La obsesión por la mama de mi amigo
Entré haciéndome el tonto y sin querer queriendo me comenzó a contar experiencias de cuando ella era joven y estudiaba, y yo parado al lado afirmado en una litera escuchándola, le hice un guiño con mi boca mostrándole cómo se movía mi abultado paquete, ella miró y sonrió pero siguió con su charla.