Fui testigo de cómo ella se colocó al borde de la cama, tendida boca arriba mientras él la tomaba por las caderas y en una furiosa danza una y otra vez introducía su virilidad erecta sobre su sexo, golpeando pubis con pubis, cada vez con más rapidez.
Me solté por completo, mi cuerpo y mi mente se esclavizaron en un desenfreno, cuando la primer verga entro en mi boca, pensé en morderla, un hilo de cordura, me indico en gozar de la situación y eso hice, cuatro fueron las mamadas que me trague
Unos cuantos amigos van a pasar el fin de semana a una cabaña alquilada... poco a poco el ambiente se caldea y se prepara una gran orgía!