Y Sylvia decia, no me extraña ya que con esas tetazas se la debe poner muy dura al guarrindongo de mi marido (y lo decia sonriente una tía que es una celosa de cuidado, pero se estaba calentando). Sylvia me miraba el rabo de una forma muy caliente.
Estaba sobándome la polla que volvía a tenerla fuera del tanga imaginaros yo sentado en la hamaca con la polla al aire, las piernas en los hombros de mi madre que con las tetorras fuera y el tanga bajado hasta medio culo estaba con su cabeza entre mis piernas, frotándome la polla gorda y dura y masajeándome los huevos y el culo.
Empecé por la espalda y me entretuve un buen rato en los costados de sus tetas y ella decia, que gusto la crema en mis pechos, los tengo tan grandes que me duelen, sobre todo los pezones y se moví o para dejarme darle crema en los pezones dentro del bikini.
Sylvia tiene un culo grande pero lo que mas resalta de ella son sus tetas, yo he oído a los hombres del pueblo en la tasca hablar de Sylvia la tetona.