Sorpresa en unos grandes almacenes
Cuando llegamos a los grandes almacenes, me llevo directamente a la planta de ropa para ella, no había casi nadie a esas horas y yo seguía detrás suya, mientras iba cogiendo ropa según íbamos pasando camino de los probadores, nos metimos en el probador mas alejado de la entrada y una vez dentro cerro la puerta, dejo caer toda la ropa en la silla y estaba clarísimo que no íbamos de compra.