El huesped
Pedro vivía en una casita en Tresanti que apenas bastaba para él, su mujer y su asno. Cuando Juani iba a Tresanti, lo alojaba en su casa y lo atendía como mejor podía. Pero como la casa solo era un pequeño cuarto, Juani se tenía que acostar en la cuadra, sobre un montón de paja, junto a la yegua y el asno.