El viernes te llamé y no te conseguí. Hablé con Greg. Es una lástima que no estuvieras, pues la razón por la que te llamaba era que estaba caliente y me estaba masturbando y quería que me escucharas cuando me viniera.
Movía mis caderas atrás y adelante, tratando de que entrara hasta el nudillo. MMMMMM que calentón me estaba dando. Me saqué el dedo y tome la ducha.
Uno de los mayores placeres que se puedan tener en la vida, es descubrir la intimidad de una mujer hermosa, ser un verdadero voyeur, y adentrarse hasta en los secretos más protegidos.
Bailamos varias canciones, y yo estaba de lo más arrecho, tenia la verga superparada, comenzamos a bailar pegados y yo le metía la pierna entre las de ellas, pensé que si no le gustaba, se retiraba, pero que si le gustaba era que quería algo mas.
En vista de esto lo único que yo quería era introducir mi pene en su santuario y ella lo entendió, se acostó en la cama y abrió sus piernas ofreciéndome todo su sexo, el cual me tenia enloquecido por poseerlo y eso fue lo que hice.