Con la punta de su lengua lamió mis labios voluptuosos e hinchados aún por el placer, dibujó mi clítoris sonrosado y recorrió cada milímetro de mi vagina con su lengua y saboreó casi desesperado mi coño húmedo y ensoberbecido.
Después de un rato mas baile y cervezas y mas jugueteo llego un punto en que ni ella ni yo nos conteníamos y después de besarnos le propuse que si nos íbamos y pasábamos a mi casa
Como voy a resistirme si has aparecido con uno de esos vaqueros de botones que te hacen tan sexy con los dos primeros botones desabrochados, con tu torso desnudo y moreno y tus pies descalzos...
Rip le apretaba los dos pezones, uno con cada mano, los estiraba hacia delante con los dedos pulgar e índice y alternaba con un manoseo obsceno de las tetas, mientras se miraban.
Yo era un joven universitario que para pagarse los estudios tenía que trabajar los fines de semana, pero por fin había llegado el verano y con ello las vacaciones, unas vacaciones relativas ya que tenía que estudiar para las asignaturas que me habían quedado y a la vez trabajar sirviendo copas.
Sales del baño envuelta con la toalla y me das tu ropa mojada, la tiendo en el balcón cerrado para que se seque, no puedo dejar que una chica como tú coja una pulmonía.
Al principio fue en su forma humana, después pasó a ser de nuevo aquella lengua de reptil, bipartita, larga, cada vez más larga, con sus dos puntas que profundizaban, caracoleaban, punteaban dentro de ella.
Me lanzaron sobre el suelo y comenzaron a acariciar mi cuerpo con sus manos, sus bocas recorrían mi piel, besando y acariciando mi cuello, mis pezones, mis caderas, besándome cerca del pene, los muslos. Rápidamente mi sexo comenzó a endurecerse, sabían perfectamente como acariciar a un hombre, que hacer para recuperarlo después de una buena corrida.
Yo mientras tanto, estaba besando y lamiendo sus pechos, dedicándole especial atención a sus pezones que estaban completamente erizados, mientras con las manos ya había accedido a su coño y comenzaba a acariciar un sexo que se encontraba totalmente empapado. Con el dedo anular localicé el clítoris y una vez hallado empecé una suave caricia mediante movimientos circulares que hizo que se arqueara y gimiera de forma maravillosa.
Para que os quede más claro, estaba buscando desesperadamente una relación por internet, buscaba a alguna chica, no para practicar sexo con ella, buscaba a alguien que se sintiera como me sentía yo en aquel momento y con quien simplemente pudiera compartir una charla amistosa alrededor de un café.
Así estuve meneando y refregando mi pene hasta que exploté y mi semen cayó manchando el espejo, había salpicado todo el espejo del baño con mi corrida. Ya me estaba relajando de tremenda jalada cuando para mi sorpresa oigo abrir la puerta del cuarto. Yo asustado que trato de vestirme pero ya era demasiado tarde, mi prima Soco entra y pega un grito.
La primera mujer que me follé tenía 20 años, 3 más que yo. Lo hicimos detrás de la puerta trasera de una discoteca de pueblo, en el suelo, en el campo.
Excitados por la conversación que llevábamos nos fuimos a casa. Por el camino comencé a besarla con cualquier pretexto rozando levemente sus pezones que estaban duros y sonrosados por lo que se imaginaba por la transparencia de la blusa.
Cuando termino el curso de ingles, el se fue a la fuerza aérea, aun así nos mantuvimos en contacto. Después de dos años de no vernos, quedamos en encontrarnos en un bar de la ciudad, la alegría fue grande, entre tragos y baile, la conversación subió de tono, hasta que él me reto a darle un beso, por supuesto no desaproveche la oportunidad que había anhelado, yo hasta ese día era virgen y desde que lo conocí me dije que con el tendría mi primera vez, y nunca imagine que eso llegaría.
Entonces empecé a pensar, lo cierto es que una buena pregunta. No tenia secretaria, y una me ayudaría bastante con mi trabajo. Porque no habría pensado antes en esta solución. Y si encima era Sofía, una chica que ya conozco, atractiva, trabajadora y con ese escote que me estaba poniendo cada vez más nervioso.
Como tuve un día complicado olvide que a las 18:30hs. Había quedado con una amiga para tomar unos mates en casa, ella era de bajo perfil muy tranquila y a simple vista una chica del montón. A la hora acordada ella llego, me sorprendía ya que no la esperaba, y baje a abrirle la puerta.
Un día alguien dejo una tarjeta, en el parabrisas del coche, anunciaban una línea de contactos con mujeres de mi ciudad, a los pocos días me decidí a llamar, le pedí a la telefonista, me pusiera con una mujer casada, pues yo también lo soy, me pasaron con una mujer de 40 años y decia llamarse Devora
El caso es que hace unos días quedé con una amiga para jugar al pádel, yo nunca había jugado y la verdad no tenía ni idea pero mi amiga estaba dando clases y lo cierto es que esta muy entusiasmada, así que acepté ir a jugar con ella, aunque hiciera el ridículo.
Ese fin de semana me fui a pasarlo a la costa, y me acompaño Miguel, con quien teníamos un tiempo de conocernos y me invito al viaje y acepté, él era muy agradable y atractivo, no es una relación seria, pero la pasamos bien juntos y nos vemos de vez en cuando para tener buen sexo y pasar un momento agradable, me sorprendió un poco al invitarme pero necesitaba relajarme un poco así que acepté con gusto.
Desde niña lo había visto siempre por la casa, era uno más de la familia, pero para Mercy era algo más………era el hombre del que estaba enamorada, y estaba dispuesta a hacer lo que fuera por tenerlo. Y lo haría, estaba decidida.
Cada vez que yo empujaba esa polla enorme dentro de su chuchita, ella se detenía y lanzaba chillidos como relinchos, se vino una y otra vez, tuve que sujetar sus piernas para no hacerla caer de la cama, me chupó hasta la ultima gota de semen y estrujaba mi pene haciendo salir aún más, su cuerpo se estremecía sin cesar y sus relinchos y gemidos eran interminables, delicadamente le saqué la inmensa polla de su chochito, ella restaba inerte y respiraba con la boca abierta, hasta un poco de espumita se había formado en la comisura de sus labios, como una equina reventada por el esfuerzo ...