Nos besamos de forma libidinosa, frotando nuestras lenguas, haciendo que salgan al aire, y se toquen sólo en la punta, y luego nos volvemos a inundar el uno por el otro, compartimos saliva y la suave textura carnal de una lengua que te lame toda la boca. Nos besamos como en las películas antiguas, como en los anuncios, y como en las películas porno, todo mezclado.
Su boca se abrió y empezó a chuparlo haciéndome gozar, estaba arrodillado, yo le movía la cabeza, acariciándolo, le dije que estaba por acabar y no lo saco, la leche le entro y siguió relamiéndome hasta dejar todo limpio, puso mis dedos en su culo y me pidió que lo penetrara, tome la vaselina que tantas veces habían usado conmigo ese verano.
Me tumbe un poco y pude coger su coño, le metía el dedo y ella al igual que yo estaba cada vez mas cachonda, le puse el dedo sobre su culo pero me aparto la mano, no se si es que todavía no ha probado que le follen su hermoso culo, pero algún día se lo propondré.