleaños darle una sorpresa y pedirle que me lo afeitara él y me follase después, pero cortamos antes de eso y al final me quedé con las ganas». Yo estaba atónito, Noelia me comentaba esas cosas con toda naturalidad. Segundos después se levantó y fue a darse un baño, mientras, yo observaba bien su cuerpo macizo, me gustaba ver el movimiento de sus tetas al andar, realmente deseaba acariciarla, deseaba lamerla, chupar todo su cuerpo y follármela, deseaba restregar mi polla por sus tetas, metérsela en la boca, chuparle el culo… Ya que las cosas estaban saliendo de puta madre y ella anteriormente me había comentado lo del novio ese que le pidió que se depilara, decidí sacarle más cosas y le pregunté: «Oye,…de todos los tíos con los que has estado ¿cuál dirías que era mejor amante?». Tranquilamente y después de encenderse un cigarro me dijo: «Todas los tíos con los que he estado me han dejado satisfecha de un modo u otro, excepto uno llamado Frank que no aguantaba empalmado ni dos minutos y para colmo no le gustaba el sexo oral, creo que le daba asco. Uno de mis primeros novios, Alfonso, recuerdo que se ponía a comerme el coño y se quedaba como hipnotizado, yo a veces creía que se le había quedado la lengua pegada al coño porque no se cansaba de chupar nunca. Hacía que me corriese mil y una veces y después me ponía a cuatro patas y me follaba sin parar».
No salía de mi asombro, jamás me la hubiese imaginado con esa actitud, contándome sin pudor sus relaciones íntimas, utilizando ese vocabulario, y además con tanta naturalidad. Por supuesto yo también me solté, respondí todas sus curiosidades, además un par de novias que tuve son amigas de Noelia y cuando le comenté que una de ellas, Eva, tenía obsesión con meterme un consolador por el culo, se partió de risa, no se lo podía creer, Eva aparenta ser la típica niña pija mimada y repipi. También le confesé que solía masturbarme a diario dos o tres veces, que me encantaban las pelis porno e incluso que me había masturbado pensando en ella. Esto último no sé como tuve valor de decírselo, pero había tan buen rollo en el ambiente que me salió solo, casi sin querer.
A las 8:30 aproximadamente abandonamos el lugar, mientras iba conduciendo no paraba de darle vueltas a la cabeza, y es que tenía unas ganas increíbles de follármela, deseaba hacerla gozar, quería follar con ella, y debía aprovechar ahora que Noelia se mostraba tan atrevida, así que le dije de irnos a mi casa a cenar. ¡Ella aceptó!.
Habíamos quedado en mi casa a las diez, nunca se me había hecho la espera tan larga, menos mal que suele ser puntual y justo a la hora acordada llamó a la puerta. Abrí y la hice pasar, estaba guapísima, se había recogido el pelo con una trenza y llevaba puesto un pantalón corto muy pegado (tipo ciclista). Le dije que se acomodara en el sofá, y mientras yo fui por unas bebidas a la cocina. Cuando regresé me quedé alucinado, ¡se había quitado la camiseta quedándose en bikini! No hice ningún comentario al respecto, no le di importancia, además había estado toda la tarde en la playa haciendo topless delante mío. Al poco rato, me preguntó si tenía todavía la peli porno que había puesto el día anterior ya que le apetecía verla un poco más, quería que la viésemos juntos y comentásemos las escenas y tal. En menos de dos segundos yo estaba de vuelta con la película y sin demora la introduje en el video y pulsé Play.
No habían pasado cinco minutos cuando observé de reojo que Noelia se estaba acariciando por encima del pantalón… Yo por supuesto estaba ya empalmado, pero intentaba mantener la compostura, quería que fuese ella la que actuase primero, aunque sinceramente estaba deseando sacarme la polla y empezar a cascármela delante de ella. También me daba muchísimo morbo notar que ella me miraba, se había dado cuenta del enorme bulto que se había formado en mi entrepierna. Empecé a tocarme por encima, sin sacarme la polla todavía, entonces me fijé y vi que se había sacado una teta y se estaba acariciando el pezón, muy suavemente.
