Comenzamos un mete y saca frenético, mientras me decía aaaaahgggg que rico papacito, no sabes cuanto me gusta mi amor. Soy sólo tuya mi amor, solo tuya. Seguíamos con nuestro mete y saca, llenos de lujuria, de placer y deseos, llenos de excitación.
Yo me sentó en las nubes, estaba totalmente fuera de este mundo. El placer que sentía no lo había sentido anteriormente, a pesar que me considero algo corrido en esto de las mujeres y he tenido por así decirlo, bastante experiencias. Me sumergí completamente en el gozo del placer, cuando Jay se lo introdujo en su boca y me hizo experimentar cosas inimaginables estando al mismo punto de eyacular en su boca.