Sin duda ambos estábamos muy cachondos, no lo dudé más y me saqué el rabo. Lentamente empecé a acariciármelo, poco a poco, de abajo a arriba, sin masturbarme, la tenía más dura que nunca, ella la miraba fijamente, con descaro, a mí eso me ponía a tope. De repente ella me miró a los ojos y me dijo: «¡Cáscatela Javi, quiero ver cómo te haces una buena paja, por favor, estoy deseando ver cómo te pajeas delante mío mientras yo hago lo mismo, estoy muy cachonda tío, desde que te vi el otro día la polla no puedo dejar de pensar en ella!».
Acto seguido me levanté y me acerqué más a ella para que me viese bien, y delante de su cara agarré mi polla y empecé a pajearme. Ella hacía lo mismo, se acariciaba los muslos, las ingles, se tocaba el coño mientras con la otra mano se pellizcaba los pezones sin desviar su mirada de mi miembro. Estaba claro que a mi amiguita le iba la marcha, poco a poco iba aumentando el ritmo de la masturbación, se ayudaba meneando las caderas moviéndose como si estuviese follando, se metió la mano casi entera en el coño y cerró los ojos, estaba corriéndose como una perra. Mientras tanto yo intentaba aguantar lo máximo posible, no quería correrme pero sabía que no podía aguantar mucho más. Noelia sacó la mano de su coño y se introdujo los dedos en la boca, con la otra mano empezó a acariciarse los cachetes del culo, acercando lentamente un dedo hasta su orificio anal. Me acerqué más a ella, sin parar de masturbarme, y le pasé suavemente la punta de la polla por sus ingles, muy despacito, la volví a mirar y tenía una cara de vicio impresionante, seguí pajeándome a la vez que frotaba mi nabo contra su coño, sin metérsela, pero estimulando su clítoris con mi capullo. Ella me agarró el culo con una mano y me metió un dedo dentro, al mismo tiempo con su otra mano comenzó a acariciarme la polla y al cabo de unos minutos era ella la que me masturbaba. De vez en cuando pasaba también su mano por mis cojones, eso me encantaba, luego me volvía a agarrar bien la polla y con un movimiento casi mecánico seguía pajeándome, proporcionándome la mejor paja jamás soñada. Sin yo esperármelo acercó su boca a la mía y comenzó a besarme, era una sensación maravillosa, nos besábamos con pasión, con dulzura, a la vez sentía el calor de su coño sobre mi capullo. Introdujo su lengua hasta el fondo de mi boca, a la vez también aceleró el movimiento del dedo que tenía metido en mi culo, provocándome un poco de dolor pero que incrementaba el placer. Deslicé una mano sobre sus pechos, amasé sus tetas y sobre todo sus pezones, entonces me miró y me dijo: «Estás a punto de correrte ¿verdad? Mira, mira que amiga tan caliente tienes, te estoy haciendo una paja, Javier, y vas a correrte encima mía porque sabes que ambos lo estamos deseando, luego vas a follarme como si fuese una puta, igual que te follaste a Giovanna, quiero que me taladres el coño, quiero hacer de todo contigo».
Al escuchar estas palabras no pude aguantar más, y de mi polla salió un primer chorro de esperma que cayó sobre el pubis de Noelia, ella con sus dedos se esparcía la corrida por los muslos y por los cachetes del culo. De mi polla siguió brotando leche, así que apunté directamente a sus tetas, concretamente a sus pezones, quedando cubiertos de mi líquido caliente mientras con una mano Noelia me manoseaba los huevos para exprimirme a fondo las últimas gotas de leche que cayeron sobre su vientre.
Al cabo de unos minutos se dirigió al servicio para limpiarse, al ponerse de pié observé como los goterones de esperma se deslizaban por su cuerpo, era una visión maravillosa. A mí todavía no se me había bajado del todo la polla, necesitaba introducírsela en el coño, follármela hasta quedar exhausto, sólo así conseguiría apaciguar mi calentura. Mientras la esperaba fui a mi habitación por un cigarrilo, al regresar al salón me percaté de que la puerta del servicio estaba entreabierta, y como la curiosidad me pudo acerqué mi cabeza y sin dejar que ella me viese comencé a espiarla. ¿Sabéis que estaba haciendo la muy calentona? ¡Pues la guarra estaba sentada en el WC con las piernas abiertas y metiéndose el mango de un cepillo por el coño!. Ni decir tiene que mi polla se puso como una estaca al contemplar el cuadro, la chavala era un volcán, además obviamente pretendía que la pillase porque no trató ni lo más mínimo de disimular lo que hacía.
Entré sin decirle absolutamente nada y le cogí el culo con ambas manos, acto seguido me cogí la polla con la mano y se la metí por el coño desde atrás, mientras le manoseaba los pechos y le chupaba el cuello y la espalda. Retiré las manos de tus tetas y la agarré de los pelos a la vez que aceleraba el ritmo de la follada. Con una mano le daba cachetes en el culo y con la otra le tiraba del pelo, ella se sentía como una perra en celo y comenzó a gritarme que le pegara más fuerte y que le diese tirones de pelo con más brusquedad, me decía que por favor la tratase como si la estuviese violando, que le daba un morbo especial sentirse manejada y humillada.
Decidimos cambiar de postura, ella se sentó en el bidet y abrió las piernas todo lo que pudo, yo me puse encima y se la clavé de una brusca embestida. Ella gritaba de placer, tenía la mirada perdida, estaba fuera de sí, sólo gritaba y gemía. «¡Toma puta!, ¡toma guarra!, ¡siente mi nabo en tu chocho cabronaza!» A ella le encantaban mis insultos y le dije que por favor me insultase a mí también.
Rápidamente nos dirigimos al salón para estar más cómodos, yo me senté en el sofá y ella se sentó sobre mí dándome la espalda. Ahora iba a ser ella la que me iba a follar, ¡y vaya como se movía la nena! La tía era una máquina, le tuve que decir incluso que no se moviera tan violentamente porque me estaba haciendo daño en los huevos, la chavala creo que no me oyó porque no me hizo ni puto caso además comenzó a insultarme sin parar, mientras tanto yo le agarraba las tetas y le daba pellizcos en el culo. «¡Venga, dame placer hijo de puta!», «¡jódeme bien el coño y pégame, vamos maricón dame fuerte en el culo que soy una perra y una guarra,, vamosss vamoooooooss desgraciado!, más rápido, asíííííííííííí….».
Ella notó que estaba a punto de correrme, así que me miró fijamente a los ojos y dijo: «¡Échamela en la boca, correte dentro de mi boca vamos!». Se sentó en el sofá y yo me puse de pié delante. Comencé a follarme su boca, ella movía la lengua y succionaba mi miembro y con la mano se tocaba frenéticamente el chocho, yo le sujetaba la cabeza con las manos y le dije que me mirase a los ojos mientras me la mamaba.
Sin avisarla comencé a vaciarme en su boca, notó la leche en su paladar y se la introdujo más para que no cayese nada fuera y no desperdiciar ni una sola gota del preciado manjar. Algunos chorreones le cayeron por la barbilla, en ese instante me acerqué y le di un morreo que duró varios minutos.
Había sido una experiencia formidable, nos pasamos el resto de la noche hablando de lo ocurrido. Al día siguiente fui a buscarla para ir a la playa y mientras íbamos en el coche ella me comió el rabo por voluntad propia, sin yo decirle nada.
Desde entonces hemos vivido varias experiencias tremendamente morbosas que espero contaros en próximos relatos. Un saludo y hasta pronto.